Un paso pequeño para la Humanidad: un paso heróico para los vieneses: Mariahilferstrasse va a ser peatonal durante tres días, para probar qué tal.
3 de Mayo.- Una de las características de este pueblo que tan bien me (nos) trata a los españoles es que son alérgicos a las novedades. Ya lo dijo Gustav Mahler, nada sospechoso de propensión a la frivolidad: “Cuando llegue el finde (los tiempos) yo me vendré a Viena: aquí todo pasa cincuenta años más tarde”. Cuando uno no tiene que sufrirlo, resulta encantador observar cómo los austriacos tardan en aclimatarse a las situaciones nuevas. Austriacos o de ascendencia austriaca debían de ser los acaudalados pasajeros del Titanic a los que, sólo de pensar en abandonar el lujoso transatlántico y meterse en los frágiles –y escasos- botes salvavidas, les producía sarpullido.
En fin: casi diría que desde que yo vivo aquí, la municipalidad de Viena viene amagando con hacer Mariahilferstrasse peatonal en todo o en parte. Para aquellos de mis lectores que no viven aquí, diré que Mariahilferstrasse, conocida en vienés (ordinario) como “Mahü” es una arteria comercial que puede tener un kilómetro y medio de largo. Empieza en la Estación del Oeste –Westbahnhof- y termina en el Museums Quartier. Es el sitio favorito de los vieneses para comprar ese tipo de cosas que son supérfluas, pero que hacen la vida más agradable. Que si trapos, que si productos tecnológicos, que si zapatos y que si bolsos (eso, en la parte de arriba); en la parte de abajo, hacia Museums Quartier, están las tiendas que sirven para tunear la vivienda de uno. Desde ese monumento al tedio que es Leiner (con perdón), hasta Karé o Buttler’s.
Una de las obsesiones que tenían los verdes (die Grünen) era meterle mano a Mariahilferstrasse y convertirla, como se dice ahora “en un espacio para los ciudadanos”. Cuando los verdes se coaligaron con los socialistas en el gobierno de esta capital, una de las cosas de las que primero se habló fue del tema candente de Mariahilferstrasse. Y parece que, como dice mi amigo L., duque excelentísimo de los predios de Alterlaa, es ist soweto. O sea, que ya llegó la hora.
Pero, eso sí, para que las señoras vienesas no sientan cómo se les aceleran las pulsaciones, y para convencer a los que ven en la conversión en calle de solo andar de la Mariahilferstrasse un anticipo del finde (los tiempos) del que hablaba Mahler, de momento, Mariahilferstrasse será casi peatonal sólo en un trozo (la parte central) y, además, durante solo tres días (espera Concha, que me tomo la biodramina, que me mareo, ay qué emoción).
Concretamente desde esta tarde de viernes hasta el domingo a las cinco de la tarde. Durante ese tiempo, la municipalidad vienesa ha organizado todo tipo de actividades lúdicas para que el gentío tome posesión del asfalto y se acostumbre a la idea de que otro mundo es posible (para acostumbrarse a que en el distrito uno, Graben y Kärntenstrasse, ya no pasan coches han necesitado cuarenta años, con esto lo digo todo).
Claro, que no han podido controlarlo todo y no todas las manifestaciones serán tan inocentes. Coincidiendo con el cierre al tráfico de “Mahü”, los organizadores de la organización que pretende la legalización de la marihuana han organizado su aromática marcha anual. Los niños van a jugar mucho más relajados, me temo.
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