Disfrutando, que la vida es corta

Life is very shortHoy, huyendo del ruido mundanal y deseando desconectar de los arrechuchos cotidianos, Viena Directo ha salido fuera de donde suele estar ¿A que no adivinas dónde?

9 de Julio.- Atención, queridos viajeros del tiempo, porque estamos atravesando la parte más hermosa del verano austriaco que este año está siendo bastante agradable y no tan caluroso como otros, por cierto.

La playa de los vieneses es el lago Neusiedl perfectamente alcanzable en tren desde la Hauptbahnhof y, naturalmente, profusamente alcanzado por todos los vieneses que quieren librarse un poco de las angustias y los estreses de la vida cotidiana.

Parque natural

Burgenland, que es la región limítrofe con Hungría en la que está el lago era, hasta la entrada de Austria en la Unión Europea, la zona más pobre del país (de hecho, en Austria, los chistes de Lepe son chistes de burgenlandeses porque ya se sabe que, en el imaginario colectivo, la pobreza suele estar asociada con la falta de entendederas).

Sin embargo, desde que Austria entró en la Unión (y, aún más, desde que los países limítrofes se cobijaron bajo el paraguas europeo) Burgenland se ha convertido no solo en una región mucho más próspera al devenir un nodo regional de primera importancia, sino también en la meta de un turismo interior que no solo es austriaco, sino también intraeuropeo.

Limonadas

Gracias a los fondos de cohesión de la Unión, se mejoraron las carreteras y se construyeron muchas infraestructuras que hacen que la vida en el rincón más septentrional de Austria sea cómoda, agradable y, sobre todo, enclavada en mitad de la naturaleza.

Bicicletas

Entre Neusiedl am See, lugar en donde yo paso últimamente muchos fines de semana, y Podersdorf, la meta de nuestro viaje de hoy, hay un estupendo camino para bicilcetas que discurre paralelo al lago y que atraviesa lo que es patrimonio natural de la Humanidad: la llanura que llega hasta Hungría y que fue, hace millones de años, el fondo de un mar tropical.

Encuéntrame

Hoy he hecho este cómodo camino (sin matarme, por cierto, lo cual considerando mi habilidad con las cosas que tienen ruedas es ya todo un mérito) para ir a un festival culinario que tiene lugar este fin de semana en Podersdorf. Al llegar, como pueden suponerse mis lectores, estaba aquello de bote en bote, lleno de esos camiones que se han puesto de moda y que, adoptando la terminología angloparlante se llaman „foodtrucks“. Había exquisiteces para todos los paladares, dulces y saladas y, a pesar del aspecto de feria de todo el asunto, todas con un nivel. Lo cual le ha permitido a uno ratificarse en eso que tiene escrito muchas veces y es que los austriacos son especialistas en aprovechar cuarto y mitad de lo que tengan para promocionar el turismo interior y para animar zonas que, de otra manera, igual no se comerían un colín (aprendamos los españoles).

El vendedor modelo

Por haber, había (hay) hasta paella auténtica (o, por lo menos, hecha por un español). Tenía buena pinta. Al español, por cierto, me ha dado cosa saludarle así que tampoco puedo contarle a mis lectores más historia que esta de que estaba allí.

Uno ha podido también observar la presencia de cierta subcultura „moelna“ quizá atraida por el windsurf, el kitesurf y los deportes acuáticos que se pueden practicar en esta parte de Austria.

Paella

Dejo a mis lectores algunas de las fotos que he hecho por si, en algún momento, necesitan ideas para unas vacaciones.

Tatuajes

Burgenland en general siempre merece una visita.


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