Si aprendes alemán, no olvides tu inglés

TV setHoy, en Viena Directo, una estupenda idea para no olvidar la lengua de Kim Kardashian.

18 de Febrero.- Uno de los efectos colaterales de hablar cada día más alemán es que tu inglés se resiente aunque no quieras. Una de las maneras más placenteras de evitarlo es ver la televisión (series, más en concreto), cosa que a veces da pie a interesantes reflexiones.

Queremos tanto a Romola

El viernes me compré la segunda y última temporada de una estupenda serie de la BBC –es una pena, porque la BBC ha decidido no prorrogarla-. Se llama The Hour y es un magnífico producto menor. Ambientación cuidadísima, un guión trepidante que te deja sentado al borde del sillón y unos actores aprovechados hasta la última gota de su talento (que es mucho).

A estas alturas, casi huelga decir que la BBC es una marca. Como antiguamente era la Metro Goldwin Mayer. En los cuarenta o los cincuenta del siglo pasado, uno iba a ver una película Metro y sabía que sus expectativas iban a verse colmadas. Hoy en día, uno compra BBC y sabe que no le van a dar gato por liebre.

The Hour me va a servir para comparar dos escuelas de Krimi, o serie policiaca: ese género al que los aborígenes son tan aficionados.

¿En qué se diferencian los Krimis de la escuela anglosajona y de lo que podríamos llamar “la escuela germánica”? Lo cual también es preguntar ¿Por qué somos tan “fans” de las series de la BBC? Razones no faltan. Vamos a ver unas cuantas:

-Las actrices tienen nombres con mucha personalidad. La protagonista de The Hour, se llama Romola Garai, pero también hay Fionnulas, por ejemplo.

Ejem.

No, en serio:

Razones para amarlas

El guión. En las series de la BBC lo que pasa es muy importante pero cómo está contado lo que pasa es, realmente, lo que resulta delicioso. Los guiones son de una calidad impresionante que se revela en los detalles. Por ejemplo, en las tramas secundarias.

Las tramas secundarias son esas líneas de historia que los escritores utilizamos, principalmente, para dos cosas: en primer lugar, para aligerar la tensión en aquellos puntos en donde hace falta hacerlo. Por ejemplo, para modular la emoción, o para producir suspense o intriga, o para evitar un clímax demasiado prematuro. En segundo lugar, para disfrazar una elipsis. O sea, para tapar aquellas costuras del relato que no nos interesa –lógicamente- que el lector “vea”. Por ejemplo: en The Hour, cada cierto tiempo, hay una escena recapitulatoria en la que los protas cuentan una serie de informaciones que son importantes para atornillar la intriga. Hábilmente, los guionistas nos escamotean cómo estas personas han averiguado todo lo que saben. En realidad, nos importaría un pijo, con perdón, saberlo. Mostrarlo, ralentizaría el relato y no nos aportaría nada. Así pues, cuando conviene, nos distraen con una trama secundaria. Por ejemplo, una historia de tensión sexual no resuelta entre los protagonistas (es un procedimiento antiguo pero que, bien utilizado, no pierde su eficacia).

¿Cueces o enriqueces?

¿Qué pasa en un krimi de la escuela alemana? Pongamos por caso Der Letzte Bulle, del que ya hemos hablado alguna vez. Normalmente, hay solo dos tramas secundarias por capítulo y son chapuceras y rutinarias. Suelen ser una bufa-cómica y otra amorosa. Sin embargo, como los personajes son igual de profundos que el charco que deja la meada de un niño (mal comparao), pues las tramas secundarias se quedan en eso: en chascarrillos de patio de colegio.

-Derivado del anterior: en los Krimis de la BBC la narración siempre tiene profundidad y, aunque el material no se preste –Sherlock es un caso paradigmático- el producto siempre transciende el mero intríngulis de quién mató a quien.

En otras palabras: en la BBC, cuandos se enfrentan al viejo dilema ¿Cueces o enriqueces? Lo tienen claro, y en Babelsberg (o en Frankfurt am Main) por desgracia, también: siemrpe cuecen. Por poner un ejemplo: la segunda temporada de The Hour pasa en la Inglaterra de la guerra fría ¿Qué hacen en la BBC? Pues como en aquella época –y ahora- existía una alta tensión interracial y un rebrote del fascismo inglés, se las arreglan para que salga en la trama y así darle un nivel extra de emoción a lo que pasa. Aunque lo coja solo el 20% de la audiencia, ojo. O también: en aquella época el Parlamento Inglés publicó el llamado Informe Wolfenden, que recomendaba la despenalización de la homosexualidad. Pues también entra en la trama. Cualquier intento de encontrar cosas así en un krimi alemán está destinado al fracaso. Las tramas están tan libres de aristas y puntos conflictivos como las novelas de Corín Tellado. Aunque quizá sea porque la BBC por ley, tiene la misión de culturizar al personal. Los Tatort no culturizan a nadie.

-Los actores: bueno, este es un capítulo aparte. Si a un buen guión le sumas unos actores que han velado sus armas con Shakespeare, entonces lo tienes todo ganado. En The Hour, los protagonistas son la mencionada Romola Garai –nieta de un austro-húngaro, por cierto- y Dominic West (al que muchos conocerán por The Wire).

Podría seguir, pero ya el post me está quedando demasiado largo. En resumen: The Hour es una serie para pasar un rato muy agradable (seis ratos de una hora) y, además, olvidarse de que, en Alemania, hacen krimis.


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Comentarios

2 respuestas a «Si aprendes alemán, no olvides tu inglés»

  1. Avatar de Bad Vöslauer
    Bad Vöslauer

    Ojalá llegue el día que empiece a perder habilidad en la lengua shakesperiana, para dominar más la ininteligible lengua bárbara, sería todo un logro poder descifrar las grafías, las declinaciones y el orden de los complementos en una sintaxis.

    Creo que los de la pérfida albión es de lo poco que hicieron sin complicarse la vida y sin llevar la contraria al resto de mundo; por lo de las carreteras, la métrica, y demás.

  2. Avatar de Jaime
    Jaime

    Buenos días,

    Has contestado sin proponértelo a una pregunta que me llevaba haciendo desde que empecé a ver la tele en Austria. Por qué no hay forma de verse un krimi alemán(o austriaco) y sin embargo, procuro no perderme ningún krimi británico (ya sea Barnaby, Linley o Lewis). Además en mi caso, al haber vivido también en Inglaterra durante algún tiempo, me hacen gracia ciertas cosas que salen en las series (como cuando marcan el 1471) y que me retrotraen a momentos muy especiales de mi vida. Digamos que tienen un plus sentimental para mí.

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