Un post de muerte

maderaDespués de una semana de vacaciones ¡Viena Directo está de vuelta! Hoy, con un post sobre el jobi nacional de los austriacos: la parca.

14 de Agosto.- Es bonito volver a casa después de hacer un viaje de casi cuatromil kilómetros y ver la bandera de la Unión Europea en el paso fronterizo. Hoy he vuelto a la Unión, casa común de todos los europeos, por el paso de Nickelsdorf, que separa Hungría de EPR. Hace un año, sobre poco más o menos, el mismo sitio que yo he tenido oportunidad de contemplar desde un atascazo de cinco kilómetros –por alguna extraña razón, la policía austriaca solo dejaba entrar a los vehículos en fila de a uno- había muchísimas personas que buscaban refugio en los valores que los europeos o, mejor dicho, nuestros gobiernos, dicen representar. Algunas, lo han conseguido y, mientras duran las penurias en sus países de origen, han conseguido, con la ayuda de mucha gente buena, construirse aquí una vida de emergencia. Otras, siguen en ello.

Pero no es eso de lo que quería hablar hoy. En el periódico vienés Der Standard, más concretamente en su edición digital, “han echado” hoy un reportaje muy interesante relativo a uno de los jobis más antiguos que tiene este pueblo al que quiero tanto (parezco RJ, LMG, q.e.p.d.): Me estoy refiriendo, sin lugar a dudas, a la muerte, que ya se sabe que pasa sus vacaciones en Viena.

¿De qué se mueren los austriacos y cuándo? ( o debería decir ¿De qué nos morimos los austriacos, y cuándo? Porque ya que comparto en gran medida su estilo de vida, también es probable que comparta también su estilo de muerte).

La buena noticia es que, desde 1970, la esperanza de vida en EPR sube, como diría Jesulín, en dos palabras, im-parablemente. Cuando empezaron a llevarse los pantalones de pata de elefante, los austriacos cascaban, como media, a los 66 y las austriacas a los 73. Hoy, casi cincuenta años más tarde, la mejora ha sido espectacular, y los señores podemos esperar vivir hasta los 78, y las mujeres hasta unas venerables 84 primaveras. Hasta ahí, lo bueno (si es que tiene algo de bueno hablar del momento en el que uno se va a ir a criar malvas). Lo malo es que la mejora de la esperanza de vida no ha afectado igual a todas las capas de la sociedad.

Un factor decisivo a la hora de vivir más años (y yo añadiría para vivirlos con salud) es el nivel educativo. En los hombres, por ejemplo, y siguiendo los datos del Instituto Austriaco de Estadística, si uno tiene estudios universitarios puede esperar vivir casi ocho años más que si uno ha aprobado raspado la enseñanza obligatoria. Las razones son, principalemente, de estilo de vida. Los de mayor nivel educativo, en general, tienen mejores trabajos y, por lo tanto, ganan más, de manera que se pueden permitir comer mejor (más frutas, más verduras, dieta más variada), también identifican antes los síntomas de que algo no les funciona como Dios manda, beben menos alcohol (dentro de que, en Austria, como todos sabemos, la población en general bebe a troche y moche) y también hacen más ejercicio.

¿De qué se mueren los austriacos? La causa principal de muerte en casi todas las edades son las enfermedades coronarias y las del sistema circulatorio (incluyendo las hemorragias cerebrales); también mueren muchos de cáncer (en algunos tramos de edad, casi el cincuenta por ciento de los fallecimientos se producen por diferentes tipos de cáncer aunque la tasa de supervivencia ha mejorado, como en todas partes, muchísimo, debido fundamentalmente a la prevención y a los avances técnicos).

En general, se puede decir que si Austria es un buen sitio para vivir también, por lo menos estadísticamente, parece ser un buen sitio para (tardar en) morirse.

Algún consuelo nos tenía que quedar ¿No? Mientras nos llega la hora, toquemos madera, que nunca está de más.


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Comentarios

2 respuestas a «Un post de muerte»

  1. Avatar de Pilar Nicolas
    Pilar Nicolas

    Hola Paco, te olvidaste comentar el coleccionismo de esquelas mortuorias.
    Por ayudar en casa, un día me propuse limpiar en el desván de la antiquísima casa de mis suegros y descubrí no sin cierto desasosiego, dos cajas enormes con esquelas mortuorias que abarcaban 150 años o más de decesos (también de ajenos a la familia). ¿Qué morbo mortuorio hay que tener para guardar esquelas de gente que uno ni conoce? Pensé que eso sólo pasaba en mi familia de acogida y que otros tienen peores hobbies pero no; parece ser un fenómeno inherente al pueblo austríaco el de coleccionar recuerdos mortuorios. He visto muy contadas fotografías de bautismo y comunión, pero las esquelas mortuorias se guardan para….(ni idea de para qué)

  2. Avatar de Eugenia
    Eugenia

    A mí lo que me sorprendió fue lo fríos que son con respecto a los muertos.
    Soy arquitecto y fuimos a la obra de un edificio interesantísimo, un crematorio.
    Estaba “casi” terminado lo que yo no sabía es que estaba en funcionamiento.
    Así que con una tranquilidad pasmosa el gerente no explica (con obreros por el pasillo) como funciona todo, donde caen las cenizas, donde caen los restos de metales y las uñas etc…
    Y luego nos enseña el congelador, casi me desmayo cuando vi 6 ataúdes pero como nadie dijo nada pues seguimos con la “macabra excursión” y ya cuando nos dice que iban a meter a uno que si queríamos ver la salita “Einwegraum” casi me muero. Aguante estoicamente rezando un padrenuestro…
    Ninguno entendió mi sorpresa… solo son cuerpos de personas que no conoces.

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