El primo de Don Pimpón

Una ola de calor se abate sobre Centroeuropa. Quizá le haya afectado demasiado a la ministra.

6 de Agosto.- El calor se abate sobre Centroeuropa. Plomo derretido cae del cielo como en una plaga bíblica. Cada vez cobra más cuerpo la idea de que, de seguir la cosa así, sin que pase mucho tiempo los bosques austriacos serán sustituidos por olivares y las chicharras homéricas regalarán su concierto milenario a nuestros nietos. Quién sabe si algún poeta del futuro, allá por 2058, cantará lo de :

Austriacos de la Wachau

Aceituneros altivos, decidme

Quién plantó los olivos

Como sucede de un tiempo a esta parte, cada vez que se alcanza una cota de calor, los meteorólogos anuncian que la próxima será peor. Mientras uno, que ya va siendo un caballero de una cierta edad, se queda en los menores paños que se puede (tampoco es cosa de darles un espectáculo goloso a las vecinas) y lleva la cosa con paciencia. Pensando que no hay mal que dure un siglo ni cuerpo que esté hecho para aguantarlo.

A una que le ha fallado la paciencia para soportar las adversidades ha sido a la «Menistra » austriaca de lo social, la ultraderechista Beate Hartinger-Klein, la cual, como recordarán mis lectores, declaró en OE24 (la televisión del periódico conocido antiguamente como Österreich, el cual ha cambiado de nombre, pero no de calidad) que en Austria era perfectamente posible vivir con 150 Euros al mes.

Desde que yo le conté esto a los lectores de Viena Directo,  utilizando la terminología del cutreperiodismo al uso, la ministra ha ido „de varapalo en varapalo » y de « revés en revés » . Tanto, que la oposición, zumbona, le propuso un reto : que ella viviera con los 150 laureles que ella dice que permiten vivir en Austria como el Marajá de Kapultala (el primo de Don Pimpón).

Helo:

Tanto ha ido el cántaro a la fuente que doña Beate, harta de estar en la picota, « ha pasado al contraataque » (otra cutrefrase) y ayer, con toda « la caló » le concedió al Kronen Zeitung una entrevista en la que descendió a comentar todas estas cosas. Una entrevista que resulta muy reveladora del carácter de la seöora y de su escala de valores.

Bastante enfadada, la señá Beate ha dicho que ella no tiene que hacer retos ni retos, que ella es una mujer que está muy ocupada siendo ministra. Mire usted mi agenda ¿Piensa usted que yo tengo tiempo de ver si se puede vivir con ciento cincuenta ? !Ni con ciento cincuenta ni con ciento cincuentamil ! Además ha declarado que cuando ella hablaba de vivir con cientocincuenta euros no hablaba de las necesidades de seres como ella, llamados « ministros » sino de otros seres que, por lo visto, si les pinchan no sangran y si les hacen tiqui quiti en la planta de los pies no tienen cosquillas. A estos seres de necesidades menores Beate los llama « refugiados ».

Asimismo, la ministra indicado que ella no entiende según qué ejemplos que le ponen a ella para intentar que comprenda –cosa difícil, parece- que ciento cincuenta euros al mes es una miseria. Entre ellos el precio de una entrada de cine. A Beate no le  entra en la permanentada cabeza que nadie necesite ir al cine para « participar en la sociedad » (sic). Vamos, es que los refugiados no tienen ni que integrarse en la sociedad siquiera. Ni aprender alemán, ni nada de nada.

Al fin y al cabo, cuando uno vive como el Marajá de Kapultala (el primo de Don Pimpón,lo he dicho ya ?) no necesita más ¿Verdad ?


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