Erik o Erika

A veces, la Güikipedia plantea enigmas que solo lo son aparentemente. Hoy nos enfrentamos a un caso con pocos precedentes en la historia.

18 de Marzo.- Una de las cosas que más gozo ha traido al ser humano en los últimos años ha sido la Güikipedia. Sin duda, desde que su abuela, la Enciclopedia, se propuso compilar todo el saber humano allá por el siglo dieciocho (por cierto, a la Iglesia le pareció fatal, porque a la clerecía le parecía que aquello era levantar otra torre de Babel para retar al Altísimo) creo que no ha habido proyecto más importante, ni más hermoso ni más útil. Uno bucea encantado por ella, como antes lo hacía por los librotes del diccionario enciclopédico Salvat que tenía en casa (qué alegría, cada semana, comprar un tomo y hojearlo) y siempre se le descubren nuevos paisajes del conocimiento. Aunque a veces, también hay que decirlo, la redacción es un poco exótica.

Por ejemplo: si se mira en el artículo dedicado a nuestro protagonista de hoy, Erik Schinegger puede leerse lo siguiente: „Erich Schinegger, nacido a tantos de tantos en Carintia. Antiguo esquiador austriaco. Bajo el nombre „Erika Schinegger“ (sic) fue campeonA del mundo de la especialidad de descenso en esquí alpino“. Cuántos interrogantes en tan pocas líneas: cualquiera que no se sepa la historia de Schinegger, podrá preguntarse por la enigmática expresión „bajo el nombre“ no sé cuantos ¿Ein? ¿Qué quiere decir eso? ¿Era Erika su nombre artístico? Y luego, cuando lee que Erik Schinegger fue „campeonA“ de esquí alpino ¿Ein? ¿Un hombre campeonA?

Vamos a poner orden.

Efectivamente, según la Wikipedia, en 1966, Erika Schinegger (apellido que no deja de ser irónico para un/a deportista que se dedica al deporte blanco por excelencia) fue campeona de los mundiales de esquí alpino que se celebraron en la bonita localidad de Portillo. A este triunfo, que llevó a Schinegger a ser jaleada por los austriacos de su tiempo -hay que tener en cuenta que en Austria es el esquí lo que para los pueblos latinos es el fúrgol, siguieron dos años de victorias ininterrumpidas que culminaron en 1967 con el campeonato de Austria de Slalom gigante.

La entonces Erika tenía un aspecto algo menos masculino que en la actualidad pero había sido criada como una chica y todo el mundo la consideraba como tal. Sin embargo, Erika Schingger tenía un secreto que se desveló, con desgarradoras conscuencias, en 1968, justo antes de los juegos olímpicos de invierno de Grenoble. Durante los controles médicos previos a las competiciones deportivas, los médicos descubrieron que Erika Schinegger, aunque parecía una mujer era en realidad, genéticamente, un hombre. Padecía, en este caso literalmente, porque las personas que tienen esta anomalía genética lo pasan realmente mal, lo que suele llamarse falso hermafroditismo. El falso hermafroditismo consiste en tener los genitales de un sexo pero la constitución genética del otro.

El mazazo fue tremendo (hay que tener en cuenta que estamos, además, hablando de Austria, en los sesenta y en el medio rural). Tras un tortuoso proceso personal, Schinegger se decidió por una operación de reasignación de sexo y empezó a vivir como un hombre. Supongo que porque la cuestión no fue de mala fe, no se le quitó el campeonato del mundo, pero la federación internacional de esquí resolvió el problema dándole la medalla de oro a la mujer que había quedado segunda en la competición.

La prueba de que, dadas las circunstancias, la federación internacional de esquí se portó fenomenal fue que fue el propio Schinegger, el que le entregó la medalla de oro a su sucesora. Una situación, se mire por donde se mire, con muy pocos precedentes en la historia del esquí.

Schinegger escribió un libro contando su historia, cuya traducción al francés fue, por cierto un bombazo editorial. A principios de este siglo, la campeona de esquí, ya padre de familia y próspero empresario también filmó un documental. En 2014 participó en un programa de la ORF, Dancing Stars, en donde los famosos bailan, pero se tuvo que retirar antes de tiempo por lesión.

En estos días, se ha estrenado Erik o Erika, una película dramática sobre su historia.


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