Everything AND the girl

Una chica lista jamás debería llevarse a su mejor amiga a una sesión de fotos. Mis lectores aprenderán hoy el porqué.

25 de Enero.- Todas las veces pasa igual. La persona a la que estoy fotografiando está arreglándose para salir a la calle. Yo apago las luces, ordeno las cosas, pongo el atrezo en su sitio, doblo los telones Y, mientras lo hago, hay una duda que me ronda por la cabeza:

Elisa-3-¿Cómo convertir todo el material que tengo en un todo coherente?

Una sesión de fotos es contar, con imágenes, cómo es una persona en un momento determinado del tiempo. Lo mismo que se describe con palabras, se describe con fotos. En la sesión de fotos hay que tener en cuenta, además, los deseos del cliente. Dependiendo de lo flexible que sea el cliente, hay más margen o hay menos. O sea, que hay más capacidad para poner de parte de uno o menos.

Como cualquier descripción, una en imágenes puede ser interesante o puede no serlo. Esto depende de dos factores: por un lado, la habilidad del fotógrafo la cual, como luego veremos, no tiene que ver solo con el salero que tenga al apretar el disparador, aunque saber en qué momento hay que apretar el disparador sea, claro, importante; y por otro lado, está lo que el modelo quiera mostrar de sí mismo. Esto, es la madre del cordero.

De este modo, toda sesión de fotos es como eso que decía el maestro de ceremonias al principio de Cabaret:

-Todas las noches tenemos una pelea para que las chicas se dejen puesta la ropa ¿Quién sabe? Esta noche a lo mejor perdemos la pelea.

Elisa-41Solo que al revés. El fotógrafo tiene que poner al servicio de su arte todas sus capacidades de persuasión, de seducción y de convicción para que el modelo, hombre, mujer o niño, “se desvele” en la acepción más emocional del término. O sea, que se muestre sin reparo ante la cámara, espontáneo, tal y como es. Y ello, por una buenísima razón. Porque cuanto más consiga el fotógrafo saltar la valla de lo convencional, de la sonrisa Profident, robar pedazos o puñados o pellizcos del alma del modelo, más interesantes serán las fotos.

Creo que a estas alturas no es ningún secreto que, cuando no estoy haciendo fotos de encargo, me gusta más trabajar con hombres que con mujeres. Precisamente porque los hombres son mucho más espontáneos, están mucho menos “maleados” y, por lo tanto, son más ellos mismos delante de la cámara. Aunque eso está cambiando a pasos agigantados, una mujer es, por lo general, muchísimo más consciente de su apariencia física. O, por mejor decir, es mucho más consciente “de lo que ella cree que está mal” en su apariencia física. Es el daño colateral de siglos de cultura machista. Se comprenderá lo que quiero decir con esto: ningún hombre vendría a una sesión de fotos con un amigo para que estuviese detrás de la cámara y le avisase “de lo que está mal”. Ninguno.

Si ya la cámara, los focos, la infraestructura necesaria para realizar una sesión de fotos profesional, puede resultar intimidante, la presencia de “La amiga” (la cual, aunque ella no lo sepa es “la enemiga”) representa un doble obstáculo porque ella es la instancia a la que la modelo se refiere para averiguar si está, por ejemplo, suficientemente “sexy” o mona o, simplemente, si ha alcanzado las cotas homologables de feminidad. “La amiga” es “La enemiga” del fotógrafo porque representa un obstáculo a la espontaneidad, lo que uno tiene de más personal y la espontaneidad, queridas chicas que me estáis leyendo, futuras modelos mías, es lo más sexy y lo que más nos pone a los hombres de todo el mundo y de todas las culturas. Y la sensualidad, esa ligera picardía, no tiene nada que ver con enseñar más o menos, o con una ropa interior bonita. La sensualidad, queridas, está en la mirada. En alemán hay incluso una expresión, bellísima, para explicarlo: tener “ojos de alcoba”.

El resto son los calendarios que ponen en sus cabinas los camioneros albaneses.

Elisa-8

PS: Eliza, la modelo de las fotos, se trajo a una amiga pero doy fe que fue una amiga muy colaboradora. La mayoría de las fotos que ilustran este post se hicieron mientras ella, la modelo, Dani, que me ayudaba y yo, hablábamos de cocina y de cultura japonesa. Por esas conversaciones, da gusto ser fotógrafo.


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Comentarios

Una respuesta a «Everything AND the girl»

  1. Avatar de Carmen
    Carmen

    Peor es todavía si va acompañada de su marido y su hija en plena pubertad. Deberías probar si no lo hiciste ya. Jajaja

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