Diez películas para entender el cine austriaco (6): Hoy, 1.April 2000

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I Guerra Mundial
Los austriacos tenían que convencer a los aliados ¿Cómo lo hicieron? (A.V.D.)

29 de Diciembre.- Hoy, damos un salto atrás en el tiempo, y nos ocupamos de una peli un tanto añeja, pero que a mis lectores que se quieran iniciar en el star system austriaco les ayudará a conocer algunas caras del cine de posguerra de este país. Lo que podríamos llamar, el “cine de barrio “ transalpino.

El film del que hablaremos hoy se llama “1 de Abril de 2000” y, ya el título, contiene una alusión para iniciados porque el primer día del mes de abril es, en este país, el día en que se gastan bromas y nadie puede enfadarse. O sea, su día de los Santos Inocentes.

Empecemos por el argumento: el día 1 de Abril del año 2000, Austria sigue ocupada por las cuatro potencias vencedoras de la segunda guerra mundial (Francia, Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética) incumpliendo los tratados en los que se había acordado una retirada. El recién elegido Gobierno austriaco ordena a los habitantes del país rebelarse contra el invasor rompiendo los documentos de identidad que los aliados obligan a llevar a los austriacos (un recuerdo que, en 1952, los espectadores tenían muy fresco, presente como estaba la ocupación, que no terminaría hasta 1955).  Por este motivo, el tribunal mundial acusa a Austria de ruptura de la paz mundial. El mensaje es claro: lo mismo que en 1914 y 1939 Austria fue acusada de forma injusta de haber provocado sendas guerras mundiales, también sucede así en el siglo XXI. El Tribunal Mundial manda sus naves espaciales a Austria (naves que aterrizan, nada menos, que en la explanada frente al palacio de Schönbrunn) y, a partir de ahí, los austriacos tienen que demostrarle a una fiscal minifaldera pero más seria que un ajo, que son un pueblo amable, pacífico y que, a lo largo de su historia, no han producido más que personas que han ayudado a la humanidad a ser mejor. Desde Mozart, a la emperatriz Maria Teresa, pasando por el Augustin de la canción, el Príncipe Eugenio de Saboya y la familia Strauss sin que falte un sólo miembro.

El encargado de guiar a la fiscal a través de la historia de Austria en un flashback que desafía la gravedad es el siempre competente Josef Meinrad, al que mis lectores recordarán por haber interpretado al torpe y cómico gendarme enamorado de Sissi en las películas de Romy Schneider.

¿Y a qué ton, se preguntarán mis lectores, venía reconstruir la historia de Austria como nación pacífica y salvadora productora de genios benéficos?

“1 de Abril de 2000” es, como puede deducirse de lo anterior, una película política que intentaba reconstruir (bueno, directamente: construir) una identidad nacional para un país que, en poco más de tres décadas, había pasado, de ser una potencia, a un pequeño país, de ser un pequeño país, a ser un pequeño país en guerra civil, de ser un pequeño país en guerra civil a ser un pequeño país anexionado por Alemania y, de eso, a ser un país ocupado con un gobierno tutelado. Los austriacos no sabían dónde tenían la mano derecha.

La película la financió, cómo no, el entonces recién nacido estado austriaco y, a su estreno, acudió el mismísimo canciller Figl. Todos los actores austriacos que, en aquel momento, podían presumir de un expediente libre de resonancias nazis demasiado obvias, desempeñaban papeles prominentes y así, aquello es un desfile de estrellas Made in Austria que van desde Paul Horbiger (es el portero de la casa donde vive Harry Lime en El Tercer Hombre) a Curd Jürgens, Hans Moser, la joven Waltraut Haas (Mariandl, aus die Wachauer Landl) y hasta el mismo Helmut Qualtinger que hace de ruso.

En una película tan festiva y propagandera como esta, destinada a borrar o a “retocar” la asociación “Austria-nazismo”, se da la curiosa circunstancia de que el director de la cinta, Wolfgang Liebeneimer, fue un personaje prominente durante el régimen de la cruz gamada y que, incluso, fue condecorado por el propio Goebbels con el título de profesor.

Por cierto, en el haber de Liebeneimer está el haber dirigido la primera versión cinematográfica de la vida de la familia Trapp, la cual inspiró el musical de Broadway protagonizado por en Broadway por la gran Mary Martin y, posteriormente, llevado al cine con Julie Andrews en el papel protagonista.

Pero de eso, hablamos otro día.

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