Este amor no se toca

El Gobierno austriaco ha expresado hoy su firme voluntad de que condenar a la enfermedad a los trabajadores de la hostelería siga siendo un derecho de los austriacos.

9 de Octubre.- El plazo de entrega de firmas para las tres iniciativas legislativas populares (Don´t Smoke, contra la prohibición de fumar en los locales públicos, la que está a favor de los derechos de la mujer y la que está en contra de la cuota que se paga por la tele pública austriaca, el famoso GIS) se ha cerrado.

La primera se ha quedado a muy poca distancia de los novecientosmil apoyos, la segunda ha rondado los cuatrocientos cincuenta mil y la tercera, promovida por un desconocido partido cristiano, se ha quedado en los trescientosmil y pico, muy por encima de los cienmil que sus promotores se habían marcado como objetivo. Hay varias capillas de Austria en donde llevan varias horas con los Tedéums como acción de gracias.

La que tenía más morbo, claro, era la del fumeque, pero el Gobierno austriaco ya ha dicho que quien estuviera haciendo ilusiones de que Austria fuera a entrar de nuevo en el siglo XXI, que se le quitasen de la cabeza, que fastidiarle los pulmones al prójimo y condenar a la enfermedad a los profesionales de la hostelería iba a seguir siendo uno de los derechos fundamentales de los austriacos (y de las austriacas), porque el Gobierno, este Gobierno, siempre ha estado a favor de la libertad personal y de la tradición. Les ha faltado añadir que lo de morirse de enfisema debe de ser cosa de mariquitas y de extranjeros, que la raza autóctona es muy fuerte y aquí se ha fumado de toda la vida y no se ha muerto nadie

Cuando ellos lo dicen, será verdad, pero lo cierto es que, determinados miembros del Gobierno han empezado a tener problemas para sentarse cómodamente, debido a una súbita inflamación en la zona de los testículos. En fin.

En cuanto a los derechos de la mujer, sus inspiradoras no deben de estar demasiado contentas, ya que hace dos décadas una iniciativa legislativa popular similar (que también acabó en agua de borrajas) tuvo un apoyo mucho menor. Es muy curioso que, en este caso, más que la tradición, haya pesado en mi opinión la noción muy extendida de que en Austria las mujeres no necesitan esas cosas. Que aquí todo está hecho y todos y todas vivimos muy bien. Y la noción no solo está extendida entre los hombres, sino también entre muchas mujeres.

Yo he hecho sondeos prudentes con mujeres austriacas de diferentes edades –de los hombres, ni hablemos- y casi sin excepción, al sacar el tema ha salido a relucir un excepticismo que uno no sabía bien cómo interpretar, si como «estos políticos no dejan de inventarse idioteces para justificar el sueldo, no habrá cosas más importantes », o bien como «siendo estos –por el Gobierno- como son, lo primero que van a hacer con la iniciativa legislativa popular es utilizarla como sustituto del papel higiénico » (habrán notado mis lectores la manera tan elegante en que he evitado escribir que los miembros –y miembras- del gabinete de Strakurz « se van a limpiar el culo con la iniciativa parlamentaria »).

En cuanto a la ORF, dado lo poco que le gusta a la parte ultraderechista del Gobierno una televisión pública independiente es muy probable que haya intentos de recorta la financiación de la corporación pública o, por o menos, de subordinarla en lo posible a los intereses del Gobierno vía transferencias de dinero público.

Se dice que el partido derécher ha mandado a sus especialistas en hacer el mal de viaje de estudios a Espaöa, para que puedan perfeccionar in situ su técnica para conseguir que todos acabemos viendo cosas de tanto fuste como Mujeres, Hombres y Viceversa.


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Comentarios

Una respuesta a «Este amor no se toca»

  1. Avatar de Anselmi
    Anselmi

    ¡ Que pena !

    Lo siento especialmente por las camareras embarazadas. Recuerdo un caso que conocí hace catorce años en España, donde estaba trabajando toda su jornada una camarera embarazada en un ambiente cargado de humo. Lo que más me indignada era que las que más fumaban eran las mujeres que acudían como clientes a ese bar. No se si tal comportamiento obedecía al egoísmo o a la maldad.

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