¿Sabes quién se ha muerto?

AngelUna pregunta muy española que, aunque no lo parezca, tiene algo que ver con Austria. Vamos a echarnos unas risas.

13 de Junio.- Cuando uno emigra, uno aprende a darse cuenta de cosas que a uno le parecen normales pero que son muy específicas de donde ha nacido. En mi caso, me costó darme cuenta de que, una de esas cosas que los españoles preguntamos mucho y que a un austriaco ni frío ni calor es:

-¿Sabes quién se ha muerto?

Que es una pregunta muy de los pueblos, en donde las altas y las bajas en la tribu son las noticias más importantes que se pueden dar o recibir. Yo, cuando hablo con mi madre, es una pregunta que sale día sí y día no. Porque gente se está muriendo todo el rato, ya se sabe, y cuando no es un famoso, es un vivo anónimo que deja de estarlo como los errores del Windows „unexpectedly“ de modo que, contando la vida y milagros del occiso, echamos un rato muy agradable (y nos reimos también, que falta hace en estos días inciertos).

Uno de los momentos en que, como decía Judy Garland en El Mago de Oz, uno se da cuenta de que ya no está en Kansas anymore es lo que sucede acto seguido. Porque claro, le llama a uno su madre y, emocionada, pregunta:

-¿Sabes quién se ha muerto?

Y uno, va y se pone:

-Pues anda, cualquiera sabe.

-!Papuchi! -el padre de Julio Iglesias, el Doctor Iglesias Pu(l)ga -q.e.p.d.-un viejecito verde conocido por su vocecilla, su acento franquistín del Barrio de Salamanca y por su ímpetu amatorio aparentemente inmarchitable, haciendo uso del cual le dio a Julio un hermano que, cuando nació, hubiera podido ser nieto del cantante.

Dejando aparte el árbol genealógico de los Iglesias, la soledad el emigrante llega cuando uno cuelga y piensa „!Se ha muerto Papuchi! !Se ha muerto Papuchi!!Estalló la bomba informativa!“ pero claro, la bomba informativa solo es bomba si alguien oye el zambombazo con uno, así que entonces el español coge por la manga al austriaco que le pille más próximo y, ansioso por contar la historia, le pregunta:

-¿Sabes quién se ha muerto?

Y el austriaco, si demuestra algún interés, cosa que es dudoso que pase, cuando uno le contesta:

-!Papuchi!

Es muy probable que diga, sin mover un músculo facial:

Pues qué bueno para él –como diciendo “me chupa un pie, qué quieres que te diga”.

Otro lo habría dejado ya por imposible, pero yo es que soy adicto a la sensación cosquilleante de darle a otro la noticia de que se ha muerto un famoso.

Quizá por ese cosquilleo de saber antes que nadie quién se ha marchado a ver cómo crecen los rábanos desde abajo (qué expresión tan austriaca) y luego poder contarlo y, por qué no admitirlo, por puro afán de cotilleo, el que esto escribe gusta, de vez en cuando, de hojear los obituarios de El País (en su versión digital, que la de papel no llega y ya, habiendo „interné“ pues pa qué).

La verdad es que los obituarios, cortos o largos, son unos artículos bien bonitos y que relaja leerlos (o son laudatorios o son neutrales y eso, en este mundo de crispación, pues gusta). Hoy, echándole un ojo a las últimas incorporaciones al equipo de la parca he constatado que la gente de la que se ocupa El País (artisteo y tal) palman casi todos a una edad en que, como dice mi madre, „tienen ya su vida hecha“.

De esta forma hoy me he enterado de que, hace cosa de un mes, murió en su casa de Estepona una señora que, en su juventud, fue preciosa.

Se trata de la actriz Madeleine LeBeau que ha muerto a la misma edad que murió mi abuela María, a los 93. A mis lectores no les sonará de nombre, pero inmediatamente le pondrán cara porque en su película más famosa, Casablanca, canta La Marsellesa con lágrimas en los ojos, para contrarrestar a los nazis que están cantando alguna cosa de Mordor. Era la última superviviente del reparto de la película (todos, incluyendo al austriaco Peter Lorre, fallecieron hace ya mucho tiempo).

En esa película hay una escena muy famosa. El corrupto Claude Rains, que creo que en la peli se llama Renaud, hace una redada en el café de Rick. El personaje de Humphrey Bogart le pregunta el por qué de la redada y Claude Rains, afectando indignación dice:

!Qué escándalo, aquí se juega!

Al mismo tiempo, llega un tipo por detrás y le da un fajo de billetes:

-Sus ganancias, señor.

No he podido evitar pensar en esa escena de Casablanca cuando, leyendo el periódico, me he enterado de que los „identitarios“ van a denunciar a la ORF por haber dicho de ellos que son „neonazis“ y de „extrema derecha“ (!Qué escándalo, aquí se juega!). Pues eso.


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Comentarios

Una respuesta a «¿Sabes quién se ha muerto?»

  1. Avatar de Sandra
    Sandra

    Pues mira tú Paco que la esquela que me gustaría ver a mí un día sería la siguiente: “Viendo crecer los rábanos desde abajo se encuentran ya para siempre la maldad y estupidez humana,amén”.Un saludo

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