Tal día como hoy, hace 71 años, el campo de exterminio de Mauthausen, en las cercanías de Linz, fue liberado.
15 de Mayo.- Hoy es día de aniversarios. Tal día como hoy fue bautizado el movimiento del 15-M, que tanta influencia ha tenido en la historia reciente de España.
Sin embargo, hoy día de San Isidro (ese señor que es el ideal de todo español, porque mientras él estaba en la Iglesia vagueando los ángeles le cavaban el huerto) también se conmemora la liberación del campo de trabajo de Mauthausen, que aún existe -si bien, afortunadamente, sin uso- en las cercanías de Linz.
Nada más producirse la anexión de Austria -a partir de entonces Ostmark- en 1938, los nazis se pusieron a la tarea y, a partir de Agosto de 1938 empezó a funcionar . En Abril de 1938 se fundó en Berlín la Empresa de Canteras y labores de Tierras (DEST, por sus siniestras siglas en alemán) que se aprovechó para desarrollar su actividad económica de la mano de obra esclava que le proporcionaban los campos de trabajo dirigidos por las SS. La construcción del campo de concentración de Mauthausen fue llevada a cabo por 30 trabajadores civiles entre Abril y Agosto de 1938, momento en el que fue entregado a la DEST para que pudiera, mediante la utilización de los primeros prisioneros (300 austriacos) explotar la cantera anexa al campo. Vinieron del campo de concentración de Dachau. Un año después de su „inauguración“ Mauthausen se convirtió en un campo autosuficiente y alcanzó su mortífera velocidad de crucero.
Se calcula, porque es imposible saber las cifras exactas que, entre 1938 y 1945 vivieron en Mauthausen unas 200.000 personas. El número no se sabe con precisión, porque los prisioneros de guerra soviéticos, a los que se asesinaba de un tiro en la nuca, nunca fueron contados. El último número „oficial“ (o sea, tatuado en el brazo del prisionero) fue el 139.317.
Los internos en Mauthausen fueron de diferentes nacionalidades, entre ellos muchísimos españoles, a los que los nazis habían capturado en Francia, después de que los pobres de ellos hubieran tenido que exiliarse después de nuestra guerra civil. El Gobierno franquista, inmerso en aquellos entonces en la brutal tarea de represión que se ha dado en llamar „los años de plomo“ y durante la cual existieron en España campos de concentración y fusilamientos indiscriminados, lo mismo que muertes por hambre, trabajos forzados y enfermedades entre la población reclusa, fue preguntado por la dictadura alemana a propósito de qué quería que se hiciera con aquellos compatriotas nuestros y se desentendió completamente de su destino, condenándoles a una muerte atroz. Aquí y aquí dos historias de prisioneros españoles republicanos asesinados en Mauthausen.
Alrededor del 3% de la población del campo eran mujeres y también hubo niños que fueron también brutalmente asesinados.
Mauthausen era el nodo central de una red de muerte con 52 „campos auxiliares“ (Nebenlager). Los más grandes estaban en Gussen y en Melk.
Un aspecto especialmente horrible del cautiverio en Mauthausen lo llevaron las pobres a las que las SS forzaron a ser esclavas sexuales en el burdel del campo. Pertenecían todas a la categoría de „asociales“ y la mayoría venían del campo de Ravensbrück. A las que quedaban contagiadas por alguna enfermedad de transmisión sexual se las utilizaba como cobayas médicas y las que quedaban embarazadas eran obligadas a abortar.
Hasta 1990, por cierto, no fueron consideradas como víctimas del nazismo y no recibieron ninguna compensación económica.
En Abril de 1945, antes de la liberación del campo, los SS, conforme a la política de tierra quemada de los nazis, empezaron a destruir toda la documentación relativa al campo y a asesinar a los pobres que quedaban en él. No se sabe cuántos murieron antes de que las tropas del ejército estadounidense consiguieran liberar el campo.
Es importante que no se borre el recuerdo de Mauthausen y de otros lugares de infamia como él, precisamente en estos días en los que vuelven a brotar los fantasmas de la inhumanidad, del racismo, del temor a lo extranjero, en donde se desacredita a grupos enteros de seres humanos por su religión o por su raza o porque su manera de vida es supuestamente ajena a „lo europeo“, es importante que todos nos demos cuenta de que la Historia puede repetirse, que es perfectamente posible que en cualquier momento suban al poder ideologías que nieguen, como entonces, lo más esencial del ser humano. Cada 15 de mayo es un buen momento para recordarlo, pero no se nos tiene que olvidar nunca. Los muertos no nos lo perdonarían.
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