Bonum est diffusivum sui (o no)

Publicidad. Aus der HeimatHoy es una fecha señalada, pero también un día para saber lo que el Gobierno hace con nuestro dinero.

11 de Marzo.- Antes de empezar con nuestro tema de hoy, es bueno recordar que hace quince años fallecieron casi doscientas personas en los atentados de Madrid.

La estela de aquellos atentados, que deberían haber sido motivo para que todos estuvieramos más unidos contra la lacra terrorista, solo sirvió para esparcir una nube tóxica en la vida política nacional, nube cuyos efectos, por desgracia, perduran todavía.

Con motivo del décimo aniversario de aquella catástrofe, publiqué dos artículos, que se pueden consultar aquí y aquí. Desgraciadamente, no ha sucedido nada en este tiempo que haya motivado una corrección de las cosas que dije entonces, por lo cual no tengo más que añadir, para terminar, que cinco palabras. Las dos primeras : NUNCA MÁS. Las tres siguientes : NO A LA GUERRA. A ninguna guerra.

Regresando a Austria : hoy se ha sabido que el Gobierno que nos gobierna (Corticos + Deréchers) no cree en aquello que decía San Agustín, o sea, eso de que el bien es difusivo por naturaleza (o sea bonum es diffusivum sui). Lo cual, en su caso, significa que los ministros y las ministras tras largos días de trabajo mejorando la vida de los ciudadanos de Esta Pequeña (pero salada) República, no se conforman con marcharse a casa con esa tranquilidad de conciencia que da el trabajo bien hecho, ese trabajo que, según hemos creido siempre los españoles (y así nos ha ido) habla por sí mismo y es la mejor propaganda de quien lo realiza.

No : los ministros austriacos, cuando terminan un trabajo determinado, descuelgan el teléfono y llaman al equipo de publicidad, propaganda y relaciones públicas de sus respectivos ministerios al objeto de que estos profesionales y estas « profesionalas » esparzan por el éter el recuento exacto (o no) de sus logros, la noticia de sus « fazañas », la loa de sus gestas.

Según publican los medios locales, el pasado curso, el Gobierno austriaco se gastó en este menester (siéntense mis lectores si no lo están y, si esto les pilla en el metro, agárrense bien) más de cuarenta y cinco millonacos de euros. Más del doble de lo que se gastó el Gobierno anterior (Socialistas + Corticos) para la misma partida. El equipo de RRPP (así lo abreviábamos cuando yo era chico y estudiaba aquello en la Universidad) se supone que es el responsable de la milimetradísima política de comunicación del Gobierno uno de cuyos pilares, por supuesto, parece ser aquello de que « los trapos sucios se lavan en casa ». En contra de lo que sucedía antes, los desacuerdos entre los dos miembros de la coalición (que los hay) no son percibidos por el público.

Resulta admirable, por ejemplo, la manera en que el Gobierno da las ruedas de prensa. El canciller, el vicecanciller y los ministros (caso de que se necesiten) entran en la sala de prensa en ordenada formación por orden de jerarquía, con sus papelitos en la mano y se ponen frente a los atriles sincrónicamente con precisión militar. Cuando se adopta una decisión cualquiera, no hay la más mínima fisura y todos los miembros del Gobierno dicen exactamente lo mismo (con las mismas palabras, además, lo cual indica que hay un eficiente equipo de guionistas detrás). Se trata, por supuesto, de ofrecer una imagen lo más monolítica y profesional posible.

En todo caso, y sin llegar a los niveles de estrés que tienen, por ejemplo, los pobres desgraciados que se encargan de hacer lo mismo para Viejochocho de la Casa Blanca, los RRPP del Gobierno también han tenido algunos dolores de cabeza durante este curso pasado. ¿Cómo vende uno que la Ministra de Salud tenga que decir en el Parlamento que fumar como un cosaco es chulo y que empodera ? ¿O que –de la misma- el que las mujeres cuiden por defecto (y por güevos) a mayores y personas dependientes es una cosa que está « prevista por la naturaleza » ? ¿O cómo dulcificar las salidas de pata de banco del Ministro del Interior y su tendencia –parece que congénita- de hacer y decir lo que le sale del mismo buró ? Trabajo no les falta a los pobres RRPP, claro que no. El sueldo, se lo ganan. Diga usted que sí.


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