Herr Doktor Helmut Zilk en una imagen reciente (foto www.kurier.at)
Herr Doktor Helmut Zilk

24 de Octubre.- Esto de tener un blog es lo que tiene que, a veces, trabajas dos veces. Yo tenía escrita para hoy una bonita entrada –que reciclaré- pero hete aquí que, mientras estaba desayunando, la actualidad ha irrumpido con fuerza arrolladora. El Herr Doktor Helmut Zilk ha muerto esta noche.
¿Quién?
¡El Doktor Helmut Zilk!
El antiguo alcalde de Viena y, lo que es más importante, el marido de Dagmar Koller. Como alcalde, Zilk fue el responsable de embellecer Viena y de intentar sacarla de cierto amuermamiento (que aún conserva en cierto modo) a través de sus esfuerzos para volver a introducirla en el circuito de las grandes ciudades internacionales. Bajo el mandato de Zilk se empezó a celebrar el Lifeball, por ejemplo. Fue famosa tambien la libreta de Zilk. Cuentan que el Herr Doktor se paseaba siempre con una libretilla en el bolsillo y que, cuando veía que algo estaba mal (una caca de perro inoportuna, una farola que no alumbraba) sacaba su pluma y su cuadernito, apuntaba el desperfecto y, con tenacidad, no paraba hasta encontrar al responsable.
También fue famoso por su coraje después del atentado que le arrancó de cuajo cuatro dedos de la mano derecha en 1993. A la semana de estar a punto de morir, dio una rueda de prensa legendaria mostrándole al mundo la zona cero de su mano. Desde entonces, el Doktor Zilk, sin duda asesorado por su mujer, se paseaba por este mundo con unas fundas que le cubrían el muñón, que siempre iban a juego con sus impecables corbabatas de vivos colores y dibujo discreto.
Desde que el Doktor pasó al honorable estado de pensionista, repartía su tiempo entre su quinta en Portugal (en donde era vecino, por ejemplo, de Cliff Richards) y sus deberes como vaca sagrada de la socialdemocracia austriaca –deberes que incluían presentar un programa de entrevistas en la ORF-. Enfermo del riñón desde hace tiempo, el Doktor Zilk había pasado durante los últimos años por varios achaques de los que siempre se recuperaba con un humor sardónico (muy vienés) que parecía ser una de sus mejores cualidades. No le hacía falta decir nada pero, a cada melífluo elogio a Daggi Koller, su mujer (una pedazo de operetten diva de las que ya no quedan, por cierto) uno podía imaginárselo a él, en cama, cercado por los catéteres amenazantes y a ella revoloteando por la habitación vestida de vaporoso rosa y lanzando al aire azucarados gorgoritos: una situación para acobardar a alguien menos bragado que Zilk.
Hoy ha fallecido, a los ochenta y un años, y Viena se ha quedado un poco más huérfana.

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

3 respuestas a «»

  1. Avatar de JOAKO

    La fauna y flora Vienesa veo que da para mucho, ¿quién le hizo el atentado?

  2. Avatar de amelche

    A político cada diez días o así, pronto os quedáis sin políticos en Austria. ¿Qué les hacéis, que se mueren todos?

  3. Avatar de Paco Bernal

    Hola a los dos:Gracias por vuestros comentarios.A Joako: la flora y la fauna dan para mucho, efectivamente jajaja. El atentado se lo hizo un señor que se llamaba Fuchs, el típico outsider de pueblo austriaco. Se le metieron entre ceja y ceja una serie de personajes populares porque decía que ayudaban a los inmigrantes y que estaban acabando con lo germánico, y no se le ocurrió mejor idea que mandarles paquetes bomba. Tuvo a la policía loca durante unos meses pensando que era un grupo terrorista o algo, y resultaba que era sólo una persona. Para saber todos los detalles, te sugiero que busques en este blog “El extraño caso del hombre sin manos” en el que lo cuento todo con pelos y cicatrices 🙂 (modestamente, me quedó superbién el post jajaja).Un abrazoA Amelche: chica, eso mismo he dicho yo hoy. A ver cuál es el próximo en caer. Aunque lo de Zilk ha sido una muerte muy tranquila y, hasta cierto punto, lógica. Ya tenía una edad el pobre. Saludetes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.