Parejas mixtas: cuando el amor se acaba

Pareja joven en bicicletaNormalmente, la película que nos cuentan termina mucho antes, pero las rupturas son un fenómeno más frecuente de lo que parece.

3 de Agosto.- Todos los días me visita desde Utrech la propietaria de un blog que, como este, pertenece a alguien de habla hispana que vive en el extranjero. Llevaba casi un mes sin actualizarse –cosa rara, porque su propietaria escribe casi tanto como yo- y ayer me enteré de por qué. El novio de esta chica, el que motivó que ella dejara España y se fuera a vivir a los Países Bajos, había decidido romper la relación.

El post, bastante descarnado, que ella dejó en su blog me dio a mí la idea de escribir este.

Normalmente, pensé, la película que nos cuentan se termina antes y nadie habla de esto que es mucho más frecuente de lo que parece. La imagen que difunden (interesadamente) estos programas de televisión, tipo “Valdeajosporrenses por el mundo” es el de ese chico/a español/a, que un día conoce al amor de su vida (haciendo Erasmus o en el concurso de gritos de Colmenar de Oreja) y, tras un romántico interludio, decide dejar su país y su familia y asentarse junto al amor de su vida en una tierra extraña. Cuando uno lo hace, naturalmente, da por supuesto que el amor va a durar para siempre y que, forever and ever, sonarán los violines. Hasta que, en más casos de lo que sería deseable, empiezan a volar los trastos buscando alguna parte sensible de alguno de los miembros de la pareja.

Creo que, refiriéndonos a este tema y, sobre todo, para advertencia (cuando no escarmiento) de aquellos que estén pensando en venir a Austria por amor, habría que explicar que si la cosa se tuerce, al duelo de una ruptura normal –directamente proporcional a lo larga que haya sido la relación- en el caso de una pareja mixta hay que añadir que, en estos casos, generalmente, el español queda bastante más a la intemperie que en una ruptura normal.

Viene a ser así porque, en contra de lo que sucede en las parejas “normales” el español suele aterrizar en una realidad de la que él, llegado el caso, es facilmente eliminable sin mayores consecuencias. Su cónyuge/”cónyuja”  tiene el piso comprado o alquilado, domina el idioma y, en general, tiene más recursos para salir con bien de esas situaciones de la vida en las que, como dicen aquí, “la cosa se pone estrecha”. En esto como en todo, en resumen, el austriaco/la austriaca “juegan en casa” y eso, señora, es un elemento quitapenas importante.

Otro punto que creo que nadie cuenta es que, muchas veces, las parejas mixtas también se acaban porque a la parte austriaca se le acaba ese cosquilleo que a los aborígenes les da estar liado con una persona exótica. A ver si me explico: lo mismo que a nosotros, al venir aquí, generalmente, nos da el subidón de lo desconocido y la euforia y todo eso, a nuestros cónyuges austriacos les sucede lo mismo. Una pareja extranjera, sobre todo al principio, es un reto cada día, es algo especial, pertenece a una tradición sexual y cultural distinta, permite fardar con las amistades, representa una fuente inagotable de anécdotas. Sin embargo, con el tiempo, estar en relación con alguien extranjero puede llegar a ser muy fatigoso.

A nosotros hay que explicárnoslo todo, nunca llegamos a dominar el idioma a la perfección, siempre nos encontramos en una situación laboral un poco más precaria que los austriacos de nación. Total: que pasado ese primer subidón de “mi novio/a mola tres kilos porque cuando habla en su idioma nadie le/la entiende”, muchos austriacos también se dan cuenta de que los españoles, fuera de que hablamos raro, somos bastante parecidos a ellos, y el tedio, ya se sabe, es letal para una pareja.

Tras la ruptura ¿Cómo sigue la historia? Yo me he encontrado con ejemplos de todo tipo (debo decir que depende mucho de la inteligencia de las partes, como todo). Desde el caso más benigno, en el que la relación va degenerando hasta dejar de ser sexual y convertirse en amistad, las dos partes lo admiten y se separan pacíficamente, y conservan una amistad que es la envidia de la parejas sucesivas; hasta la variante enconada, en donde el español se encuentra en la calle más puta, sin trabajo, sin posibilidad de conseguirlo (carencias idiomáticas y de formación, principalmente).

