Voto de castigo

Steiermark Rathausplatz WienHoy, reflexionando un amigo mío y yo, hemos llegado a una diferencia fundamental y nada despreciable que separa “nuestros dos países” ¿Quieres descubrir cuál es?

1 de Julio.- Hace algunos días hablaba yo aquí de la tormenta en un vaso de agua que se había formado a propósito del asunto de Andreas Gabalier (ese “viejoven”) y el himno. Pues bien: la tormenta sigue. En el lenguaje periodístico, a estas tonterías (perdón, noticias) se las llama serpientes de verano. Noticias algo artificiales a las que se da bombo para cubrir la atonía informativa de estas fechas.

Sin embargo, hablando de esto con un amigo, ha apuntado una cosa en mi opinión muy perspicaz, la cual diferencia a, como él dice, “nuestros dos países”.

Izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás (un,dos,tres)

En España, el voto de castigo generalmente es hacia la izquierda. O sea, que cuando se quiere castigar a un gobierno, sea del signo que sea, se tiende a adelantarle por el lado progresista ¿Hace un Gobierno una reforma laboral que lesiona los intereses de los trabajadores? ¡Pimba! Huelga general ¿Participa en una guerra injusta –cuál no lo es, si bien se mira- utilizando como coartada pruebas falsas y dosis nada despreciables de “chulopilinguismo”? Pues el gentío sale a la calle y se manifiesta en contra de esa guerra –aunque luego al Gobierno, claro, le chupe un pie-. Y así, sucesivamente. El último eslabón hasta la fecha de esa tendencia es el fenómeno Podemos, con Pablo Iglesias al frente. Ese hombre que con pan, marxismo y fantasía (mucha fantasía) nos está haciendo creer que es nuevo todo el arsenal de trucos viejos que lleva en el morral.

¿Qué pasa en Austria? En Austria, cuando quieren castigar al Gobierno –o se aburren del Gobierno, que para el caso es lo mismo- tiran exactamente al lado contrario, curiosamente. O sea, que en vez de decidirse por la vieja ferralla de la famélica legión, les da por un paraíso – sobra decir que nunca existió- de jóvenes fuertes en lederhosen, muchachas con el escote bien amueblado que iban todos los domingos a la iglesia, rituales conocidos e inocencia campestre.

Bajo mi punto de vista –y del de mi amigo, que es a quien hay que darle el copyright de esta reflexión- ambas tendencias reflejan muy bien cómo somos los dos pueblos. Los españoles, cuando el presente no nos gusta, vamos a lo bueno por conocer. Los austriacos, cuando se encorajinan, se inclinan por lo malo que conocieron.

La juventud de Burgenland

Hoy trae la prensa un ejemplo típico de esto.

En Burgenland, las juventudes del FPÖ, ultraderecha austriaca, han decidido imprimir (y, lo que es peor, repartir) flyers (¿Cómo se dirá esto sin utilizar la palabra inlgesa?) en los que aparece una muchacha en topless tapándose los pechos desnudos con los brazos cruzados. La muchacha es, como dirían en una película de nazis, “de purra rasa arria” y el eslogan algo así como “una mujer de verdad tiene este aspecto”, “yo no necesito llevar barba para tener éxito” (ninguna referencia a la depilación facial femenina, sino un dardo obvio disparado a Conchita Wurst).

Está claro que, para un sector nada despreciable de la población austriaca, el mundo está cambiando demasiado deprisa (bueno, es que ellos no han podido digerir más allá de los cambios que sucedieron hasta1985) y algo como Conchita Wurst o como el Lifeball simplemente les sobrepasa y, como les sobrepasa, les enerva y, como les enerva, quieren volver el tiempo hacia atrás y que las chicas sean dóciles muñequitas.

Curiosamente, se da la circunstancia de que el plantel de alevines de la ultraderecha en Burgenland está formado, según el cartel oficial, casi en su totalidad por hombres. En la foto, aparece una mujer solamente ¿Qué pensará ella de todo esto?


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Comentarios

2 respuestas a «Voto de castigo»

  1. Avatar de Andrea

    Flyers = pamfletos o era panfleto?? Que mas da, en este caso el ingles queda más guay 😉 Me ha encantado tu entrada… la metes de una manera tan sutil que es digna de admirar 😉 hehe
    Yo tampoco lo tengo muy claro con Pablo Iglesias, y su intervencion ayer fue mala, y punto pelota.
    Gracias por compartir esta reflexion con nosotros! 🙂

  2. […] han venido a la cabeza dos cosas: en primer lugar, la semana pasada, al hablar de Podemos un lector, de cuya sagacidad no dudo, a pesar de que nunca estemos de acuerdo, …Por cierto, lo hizo en […]

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