El Gobierno de EPR es como Robin Hood, solo que al revés. Fuera de esto, los lectores de VD podrán encontrar al final de este post un regalito.
9 de Diciembre.- el Gobierno de EPR es un poco como Robin Hood, pero al revés. El alegre habitante del bosque de Sherwood robaba a los ricos para hacer la vida de los pobres un poco más llevadera. Sin embargo, el Gobierno de EPR, estruja a los pobres para que los ricos lleven una vida más…Bueno, eso.
En declaraciones al Österreich (gran periódico, pero mejor artículo de higiene íntima), el señor canciller ha declarado su intención de abordar en el año entrante, mes de enero, una reforma profunda de los impuestos, de manera que a los trabajadores nos quede más dinero a fin de mes y, por supuesto, podamos gastar más.
La reducción se centrará en las cuotas que los trabajadores austriacos pagamos al sistema público de la seguridad social o, lo que es lo mismo, nuestras contribuciones al sostenimiento de la sanidad pública.
Se trata, por supuesto, de una medida clásica del maletín de herramientas de un economista neoliberal. Se aplica con la fe de que el dinero liberado de este modo haga que la economía se active por medio del consumo.
Lamentablemente, esta medida tiene un efecto secundario adverso. Como podrá suponer el lector a nada que se ponga a pensarlo, si se bajan los impuestos entra menos dinero en las arcas del Estado, en este caso de la Seguridad Social, de manera que, forzosamente, hay que recortar las prestaciones.
El periódico liberal conservador Die Presse, medio poco sospechoso de ir en contra de lo que el Gobierno dice, ha traido a sus páginas esta cuestión y la opinión de expertos que contradicen los argumentos que el canciller utiliza para defender medidas semejantes. Según el Gobierno, la reducción de recaudación no tendrá influencia en la atención final que recibirán los pacientes, porque se van a reducir los costes de administración y se va a aumentar tanto la eficacia del sistema, que todos seremos felices y comeremos perdices (escabechadas, además).
Según los expertos, esto no será así. Las „reformas“ del Gobierno, como por ejemplo la fusión de las cajas de la seguridad social, van a producir en realidad un ahorro marginal que, en ningún caso, podrá enjugar la reducción de la recaudación. Es más: sobre todo al principio, redundarán en una subida de costes.
¿Quiénes van a ser los ganadores de esta situación? Bingo: las aseguradoras privadas. Quien se lo pueda permitir y quiera recibir una atención médica en condiciones, tendrá que acudir a entidades privadas. Quien no pueda permitírselo, pues irá a una atención de segunda, pública.
Existen numerosos precedentes de sistemas de salud públicos liquidados por políticas neoliberales de este estilo. Por ejemplo, el británico. El Estado está intentando ahora rescatarlo tras décadas de „reformas“ que empezaron durante el funesto periodo de Margaret Thatcher.
Esta semana se va a debatir en el Parlamento austriaco la fusión de las cajas de la seguridad social con las críticas consiguientes de la oposición.
Es probable que se intente anularpartes o la totalidad de estas reformas acudiendo al Tribunal Constitucional austriaco.
De todo esto, podrán enterarse mis lectores si le echan un ojillo a Viena Directo
Como anunciaba ayer, pinchando en el link podrán escuchar mis lectores los primeros cuatro capítulos de Los Duendes de la Camarilla, de Benito Përez Galdós. Cuyo argumento es el que sigue:
Cigüela, una muchacha pobre y hermosa del madrid Isabelino, tiene escondido al capitán Bartolomé Gracián, un hombre guapo y castigador condenado a muerte por uno de los pronunciamientos que menudeaban en esa época.
La muchacha trata de salvarlo por todos los medios a su alcance y correrá para hacerlo muchas aventuras que seguramente harán las delicias de mis lectores.
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