Oro parece, plata no es

La economía austriaca va a crecer más de lo esperado ¿Un motivo para la alegría? Pues según se mire.

27 de Marzo.- Una de las cosas buenas que ha tenido la crisis, bueno La Crisis, es que los españoles hemos tenido que aprender de economía. A la fuerza ahorcan. Los que no sabían y los que ya sabían algo, con más razón.

Por ejemplo: estos días pasados, se ufanaban los medios austriacos en anunciar que, según Statistik Austria, ese organismo que se dedica a contarlo todo muy por menudo y luego a elaborar estupendos gráficos de quesitos, la economía austriaca va a crecer más de lo previsto, hasta alcanzar un poco más del dos por ciento anual. Les faltó decir, como al inútil aquel, lo de “la champions líg”, pero el espíritu (y la inutilidad, ya estaban entre líneas).

Naturalmente, juntar en la misma frase “economía”, “Austria” y “crecimiento”, hace que las personas estemos felices, con la sensación de la labor bien hecha, los que trabajamos aquí particularmente.

Sin embargo, la felicidad de cualquier oyente atento y algo avisado quedó algo empañada porque el locutor o la locutriz de turno, después de leer la noticia, nos metió la puntilla: o sea, gran parte del crecimiento extra se debía a que, después de haber vuelto a regular los impuestos que pagamos los trabajadores, nos quedaba más dinero “limpio” de nuestras nóminas y, naturalmente, nos lo gastábamos, tirando del consumo interior y dicho consumo hacía que las cifras macroeconómicas parecieran más saneadas.

¿Es este un crecimiento sostenible, tendrá posibilidad de ser sostenido? Nosotros, los españoles, sabemos por dolorosa experiencia que no. Porque es bread for today and hunger for tomorrow.

A mí por ejemplo, me gustaría que el crecimiento austriaco no se basara en eso, sino en que las empresas invirtiesen en I+D –que ya invierten, pero más- y produjesen bienes y servicios con un alto valor añadido (y, por lo tanto, bienes y servicios que pudieran venderse caros en el exterior) y que de ahí viniera el crecimiento.

El crecimiento económico y sus porqués se parecen un poco a los análisis de sangre en las personas. O sea, que si uno investiga y rasca para ver lo que hay debajo, puede saber el estado general de la salud de un país y de una sociedad.

Así, por ejemplo, crecer por el consumo es un poco como vivir de las rentas, pero crecer de la segunda manera que yo decía más arriba significa, por ejemplo, que una sociedad está viva, que es tanto como decir intelectualmente activa, que se estimula a los chicos y a las chicas para que se formen, para que se cuestionen la realidad, para que busquen nuevas maneras más eficaces de hacer las cosas, lo cual significa abandonar eso que yo llamo para mí “the austrian way of life” que es ese mecanismo del alma austriaca por el cual los austriacos piensan que solo hay una manera de hacer las cosas y que esa manera es, naturalmente, la suya. Que es tanto como decir la que han utilizado toda la vida. En mi Austria ideal, la gente dejaría de decir “bei uns mach ma die Sachen so und so” o sea “Aquí, de toda la vida se han hecho las cosas así o asá” y empezaría a cuestionarse más las cosas.

Esta tendencia del carácter austriaco, tan gemütlich, por otra parte, a fosilizarse en los viejos hábitos, es la que hace que aquí no hayan surgido Apple, Amazon o Facebook.

En origen, esas tres empresas fueron ideas y las ideas, si son algo, son dos cosas: en primer lugar, riesgos que alguien corre en algún momento (aunque sean riesgos intelectuales) y, en segundo lugar, son como las manadas de espermatozoides que se producen en una eyaculación (valga la comparación).

O sea, que hay que producir miles, millones, para que una sola tenga éxito.


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Comentarios

2 respuestas a «Oro parece, plata no es»

  1. Avatar de Luis
    Luis

    Al menos, siempre os queda echar un buchito de Red Bull, que da alas (¿también a la imaginación?) Grüsse

  2. Avatar de Bad Vöslauer
    Bad Vöslauer

    La economía es como la fotografía todo depende del ángulo con que tomes la instantánea. puede hacer que se vean cosas que no son u ocultar cosas que están ahí en el momento del disparo del obturador. En un balance empresarial todo parece aflorar pero incluso en eso, todo tiene su debe y su haber, lo que queda es el patrimonio neto, es decir la exposición pero como en el arte todo depende del tiempo de revelado, es decir el tiempo invertido en conseguir lo que tengas, ya sean activos o deudas, puede ser un milagro o una catástrofe.
    Y como en el chiste es mejor deber 1.000 M€ a un banco que 1.000 € a muchos bancos. en el primer caso el problema es único y del banco en el segundo son muchos problemas y son tuyos. Pero parece que el caso es quejarse, ya que ya quisieran muchos países disfrutar de la tan saneada economía transalpina de EPR.

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