Una vela a Dios

Velas!Tantas cosas, tantas cosas! El folio diario se me queda corto para contar todas las que han pasado en las primeras horas de VdB como Budespresi (no todas buenas, por cierto).

24 de Mayo.- En general, mi sensación es que el mundo sigue con muchísimo interés lo que está pasando en Austria y a mí, la verdad, se me queda pequeño el espacio de un folio diario para explicar los múltiples aspectos noticiosos que pueden interesarle a un lector curioso e ilustrado, como yo pienso que son los míos.

Voy a intentar hacer un breve resumen de lo sucedido en las últimas horas, para que nadie se pierda.

Ayer, el Presidente electo, Sr. Van der Bellen, dio su primer discurso. Ante un atril en donde, ostensiblemente, estaba puesta la bandera „rojiblianca“ y, detrás del orador lo mismo: la bandera „rojiblianca“ y la de la Unión Europea. El que será el próximo „Bundespresi“ de Esta Pequeña (pero adorable) República se mostró conciliador como correspondía a la ocasión. Habló despacito y tuvo palabras de reconocimiento para su oponente el cual, mientras tanto, se recuperaba del desgaste electoral en Pinkafeld, marco-incomparable-de-belleza-sin-igual. Naturalmente, hizo el cargo electo votos de tratar de acercarse al cincuenta por ciento del electorado que le había hecho pedorretas delante de las urnas.

Para terminar y remachar esto, soltó VdB un párrafo un poquito abstruso, la verdad, que supongo que quería ser una mano tendida a los que, meanwhile, le estaban poniendo a caldo en las redes sociales (luego entramos en eso).

Aquí dejo la transcripción y luego la traduzco:

Aber ich finde, man kann den Gleichstand auch so sehen: Wir sind eben gleich. Es sind zwei Hälften, die Österreich ausmachen. Die eine Hälfte ist so wichtig wie die andere. Ich könnte sagen: Du bist gleich wichtig wie ich und ich bin gleich wichtig wie Du. Und gemeinsam ergeben wir dieses schöne Österreich“

Lo cual, en cristiano, quiere decir aproximadamente:

Pero yo pienso que se puede ver el empate de esta manera: estamos a la misma altura. Son dos mitades las que componen Austria. Una mitad es tan importante como la otra. Podría decir: tú eres igual de importante que yo y yo soy igual de importante que tú. Y juntos, damos como resultado esta bella Austria“.

(Por cierto, el discurso completo puede leerse en esta estupendísima página).

Mientras tanto, ya digo, las redes sociales de los perdedores rugían.

Los medios austriacos informan hoy de que, en la página de „Féisbul“ del FPÖ pudieron leerse todo tipo de denuestos e incluso amenazas hacia la integridad física del pobre VdB.

Llegaron los ánimos a hervir hasta un punto que el propio Strache (o los propios que le administran la página de del Feis) tuvieron que terciar y, aún reconociendo la hidalga indignación de sus fanes y fanas ante la pérdida de una victoria que habían acariciado con las yemas digitales, pidió el político ultraderechista que cesaran a la voz de ya aquellas amenazas. A pesar de lo cual continuó la fiesta hasta altas horas de la madrugada.

No consiguió Strache que reinara la paz y sus becarios hubieron de ponerse a la tarea de borrar comentarios como uno muy salado de un usuario que decía que ya el FPÖ no le merecía confianza y que él iba a fundar una banda con sus amigotes para actuar (agieren) según su recto entender y el bien de la raza aria.

En fin.

A la noche, convocó Armin Wolf a Eva Glawischnig, „portavoza“ de los verdes y a Strache, portavoz del FPÖ, a un intercambio de impresiones en el plató del Zeit Im Bild, telediario de máxima audiencia.

Acudió solo Frau Glawischnig, porque Strache debió de pensar que lo de invitarle debía de ser para recochinearse de él y de su conspiranoia a propósito de las papeletas y los recuentos. Wolf no dejó a la verde complacerse ni un segundo en las mieles de la victoria recién estrenada la cual, por cierto, ni era de Glawischnig ni era del partido al que ella pertenece, por más que Los Verdes hayan pagado la campaña de VdB, porque, oficialmente, VdB era un candidato independiente.

Armin Wolf -son años de experiencia- es un experto poniendo dedos en las yagas y ayer, sin pelos en la lengua, le preguntó a Glawischnig, varias veces, a propósito de este hecho incómodo:

¿Cómo se explica usted que aún habiendo hecho todo Cristo publicidad a favor de Van der Bellen, haya conseguido Van der Bellen, con perdón, esta caca de victoria que ha conseguido? -y le faltó añadir „que casi nos matan a todos de un infarto, leñe“.

Y luego sacó el ejemplo de Le Pen, que quedó acorralado por una mayoría progresista en una Francia que quería frenar a la ultraderecha.

Yo, que estaba viendo el asunto mientras planchaba, aún comprendiendo que Wolf tenía el deber de fustigar a la lideresa más pija desde que Penélope Glamour se bajó de los autos locos, no tuve más remedio que dejar de planchar la camisa que estaba planchando y mostrarme en desacuerdo. Porque aquí no ha habido „aux armes citoyens“ a favor de VdB en (casi) ningún momento y las otras fuerzas políticas -menos Griss- en ningún momento han pedido el voto por VdB, que hubiera sido lo suyo, digo yo.

Aunque este país, ya se sabe, es muy de estas cosas: desde que el mundo es mundo no han hecho otra cosa que nadar y guardar la ropa. Ponerle una vela a Dios y otra…Bueno, al otro.

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!Mucha suerte a todos!

Soles del sur


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