Hace pocos minutos los ministros de la Unión han alcanzado un primer acuerdo para la crisis de los refugiados. Es casi la única buena noticia. Y ni siquiera enteramente.
14 de Septiembre.- Hace días dije que uno de los fallos que había tenido la solución de abrir las fronteras austriacas y alemanas a los refugiados había sido el haber dejado a Viktor Orbán con el porompompero al aire. Estamos de acuerdo en que Orbán es un indivíduo muy poco, pero que muy poco presentable, pero es obvio que su venganza ha sido si no demasiado refinada, sí bastante efectiva.
¿No queréis refugiados? Pues vais a tener refugiados. Y así, desde la frontera de Hungría hasta la que Hungría tiene con Austria, se ha transportado „sistemáticamente“ a todos los que han querido atravesar el país.
Asimismo, los funcionarios húngaros han observado una política de cero colaboración con los funcionarios austriacos -ya se sabe, al enemigo ni agua- así que los que se encuentran en Nickelsdorf (paso fronterizo entre Hungría y Austria) están más o menos igual que los que se encuentran en la valla húngara, y no tienen ni idea de cuántas personas les aguardan.
Por lo pronto, por cierto, hay otro „punto de dolor“ en la frontera entre Hungría y Austria y es Heiligenkreuz, a donde han empezado a llegar refugiados en las últimas horas (unos 4000 desde la noche de ayer).
En las últimas horas, los acontecimientos se han precipitado. Vamos a intentar hacer un repaso de todo lo que ha pasado hasta ahora, que es mucho:
-En Bruselas, los ministros de justicia y de interior se han puesto de acuerdo (!Por fin!) en que van a aceptar un cupo de 40.000 personas por país (multiplique usted por veinticinco). Es esperable que así se alivien, por lo menos, las fronteras sur de la Unión, en Grecia y en Italia.
-El Gobierno austriaco ha decidido también cerrar las fronteras con Hungría, pero no hacerlo totalmente, sino solo al estilo alemán (el cual pasa por dejar pasar a los fugitivos sirios y no dejar pasar a los de toras nacionalidades). Por lo pronto, no parece un buen momento para ir a hacer turismo a Budapest. El ministo de defensa austriaco, Sr. Klug, ha anunciado asimismo el envío de una fuerza de 2500 soldados a Nickelsdorf, para ayudar a la policía, tanto en la atención a los refugiados como en los controles intermitentes que la policía ejerce para evitar el tráfico de personas.
-Esta mañana se ha restablecido, en parte por lo menos, el tráfico ferroviario entre Alemania y Austria, salvo en el tramo Salzburgo-Munich, que sigue cerrado. La validez del tratado de Schengen se ha visto también suspendida en otros lugares de la Unión, como está previsto en las bases del propio tratado por causas de fuerza mayor y ya ha sucedido en otras ocasiones (Holanda ha suspendido la validez de Schengen un par de veces, si la memoria no me falla). Con esto, por lo menos durante un tiempo, estaremos en la „edad de piedra“ de la Unión, cuando uno tenía que andar por ahí enseñando el pasaporte si quería pasar de un país a otro.
Las autoridades alemanas, de momento, han advertido de que es posible (vamos: es probable) que debido a los controles fronterizos se produzcan retenciones y atascos y pasar de Austria a Alemania en coche sea un proceso más duradero de lo normal.
Si hay algún cambio en las próximas horas, seguiremos informando.
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