Karl Maria Kertbeny: el vienés que inventó la homosexualidad

Karl Maria Kertbeny2Esta semana se celebra en Viena el orgullo gay. Nada mejor que hacerlo en la ciudad natal de quien inventó el término “homosexual”. Esta es su historia.

14 de Junio.- Habrán comprobado mis lectores que, desde hace un ratito, la cabecera del blog es un poco diferente. Será así durante esta semana. Me he propuesto seguir la costumbre de los tranvías y poner banderas en la cabecera del blog en determinadas ocasiones.

Durante esta semana tocan las fiestas del pueblo elegido y la comunidad gay celebra su orgullo (por cierto, por vigésima vez en esta capital). Aprovechando que el Danubio pasa por ella, vamos a hablar hoy del vienés que inventó la homosexualidad. O casi.

Dos

El 24 de Enero de 1924 vino al mundo en la ciudad de Viena nuestro hombre: Karl Maria Benkert, luego conocido como Kertbeny.

A los dos años, la familia Benkert se mudó a Budapest porque el padre había encontrado trabajo como director de un hotel. Así que, Karl Maria alcanzó la juventud en la capital húngara. Como suele sucederles a la inmensa mayoría de los escritores y debido a la circunstancia de que el ser humano tiene la mala costumbre de comer tres veces al día, Kertbeny compaginó la literatura con otros oficios de carácter alimenticio.

El primero del que se tiene noticia es el de aprendiz en una librería, a los diecinueve años. En esta época, un amigo suyo se suicidó porque otro tipo le chantajeaba amenazándole con sacarle del armario (bueno y, de paso,  meterle en la cárcel porque la homosexualidad, en aquella época era delito) . El suicidio de su amigo impresionó a Karl Maria vivamente y, a partir de entonces, decidió poner su talento literario y todos sus recursos (que eran pocos, desgraciadamente) al servicio de la causa homosexual (después de contarlo, lo pongo en duda: Kertbeny, como luego se verá, era él mismo homosexual, así que es probable que, en lo relacionado con su activismo “respirase por la herida”).

Antifaz

A partir de mediados de los cuarenta del siglo XIX y con motivo de una discusión con su padre, Kertbeny se marchó de Budapest y empezó un vagabundeo que lo llevó por toda Europa. Cuando tenía 44 años (en 1868) Kertbeny empezó a escribir sobre la homosexualidad siguiendo (oficialmente) “un interés antropológico” (¡Cualqiera decía la verdad, claro!). El seis de mayo de 1868, aparece por primera vez en la Historia la palabra homosexual y con esta aparición empieza lo que hoy llamaríamos “activismo” de Kertbeny. No solo inventó la “homosexualidad” como concepto, sino también, claro, la heterosexualidad. La bisexualidad no, por cierto. Ya que bisexual era un término ampliamente extendido en la botánica de su época (Kertbeny, como era aprendiz de todo y maestro de nada, también fue un notable botánico amateur).

Fue el primero en decir que la homosexualidad es un estado innato y no modificable, muy en contra de la opinión mayoritaria de su época, que consideraba a los gays y a las lesbianas unos viciosos que no eran normales porque no les salía del pirulí (adviértase que esta última estupidez sigue sosteniéndola hoy mucha gente, ciento cincuenta años después). En aquella época se consideraba la homosexualidad como un acto de pura maldad. Kertbeny defendió por el contrario que los homosexuales no solo eran gentes como las demás, sino que también eran capaces de actos muy nobles y daba el argumento de que, a lo largo de la Historia, grandes héroes habían sido homosexuales (entre ellos, por ejemplo, el Príncipe Eugenio de Saboya, del que ya hablábamos un día por aquí).

Durante los años siguientes, Kertbeny, como polemista y con las posibilidades que dejaba el draconiano acto legal de su época (muy “putinesco” como si dijéramos), siguió defendiendo la despenalización de la homosexualidad, desde el prisma de los derechos humanos, abogando por la derogación del párrafo 143 del código prusiano (la llamada “Ley de la Sodomía”). De hecho, las autoridades prusianas le consideraban “un peligroso demócrata”.

Una pareja

Sin embargo, a diferencia de otros escritores de su época, como Karl Heinrich Ulrichs, que iban más en plan “soy marica y si te pica, pues te rascas”, Kertbeny no solo ocultó su homosexualidad y, aterrado por la persecución de la policía y las autoridades, borró sus huellas todo lo que pudo (solo en sus diarios íntimos se confesó y muy a medias) sino que se fue alejando poco a poco de los focos del activismo y se concentró en su labor de traductor y divulgador de la literatura y las tradiciones húngaras (fue amigo de los hermanos Grimm, grandes folkloristas y recopiladores de las tradiciones alemanas). Por sus memorias, que escribió por esta época, desfilan grandes personajes de la cultura de su tiempo, como Georges Sand o Alexander Humboldt.

Kertbeny murió en Pest, en 1882, probablemente a consecuencia de la sífilis. Su tumba estuvo perdida durante mucho tiempo, hasta que en 2001 fue redescubierta y se le puso una nueva lápida a la que todos los años, desde entonces, peregrinan los gays y las lesbianas húngaros. Se considera a Kertbeny como uno de los pioneros por la lucha de los derechos de los gays.


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Comentarios

Una respuesta a «Karl Maria Kertbeny: el vienés que inventó la homosexualidad»

  1. Avatar de Ernesto Pastore
    Ernesto Pastore

    CORRECCIÓN DE FECHA DE NACIMIENTO DE KERTBENY:
    Karl-Maria Kertbeny
    Fecha de NACIMIENTO: 28 de febrero de 1824, Viena, Austria
    Fecha de la muerte: 23 de enero de 1882, Budapest, Hungría

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