Comentarios

7 respuestas a «Parejas mixtas: cuando el amor se acaba»

  1. Avatar de ll.davies

    Todo mi animo para esa española en Utrech. Esta es la pura realidad de las parejas mixtas. En mi caso fue algo parecido. Estaba en Ámsterdam y mientras estaba con él muy bien. Como tenía que volver a España para terminar unos temas académicos quedamos que estaría de septiembre a diciembre en España y que después volvería allí en enero. Evidentemente no hizo falta, en seguida encontró a otra con lo que ello supuso para mí.

    Aún así quiero creer que pueden existir ese tipo de parejas que se enamoran y duran. No de las de “españolitos pijos en el mundo”, si no de los de verdad.

  2. Avatar de Julian
    Julian

    He vivido esta situacion hace mas de un año y la verdad es tal cual la describes, mas el caso particular de cada austriaca/o obviamente que juega un papel diferente al del inmigrante, son locales y eso no hay con que darle, no soy europeo pese a haber vivido los ultimos años por estos lados, lo que quizas sea mas fuerte todavia por tener la familia y seres queridos bien lejos. La verdad no fue facil, quizas el momento mas dificil de mi vida, pero lo que no te mata te hace mas fuerte y hoy en dia continuo me encuentro fortalecido como nunca antes en mi vida, eso si, de lo malo se aprende mas pero quizas no hace falta que sea tan duro, o si.

    Saludos

  3. Avatar de Ferl
    Ferl

    Y que viva el amor!!

  4. Avatar de Juanjo
    Juanjo

    Hola Vienadirecto,

    Hay una cosa que no es verdad sobre el blog, el motivo que ella estuviera en Utrecht, y dejara España: ella dejo España mucho antes, y vivió en Escocia, despues se fue a Holanda a vivir porque le gustaba el pais, y despues de un tiempo viviendo en Utrecht, conoció a su pareja. si lo revisas mas a fondo encontraras lo que te comento. Puedes corregirlo?

    Añado tambien que, por lo que se, muchos españoles se quedan con lo puesto en estas relaciones podria ser porque el esforzarse por estar en un pais nuevo, no suele ser muy tipico de nosotros, yo la mayoria de gente de mi pais que he conocido en el extranjero: Quedamos para fiesta? cuando? que ilusion hablar con españoles, el ingles era demasiado para mi. Eso incluye ser flexible con la pareja, preguntar, aprender el idioma y siempre, sin excepcion hacer un esfuerzo en hablar el idioma, y en formarse. Si no aprenden el idioma y no se forman, que luego no vayan pidiendo clemencia a la tormenta. Y un tema curioso son las asociaciones de ayuda, los españoles no solemos tener y las que actualmente hay, dejan mucho que desear en muchas cosas.

    Saludos.

    1. Avatar de Paco Bernal
      Paco Bernal

      Hola Juanjo!
      Las inexactitudes que contiene el relato, como en otras ocasiones, son a propósito para, en lo posible, dar intimidad a la persona que es objeto del comentario (se me escapó lo de Utrech, pero fue sin querer). De todas maneras, creo que estás siendo bastante duro con los españoles. Obviamente, nosotros, a pesar de lo mucho que nos esforcemos, siempre tenemos un handicap. Ellos parten de cero (si parten) nosotros, de menos tres.
      Saludos

  5. Avatar de Kpicúa
    Kpicúa

    El post resume bastante bien lo que supone la ruptura de una pareja mixta, especialmente para el cónyuge que abandonó su tierra haciendo una gran apuesta por la relación. Antes de marchar, uno prevé que será dura la adaptación a un nuevo país, idioma, cultura y ambiente social. Sin embargo, hay muchas situaciones que no llegaste siquiera a imaginar… Sobre la marcha hay que enfrentar tantos retos y problemas (como en todas las relaciones pero multiplicados por ‘n’) y sólo el amor, la entrega, la confianza, el respeto y ciertas dosis de creatividad nos pueden sacar del bache. Pero esos ingredientes han de darse por ambas partes… Realmente la comunicación juega un papel clave en la relación de pareja, pero hay que recordar que existen hilos invisibles que nos conectan más allá de la palabra. Es lo que hay que fomentar y enriquecer en las relaciones mixtas. Crearse un universo común, construir un lenguaje entre ambos, aprender del otro, disfrutarse en lo parecido y en lo diferente… También hay muchas parejas mixtas que perduran. Y si no, otra experiencia en nuestra mochila vital. Fue bonito mientras funcionó… Ánimo a la bloguera cuasi-anónima.

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