Extraños compañeros de cama (en Burgenland)

En azulHoy hace una semana de que las elecciones regionales empezaran a poner el país…¿Cómo decirlo? ¿Más azul? El terremoto parece que no ha hecho más que empezar.

7 de Junio.- Algo se está moviendo –y cómo- en la política austriaca. Hoy hace una semana de las elecciones regionales en Carintia y en Burgenland y hoy hace una semana también que, para disgusto de unos, preocupación de otros y, por qué no, euforia de casi un tercio de la población de este país, el FPÖ, la ultraderecha, cosechó los resultados que mis lectores ya saben.

Lo que parece ser la quiebra del estado de cosas actual se ha producido en Burgenland.

En este estado federal austriaco, el Partido Socialista va a romper lo que hasta ahora había sido la línea mayoritaria del partido a nivel nacional, esto es, aislar al FPÖ y no formar alianzas con él.

El “Landeschef” de Burgenland, Niessl (asimilable a un presidente de comunidad autónoma español) lleva toda la semana haciendo frente a las críticas del resto de su partido (particularmente las juventudes socialistas). El SPÖ a nivel nacional está decidamente en contra de que los Socialistas de Burgenland se alíen con la ultraderecha. Para defender su decisión, Niessl no se cansa de repetir que, en su Estado Federal, el FPÖ es otra cosa que a nivel nacional. Con esto quiere significar, principalmente, que el FPÖ de Burgenland no es esa masa presuntamente cervecera de contornos vagos (y también, por qué no decirlo, vagamente amenazante) que aguanta a pie firme (bueno, a culo firme) pero en la penumbra de los auditorios los mítines de Strache a propósito de los extranjeros, las arbitrariedades de la Unión Europea y todas esas cosas que las viejas vienesas más bordes repiten luego en la cola de la caja del Billa.

La casa azul

¿Es verdad?

Veamos: Johann Tschürtz, el que todo parece indicar que será el hombre del FPÖ en el Gobierno regional de Burgenland nació en 1959 y fue policía entre 1981 y 1997(hay veces en que lo más parecido a la realidad es un tópico), momento en que fue, por primera vez, diputado regional por el FPÖ en la asamblea de Burgenland.

Desde principios de los ochenta, Tschürtz ha ido escalando posiciones en el partido ultraderechista pasando de ser un oscuro militante en una agrupación regional a convertirse en el segundo en el mando del Gobierno burgenlandés. Tschürtz pasa por ser, y en esto Niessl tiene razón, “la cara amable” del FPÖ (aunque cuando le entrevistaron en la ORF cuando lo de las elecciones no pudo evitar ese movimiento de cabeza, tan molesto, que también tiene Strache y que los hace parecerse a esos perros que ponían antes nuestros abuelos en la parte trasera de los coches). De cualquier manera, en el preacuerdo de la coalición se pueden ver claramente los perfiles de la doctrina xenófoba del FPÖ. Está expresamente detallado que, en Burgenland, no habrá refugiados y que ni siquiera se habilitarán cuarteles para acogida.

(A pesar de lo cual, esto es dudoso que pueda cumplirse, ya que, como se ha encargado de recordar a los Bundesländer la ministra del ramo, las competencias están muy bien delimitadas y esta, la de inmigración, está en manos del Bund, o Estado Federal).

Werner Faymann

¿Quién es la víctima indirecta de todo este fregado?

La respuesta más clara a esta pregunta es esta: el canciller Faymann, cuya autoridad ha quedado seriamente en entredicho entre las filas de su partido. Cuando Niessl empezó a sopesar la posibilidad de coaligarse con los ultraderechistas, Faymann dijo que esto no sucedería nunca o, por lo menos, que había tanta probabilidad de que sucediese como de que las ranas criasen pelo. No ha sido así y la gente parece preguntarse cómo puede gobernar un país un hombre que no es capaz ni de gobernar a su gente (sí, ya sé, siempre se dice, con la boca pequeña, que en un partido hay diferentes “sensibilidades” pero esto parece que va más allá de las divergencias de opinión que hay en todas las organizaciones). Las opiniones sobre el futuro de Faymann están divididas entre los que piensan que, de alguna manera, conseguirá remontar la crisis y los que le dan ya por amortizado merced a los nuevos vientos que soplan en el panorama político nacional austriaco y apuestan por la sustitución del canciller por otro hombre más favorable a pactos con la ultraderecha. Y así, en este juego feroz que es la política, el canciller Faymann puede estar luchando por su supervivencia.

De lo que todo esto puede significar a nivel nacional, nos ocuparemos en otro post.

CONCURSO LOS PALOMOS

Qué le pasa

El grupo de teatro Soles del Sur quiere tener un detalle con los lectores de Viena Directo y han puesto a mi disposición dos entradas, válidas para las dos funciones que darán de la obra Los Palomos. Se adjudicarán mediante el correspondiente concursete. Para optar a ganarlas hay que cumplir estos requisitios:

  1. Ser fan de Viena Directo en Facebook (para hacerlo, no hay más que darle al “me gusta” en este enlace).
  2. Averiguar qué le pasa, qué le sobra o qué le falta a esta fotografía de un lugar conocidísimo de Viena.
  3. Decirlo en la página de Facebook de Viena Directo en el post correspondiente a esta entrada.
  4. ¡Ah! Y decirlo antes del día 12 de Junio, en que se acabará el concursete.

¡Suerte a los participantes!


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Comentarios

2 respuestas a «Extraños compañeros de cama (en Burgenland)»

  1. […] Como recordarán mis lectores más memoriosos, las últimas elecciones regionales fueron, probablemente, el primer pistoletazo de salida de la racha que, como la guerra de Sabina, también se anuncia: esto es, el ascenso más o menos imparable de la ultraderecha austriaca o, por utilizar la terminología loca… […]

  2. […] ser que, en tanto miembros de sus partidos respectivos, los siete hombres se felicitaron de lo bien que está funcionando la colaboración entre Socialistas… descartaron (según Hofer) que esta colaboración fuera a extenderse de manera inminente a nivel […]

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