Este año, el día 18 de Junio, va a haber overbooking en la Ringstrasse de Viena, sin embargo es presumible que reinará también la mayor de las cortesías.
6 de Mayo.- Como todos los años, salvo causa de fuerza mayor -el pasado fue una boda a la que asistí- estaré en la marcha del Orgullo Gay (aquí llamada Desfile del Arcoiris o Regenbogenparade) y, naturalmente, al tiempo que reivindico, como cualquier persona decente debería hacer, una de las cosas de las que estoy firmemente convencido, la cual es, por supuesto, que ninguna persona debe ser discriminada por sus preferencias sexuales, estaré naturalmente haciendo fotos. Fotos que luego, Lightroom e internet mediante, verán también mis lectores.
Los desfiles del Orgullo, por cierto, se celebran en diferentes fechas en diferentes países (para que aquellos que quieran, puedan divertirse varias veces en un mismo año) pero siempre alrededor del 27 de Junio ¿E purcuá? Se preguntarán quizá alguno de mis lectores, porque el 27 de Junio de 1969, se produjo una redada en el bar Stonewall Inn del Village de Nueva York y el 28, que ya era ganas de dar por estribor, una segunda. Y en la segunda, tan inmotivada como la primera, los gays que estaban en el bar experimentaron un súbito inflamiento de narices, al verse oprimidos sin razón. Y se produjeron manifestaciones reivindicativas que terminaron en disturbios y, a partir de ahí, los gays del mundo (que pueden en países que pueden permitírselo cosa que no se da, por cierto, en sitios como el Vaticano o en Arabia Saudí) celebran el aniversario de esta manifestaciones como piedra fundacional de un movimiento que ha cambiado la faz del mundo (para bien).
Pues bien: la manifestación del orgullo recorre todos los años la Ringstrasse. Suele hacer un calor de cojones, con perdón, porque, en vez de celebrarla con la fresca, como sería de sentido común en pleno verano, los organizadores del orgullo gay vienés congregan al gentío a las tres de la tarde (se conoce que, como los del pueblo, el resto del año, trabajan tanto los bíceps y van mucho sin camiseta, para que nadie se resfríe con el relente).
Pues bien: este año, en la Ringstrasse, el día 18 de Junio, va a haber overbooking, porque justo ese día, solo que a las doce de la mañana, se va a celebrar la „Marcha por Jesús“ obviamente en honor y conmemoración del rabino judío de Galilea al que los romanos ejecutaron hace más o menos 1993 años, año arriba o año abajo, porque en la edad de Cristo, salvo las abuelas cuando cumples 33, no se pone la gente muy de acuerdo.
Hay que aclarar que la „Marcha por Jesús“ no tiene (en principio) nada que ver con la pandilla de locas fundamentalistas que, al paso del desfile del orgullo, vociferan amenazando a los pobres gays, a las pobres lesbianas y a los no menos mansos y pacientes transexuales con una eternidad en las calderas de Pedro Botero, sino que es un encuentro multiconfesional patrocinado por Christoph Schonborn el cual, por otro lado, ha dado muestras de tolerancia con los homosexuales (sin que las locas fundamentalistas hayan pillado el mensaje, por cierto, ni parece que lo vayan a pillar).
La última vez que se celebró la marcha (aún sin el morbo de coincidir con el Orgullo) fueron 12000 personas. Así que este acto estará, como se dice en lengua vernácula „bien visitado“.
Por cierto, que este año la ruta del desfile del Orgullo cambia. Empezará a las tres de la tarde en el Sigmund Freud Park, enfrente de la Iglesia Votiva, donde también estará instalada la feria, que durará una semana, en donde los gays y sus amigos (heteros o del pueblo) podrán irse a tomar unas copichuelas y a disfrutar de la tolerancia que se respira en esos días (y quién sabe, quizá a emborracharse para olvidar la noticia de que habrá ganado el candidato tróspido, Dios lo impida). Después de darle la vuelta al Ring, la comitiva volverá a la casilla de salida y allí se producirá la manifestación final, que irá acompañada, como suele ser normal, de actuciones musicales. En el lugar en donde normalmente está el „dorf“ este año estarán las pantallas gigantes que les servirán a los aficionados al fúrgol para poder gozar (o sufrir) en compañía de las andanzas de sus equipos favoritos.
Por cierto, que como es normal entre personas adultas, entre las dos marchas es presumible que reinará la mayor de las cortesías. No en vano los de la Marcha por Jesús habían convocado primero la suya, y accedieron a adelantarla para que pudiera celebrarse también el Orgullo. A ver si algunas van aprendiendo.
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