Historia del Concierto de Año Nuevo de Viena

Viena se prepara para uno de sus días grandes. En este caso, la frase „vestirse de gala“ no está de más pero ¿Cómo empezó todo?

31 de Diciembre.- En estos momentos, Viena se prepara para lo que será, un año más, el anuncio publicitario más hermoso, largo y rentable del mundo: el concierto de año nuevo o Neujahrskonzert.

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La costumbre nació en tiempos tan convulsos como los que vivimos actualmente. El 31 de Diciembre de 1939, recién comenzada la segunda guerra mundial, la Filarmónica de Viena decidió dar un concierto el último día del año. Primero, porque a la mayoría de sus componentes Hitler les ponía como una moto (y siguió poniéndoles durante mucho tiempo después de terminada la guerra, por cierto; la Filarmónica es una de las instituciones vienesas que carga con una fama peor en este aspecto) y segundo para contribuir al esfuerzo de la guerra y a la obra de Auxilio Invernal.

Fuente

Cuando la iniciativa, en principio „espontánea“ de la Orquesta llegó a oidos del Ministro de Propaganda del Reich, Josef Goebbels, fue él el primero que vio el potencial propagandístico de la cosa que, naturalmente, se transmitió por radio a todo el Reich.

El primer director del concierto fue un vienés llamado Clemens Krauss. A pesar de todo lo anterior, las opiniones sobre si Krauss era un simpatizante de los nazis difieren. En vida del director y aún después, hubo contemporáneos suyos que juraron que a Krauss la esvástica le hacía ensalivar como al perro de Paulov. Los hubo en cambio que afirmaron que Krauss no había pasado de ser un oportunista, un „compañero de viaje“.

caballos

El caso es que a Krauss le debemos ese primer impulso que definió el concepto „concierto de año nuevo“ como lo conocemos hoy en día. Naturalmente, en plena guerra no estaba la cosa como para ponerse a tocar a Mahler (aparte: al Führer, fuera de Wagner, lo que más le gustaba era la opereta, o sea, la zarzuela centroeuropea). Así pues, Krauss se inclinó por el repertorio alegre y, sobre todo, nada conflictivo, de la familia Strauss (Ramos o Avestruz, traduzcan mis lectores como les parezca).

La elección del repertorio de aquel primer concierto también le gustó mucho a Goebbels, que estaba concentrado en vender Viena como „la ciudad del optimismo y de la música“ (vamos: como ahora).

Nieve en Neusiedl-55

La música de los Strauss fue, por otra parte, muy popular durante todo el nacional-socialismo. Sobre todo por contraste con la depresiva música contemporánea del periodo de entreguerras. Los valses, al ser una música vocacionalmente pop (los Strauss se hicieron de oro) y por lo tanto ajena a cualquier conflicto o experimentación, eran las melodías ideales para mantener alta la moral en la retaguardia.

Aquel primer concierto, la velada del 31 de Diciembre de 1939, antes de las uvas, tuvo lugar, como hoy, en la sala grande del Musikverein, la cual conocemos todos, con sus cariátides rotundas, gracias a las retransmisiones anuales. El público estaba formado por unos dosmil privilegiados que presenciaron en directo aquella primicia y, al terminar, agitaron sus joyas y se saludaron a la romana.

En 1941 se desplazó la celebración a la mañana del primero de enero, con lo cual la música de los Strauss, burbujeante y melodiosa, se convirtió en la compañera de resacas de medio mundo (particularmente de la parte del planeta que se encuentra en unos husos horarios compatibles con el de Viena).

Las primeras siete ediciones las dirigió Krauss, el cual, más tarde, tuvo una relación cambiante con las potencias ocupantes, por aquello de que no era fácil saber si había sido de los malos o no.

Desde el principio el concierto se transmitió por la radio, queda dicho, pero en 1952 la gente pudo ver el concierto por la tele por primera vez. Al principio, claro, en blanco y negro, pero a partir de 1969, en color.

A pesar de ser la música la que es, está visto que en la ORF se sospecha de la capacidad de concentración de los espectadores que, a través de Eurovisión, siguen el concierto en 90 países del globo. Sobre todo, despues de la ingesta de la nochevieja. Así pues, pronto se empezaron a intercalar imágenes de Viena y de Austria entre las páginas musicales y así nació la promoción del turismo. Los miembros de la emergente clase media china vienen a la vieja Europa a dos cosas: a fotografiarse junto a los bolsos de „Luis Putón“ en el Grabben y a ver en vivo y en directo los escenarios „fermosos“ en donde han visto bailar a los solistas de la Ópera Estatal.

Desde el año 2008 los espectadures austriacos podemos disfrutar de la estupenda Barbara Rett, la cual nos guía con su voz sedante a través de la ya de por sí sedante música. Los espectadores estadounidenses celebran el principio de cada año escuchando a la cómica británica Julie Andrews, la cual, desde su participación en la película Sonrisas y Lágrimas / en latinoamérica „La novicia rebelde“ y en su país „The sound of music“ ha quedado inseparablemente asociada a esta República pequeña y salerosa que nos acoge.

bajo la lluvia

Y con esto, llegamos al final de este, el que ha sido el último post de 2018. A partir de mañana, empezamos un año nuevo durante el cual deseo seguir mereciendo el honor de gozar del placer de vuestra compañía. Todo lo mejor para los próximos 365 días en los que estaremos, si Dios quiere, aquí, comentando con humor los casos y cosas que pasen en Austria.

Os quiero mucho a todos. En serio.

Como se dice aquí, que resbaléis divinamente.

Mañana, comentaremos el conciertillo ¿Vale?


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Comentarios

4 respuestas a «Historia del Concierto de Año Nuevo de Viena»

  1. Avatar de Amelche
    Amelche

    Que disfrutes del concierto y del año nuevo. Un abrazo

    1. Avatar de Paco Bernal
      Paco Bernal

      Hola Amelche! Muchas gracias 🙂 que tengas tú también un año nuevo estupendo 🙂

  2. Avatar de Anselmo
    Anselmo

    Creo que haber visto una filmación del último concierto de Año Nuevo antes de la derrota. Las caras de funeral que tenían todos eran un poema.

    Este año he echado de menos a las bailarinas, solo he visto la parte donde se mostraban ensayos y preparativos, pero me ha parecido un poco perroflautica. Falto de glamour

    El concierto de Año Nuevo es un motivo más para que en España no cambiemos de uso horario.

    ¡ FELIZ 2019 !

    1. Avatar de Paco Bernal
      Paco Bernal

      Feliz 2019 Anselmo! Hubo bailarinas también hombre, y el lujo de siempre 🙂 fue en la segunda parte, como siempre. Después del intermedio. Saludos

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