Las verdes praderas

Todo el mundo se pregunta qué piensa él de esto ¿Será su reacción vehemente o comprensiva cuando todo lo hablado se le explique?

2 de Diciembre.- El otro día quedé con un colega en esto de las teclas, el escritor Justo Zamarro (el cual, por cierto, presenta su primera novela esta semana en el Instituto Cervantes de Viena, el día cinco de Diciembre será). Para muchas cosas, esto de escribir es, como decía Cela, un oficio de tinieblas. O sea, que generalmente, el que escribe, tiene que aprender su camino solo y buscarse la vida solo y todas esas cosas. Dados estos antecedentes, cada escritor desarrolla sus propios hábitos y peculiaridades, nacidos en gran parte de esa soledad. Justo me estuvo explicando -y espero que no se enfade porque lo diga aquí- que él para escribir necesita un cierto orden a su alrededor. Yo, en cambio, puedo escribir casi en cualquier sitio y en cualquier circunstancia. Con música o sin música, con ruido o sin ruido, de pie (casi) y tumbado. Gran parte de los posts de Viena Directo se han escrito y se escriben en metros y trenes, a mano y a máquina. Ahora mismo, por ejemplo, estoy con mi amigo Daniel Utrilla -entre los diseñadores de todo tipo de cosas, la octava maravilla- y, mientras él monta muebles de Ikea, me ha prestado su ordenador para escribir el post nuestro de cada día.  

En fin: a lo que vamos: como decía ayer, las negociaciones entre la derecha y los drenchers están yendo tan bien que, como en una carrera de salto de vallas, o con la gracilidad de los bailarines de ballet clásico, los negociantes pasan de un tema a otro con una alegría y una velocidad que indica que la sintonía es total

Se nota incluso en el tono de las ruedas de prensa. Si las últimas del Gobierno saliente (coalición Partido Popular-Partido Socialista) eran de una tensión total -particularmente con „Michelena“, que luego con Kurz se relajó mucho la cosa- en las ruedas de prensa actuales todos son superfelices y se gastan bromas y hasta el candidato tróspido a las últimas elecciones presidenciales (y que probablemente llegará a “Menistro” de algo en el próximo gobierno) que se ha dejado barba, confesó a los medios que a propósito de su abundancia capilar había opiniones encontradas, y que su señora madre le decía todos los días que estaba horroroso (la mía, por cierto, ya ha dejado de decírmelo a mí con mi barba, sospecho que para ver si se me pasa por la imaginación afeitarme.  

Tengo que aclarar que esto es una cosa que no suele pasar mucho en Austria ( no lo de la barba, sino eso de que los políticos hagan declaraciones tan personales, naturalmente) en donde las relaciones de los mandatarios con el cuarto poder suelen discurrir por los suaves collados de la contención. 

Naturalmente, el hecho de que la investidura del canciller Kurz se anuncie como inminente ha hecho que mucha gente se plantee lo que en el anuncio aquel, o sea lo de ¿Y Franco, qué piensa de esto?  

En donde Franco, mayormente, es la máxima autoridad de EPR, o sea, el presidente VdB. Para tranquilizar los ánimos y, de paso, supongo, intentar dar la imagen de señor atemperado que exige su cargo, Presidencia de la República concertó una entrevista con la cadena pública. La ORF envió a su jefe de informativos a que entrevistase al Jefe del Estado. Todo cuidadosamente escenificado, para que pareciera que era un “poyaque” . O sea “poyaque” casualmente había traído el micrófono y. “poyaque” estaba aquí, he venido a entrevistarle, mesié le presidán. Y así fue. 

Entrevistador y entrevistado estaban de pie, con un micrófono con cable (!Con cable! Como cuando Hermida)  y el jefe de los informativos preguntaba que qué le parecía al bundespresi todo esto y el bundespresi que, dentro de la distancia que debe guardar el supremo árbitro de la nación, le parecía muy bien, porque le parecía que entre los dos partidos negociantes se había establecido una cultura del diálogo y del respeto (!) y que naturalmente era cosa que producía mucho contento.

Tras algunos rodeos -también bastante inusitados en un informador austriaco- el jefe de los servicios informativos de la ORF, área política, se decidió a abordar la cuestión de las reservas que había expresado VdB a propósito de determinados nombres ¿Siguen ahí esas reservas, mesié le presidán? Y el otro que bueno, que él esperaba no tener que descartar a nadie y que confiaba en que los dos partidos le ofrecerían unos nombres a los que no se les pudiera poner ni un pero ni un lepén ¿Y piensa usted que el FPÖ debería buscarse otras compañías en el parlamento europeo? Y el otro, bastante cortante: eso es cosa del FPÖ. 

En los mentiremos políticos se dice, se cuenta, se comenta que, en secreto, el bundespresi se ha sentado con Strache en varias ocasiones lo cual ha redundado, seguramente, en que la relación haya mejorado (en lo posible) y en que VdB sea más circunspecto.  

Para el día 20 quedan 18 días. Ahora estamos haciendo casting para ponerle cara a cada cartera. O sea, lo que toca. 


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