La aceituna de la vergüenza y otras extrañas costumbres austriacas
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6 respuestas a «La aceituna de la vergüenza y otras extrañas costumbres austriacas»
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Jajajaja me hiciste reír mucho!!
Tienes toda la razón – los austriacos somos así 🙂Si queremos decir “no” lo decimos. Me pongo bastante enfadada si digo “no” y el otro insiste demasiado. Entonces puede ser que grito: “He dicho NO! No lo has oído????”
Somos muy directos … la vida es más fácil si cada uno dice lo que quiere de verdad y no hace rompecabezas … por lo menos para nosotros 😉
Besos, Sabine
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Pues a mí me encanta que sean tan claros. O sí o no.
¡Me voy a hacer austríaca! -
Vaya debo ser austríaca y yo sin saberlo, claro que me eduqué en un colegio inglés, ¿importará algo? Un abrazo.
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En el tema de la asertividad, los canadienses son iguales, Don Paco. Y, oh, cuán fácil es la vida con gente que dice lo que realmente quiere decir. Y no sólo para ejercer de anfitriona, para las mujeres solteras es infinitamente más evolucionado. Yo aún recuerdo “perlas” de mis tiempos de soltera, como el mítico: “Nena, tú dices que no, pero tus ojos dicen que sí.” Jrrumpf.
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Tanta sinceridad… no sé si podría vivir así…
😉
Saludos.
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En eso de la franqueza, sus primos germánicos del norte no tienen nada que envidiarles. Recuerdo una situación en la empresa de comercio alternativo en que trabajé unos años en el Norte de Alemania.
Poneos en el lugar de Pedro, un “originario” de Ecuador que va de viaje de representación al Norte de Alemania donde intenta vender los productos de cuero que se realizan de forma artesanal en su comunidad. Se pone las alpargatas, se embute en unos resplandecientes pantalones blancos, se envuelve en su poncho y arrastrando su maleta llega al aeropuerto donde toma el avión para a la mañana siguiente amanecer en Alemania. Allí, en la primera -y probablemente última- visita le reciben con un “Esto que traes es una porquería”. (Fui testigo de la conversación porque era la intérprete). Viva la franqueza.
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