El Tribunal de Cuentas austriaco le ha echado un rapapolvo a la ciudad de Viena por lo caótico de la administración de sus finanzas.
15 de Febrero.- Una de las cosas de las que puede enorgullecerse esta ciudad con más justicia es de su red de transporte público. Los medios que los vieneses tenemos para desplazarnos de un lugar a otro de la ciudad están razonablemente límpios, son puntuales, su frecuencia es suficiente y, lo que es mejor, de precio están muy bien. Particularmente, la tarjeta anual, que sale por un euro al día. En los últimos años, particularmente desde que el partido “Verde” co-gobierna en la ciudad, el municipio vienés ha llevado una política de fomento de uso de los transportes públicos (por ejemplo, como decía más arriba, bajando el precio del abono anual y subiendo las multas por no llevar billete que, en la actualidad, ascienden a 103 euros). Como resultado, no solo los transportes públicos vieneses baten record de uso todos los años, sino que también, según ha dado a conocer la ciudad de Viena, desde 2008 el número de viajeros que son pillados por los revisores sin billete ha pasado de un 4.6 por ciento a algo más de un dos.
(Por cierto, cada día hay unos cien revisores haciendo guardia por la red; es cortesía, por cierto, de la red de transportes vieneses el publicar en qué puntos y líneas se producirán los controles; esta información se puede consultar sin ningún problema en la web de Wiener Linien).
Hasta aquí, podría decirse que todo nos va bien (y nos va muy bien). Sin embargo, según informa el periódico Kurier, el Tribunal de Cuentas de la República Austriaca le ha echado un rapapolvo a la ciudad de Viena, cuyas finanzas, no solo parecen ser un poco caóticas, sino que son además difíciles de controlar por el modo “poco profesional” (sic) en el que sus responsables las manejan.
Algunos ejemplitos:
-Las deudas de la ciudad de Viena han pasado de ser, en 2008, de 1.46 millardos de Euros a 4.25 en 2012. Según las previsiones del Tribunal de Cuentas de EPR, se espera que el año que viene la cifra de la deuda de esta ciudad roce los cinco millardos de euros. Sin embargo, el organismo de control austriaco no ha encontrado ningún plan de consolidación para reducir la deuda ni tampoco ninguna manera de racionalizar el presupuesto.
-A estas deudas se unen las de las empresas semipúblicas en las que Viena participa, o sea, la empresa que controla las viviendas sociales (Wiener Wohnen) las aguas de la ciudad y otras. En total, a las cargas anteriores estas empresas suman otros 3.6 millardos de Euros. El organismo de control se queja además de lo caótico de las administraciones de estas sociedades, que hace casi imposible saber a cuánto ascienden exactamente ni los patrimonios ni las deudas.
-Como ejemplos de lo caótico de la contabilidad de las empresas participadas por Viena el Tribunal de cuentas pone como ejemplo las Wiener Linien (los transportes públicos vieneses). La ciudad dice que los pagos a esta empresa participada por Viena han ascendido a 732 millones de Euros. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas ha podido constatar que, en realidad, Wiener Linien recibió 3400 millones de Euros (ambas cantidades en el periodo comprendido entre 2008 y 2012).
Naturalmente, la oposición en el consistorio vienés ha reaccionado poniendo el grito en el cielo –además, este año hay elecciones a la alcaldía de Viena- ¿Se darán por enterados los partidos en el Gobierno? Por el bien de todos los que vivimos en Viena esperemos que sí.
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