Hoy, sin duda, la noticia del día en Austria vas a poder leerla, con pelos y señales en Viena Directo. Te lo contamos todo, para que sepas a qué atenerte.
8 de Junio.- Probablemente la noticia del día en Austria es que el Gobierno ha cerrado siete mezquitas. Aunque, por las fotos, mejor sería decir locales en donde se juntaban fieles musulmanes a rezar.
Primero, los hechos y luego, como siempre, vemos a ver qué hay detrás.
Las siete mezquitas están repartidas así: cuatro en Viena, dos en Alta Austria (Linz y Wels) y otra en Estiria. Seis de ellas están llevadas por una organización llamada Arabische Kultusgemeinde (algo así como Asociación Árabe para el Culto) y la restante por una organización llamada „Nizam-i Alem“ que está vinculada al grupo de extrema derecha turco los lobos grises, a cuya ideología daremos más tarde un repasillo porque es para poner los pelos de gallina a cualquiera (bueno, como todas las ideologías de extrema derecha vengan de donde vengan).
La Arabische Kultusgemeinde va a ser disuelta por el Gobierno mediante el proceso administrativo que está descrito en la ley de 2015 que regula el Islam. Contra los señores estos y a favor de la disolución de la asociación, el Gobierno austriaco esgrime dos motivos fundamentales.
El primero es que está vinculado a sectores salafistas. El salafismo es una corriente ultraconservadora del islam. Los salafistas defienden la interpretación literal y ultraortodoxa del Corán y de la Sunna, los textos religiosos de los sunnitas, que es un poco como si nosotros los cristianos tomásemos al pie de la letra el antiguo testamento, que es un libro bastante gore, las cosas como son.
Los salafistas rechazan, como es natural (en ellos) todo progreso y por ahí les ha hincado el diente el Gobierno austriaco (dicho sea en sentido figurado y no en sentido salafista, naturalmente). La ley que regula en Austria las cosas de la religión islámica dice que los predicadores están obligados a contemplar „la sociedad y el Estado desde una perspectiva favorable“. Parece ser que estos caballeros barbudos han predicado cosas feas y por eso el Gobierno les cierra el chiringuito.
Asimismo, también se les acusa de estar financiados desde el extranjero, cosa que también está prohibida por la ley austriaca.
En cuanto a los lobos grises, creo recordar que ya nos hemos referido a ellos en otro momento, pero de todas formas, no está mal que lo refresquemos.
Los lobos grises son una organización de extrema derecha de procedencia turca que últimamente ha experimentado un gran auge, sobre todo entre los jóvenes turcos a los que seducen mediante el rap y las artes marciales (son muy machistas, por cierto).
La ideología de los lobos grises es ultraortodoxa en el sentido religioso pero es además fuertemente nacionalista (todo lo tiene, mi Maria Antonia). Se ven a sí mismos como „idealistas“ y les pone muy del hígado casi todo lo que no esté relacionado con los lobos grises. La lista es larga. Los cristianos, los judíos, la Unión Europea, los Kurdos del PKK, naturalmente los Estados Unidos, el Vaticano…En fin.
Como decía más arriba son muy nacionalistas (turcos) y sueñan (lo del idealismo va por ahí) con una gran patria turca que abarque desde los Balcanes hasta China (oye, puestos a pedir, que no quede). Lobo gris era por ejemplo Ali Agca, el tipo que estuvo a punto de matar al papa Juampa dos palitos.
En fin: volviendo a nuestras mezquitas, si todo va como el Gobierno austriaco piensa, cuarenta predicadores serán expulsados de Austria al perder el permiso de residencia. El cierre de las mezquitas, por cierto, no será inmediato, pero sí que es inmediato, por lo que parece el cese del culto.
La medida llega en un momento especialmente caliente. Ayer empezó el periodo de voto por correo para los turcos residentes en el extranjero. Erdogan está on fire, o sea, en plena campaña electoral. Las elecciones presidenciales turcas van a tener como consecuencia que el régimen presidencialista de Erdogan, uno de cuyos sostenes es el clero musulmán, se fortalezca dejando cada vez menos espacio a la oposición y al laicismo. O sea, malo. Erdogán ya ha puesto al Gobierno austriaco como no digan dueñas acusándole de racista, discriminatorio, islamófobo y demás. Parece ser que algunas de las mezquitas estaban también relacionadas con la ATIB, que es una organización, oficialmente de colaboración austro-turca, que ha estado también en el punto de mira por sospecharse que es una herramienta que el erdoganismo utiliza para espiar a los turcos que viven en Austria y controlar así no solo su ortodoxia política, sino la religiosa también.
En cuanto a los socialistas austriacos, han valorado la cosa de manera algo contradictoria. Por un lado, han dicho que la medida es un fracaso (hombre, naturalmente, por poco que sea, algo hay de querer contentar al sector más montaraz de su electorado). Por otro lado, también han dicho que la primera que habló de la financiación ilegal de la famosa asociación árabe para el culto fue una socialista.
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