Acuerdo histórico en Viena

TulipanesDespués de dos años de negociaciones hoy, en tanto que anfitriones, los austriacos tienen toda la razón en sacar pecho.

14 de Julio.-Una de las cosas que los austriacos echan de menos es la de “contar algo” en el mundo mundial. Por eso, cada vez que en Viena pasa alguna cosa con relevancia internacional, los austriacos hinchan el pechito y miran orgullosos como diciendo “Mira lo que sabemos hacer cuando nos dejan”.

Hoy ha sido uno de esos días y la verdad es que los austriacos han tenido razón para sacar pecho y para sentirse orgullosos, en tanto que anfitriones de una negociación que ha durado dos largos años y en la que se han enfrentado dos concepciones del mundo bastante opuestas: la teocracia iraní (un estado que, como El Vaticano, está regido por la ley de Dios) y el resto de las potencias nucleares.

Durante estos dos años, incluidas estas dos últimas semanas, las conversaciones han estado mil veces a punto de fracasar y la paz mundial a punto de irse a la porra (o sea, más de lo que ya está ida) pero por fin, quizá debido al clima de calma y tranquilidad que se respira en esta urbe, en donde el sol espejea sobre la límpida superficie del Danubio, ha triunfado una forma de sensatez y todas las partes han conseguido un poco lo que querían.

Irán, ha conseguido por fin entrar en el grupo de las potencias nucleares (ya lo era de hecho,pero los otros países estaban acongojaditos perdidos ante el solo hecho de tener que reconocerselo). A cambio ha asegurado que va a utilizar la energía nuclear producida con uranio solo con fines pacíficos y que, si decide fabricar una bomba nuclear, tardará por lo menos un año en hacerlo (un año que, es presumible, los otros países gastarían en intentar convencer al régimen iraní de que no produjese la bomba en cuestión).

Por su parte, eso que se llama “occidente” ha premiado la decisión de Irán y su promesa de no construir una bomba atómica (de momento), aflojando las sanciones económicas que durante años han estrangulado al régimen de Teherán y condenado a los iraníes a la penuria y a la economía del país a la pobreza debido a la falta de insumos.

La vuelta de Irán a cierta sensatez y la decisión de “Occidente” de aceptar sus pretensiones (por lo menos una parte) pasando por encima de la influyentísima (por lo menos en Estados Unidos) opinión del Estado de Israel, opinión que era absolutamente contraria a la salida de Teherán del ostracismo, no ha sido, ni mucho menos, una casualidad sino fruto del pragmatismo, principalmente, de Barack Obama, un político que ve cómo su país se está ahogando en una guerra muy lejana de su territorio y que no avanza (todo lo contrario: retrocede, produciendo no solo pérdidas materiales enormes sino también una alteración duradera del equilibro estratégico de la zona afectada y, colateralmente,también de la Unión Europea).

Ahora mismo, con la situación en Oriente Medio como está, “Occidente” ha elegido fortificar a Irán y atraérselo como medio para parar a los barbas del Estado Islámico. Cualquier aliado es necesario en esa guerra con consecuencias, hoy por hoy, imprevisibles. En cualquier caso, si hay algún lector al que le interese más el asunto, aquí podrá leer un resumen y aquí, en El País, para que no haya suspicacias, un análisis del pacto.

En Viena, hoy, los diplomáticos respiran con la sensación de haber cumplido su misión.


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Comentarios

Una respuesta a «Acuerdo histórico en Viena»

  1. Avatar de Luis
    Luis

    Buenas noticias en las primeras planas de los periódicos. Es reconfortante, para variar

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