La madre guapa

Le han llamado la atención y él, en vez de intentar poner una solución a las objeciones, se ha ofendido muchísimo. Mal asunto.

10 de Mayo.- En su Vida y Milagros de Monseñor Escrivá de Balaguer, libro que es una obra maestra de ironía , el periodista Luis Carandell cuenta que los miembros del Opus Dei (por lo menos, en los setenta, cuando el libro fue escrito) se tomaban muy a pecho los comentarios negativos a propósito de la Obra en la que trabajaban, hasta el punto de que, contraviniendo el principio evangélico de ofrecerle al enemigo la otra mejilla, no dudaban en remangarse y emprenderla a mamporros con los lenguaraces.

Cuando, una vez resuelto el conflicto, les preguntaban por su belicoso proceder, los hijos del padre Escrivá, por mal nombre « opusinos », justificaban su reacción diciendo que la Obra era « su madre guapa » (y ya se sabe que, en las culturas de raiz católica, como la celtíbera, mentarle a uno a su mamá es como arrearle un sopapo en la faz).

Me acordaba yo hoy de esta insignificante anécdota al leer las declaraciones de Sebastian Kurz a propósito del tirón de orejas (no hacer chistes) que la ONU le ha dado a Austria por el trato que su Gobierno dispensa a los refugiados.

Son diecinueve páginas de informe (cortito, a la medida de las lecturas del Sr. Canciller) pero en el papel, coordinado por la comisaria ONUbense Michelle Bachelet, se hacen acusaciones muy graves.

Sebastian Kurz, nuestro vicecanciller, para quien Austria debe de ser, como para los « opusinos » la Obra, « su madre guapa », ha dicho que él le tiene mucho respeto a la ONU, que a él, a ONUbense no le gana nadie, pero que él, como persona y como canciller, no va a consentir que « se hable mal de Austria » y, ostensiblemente mosqueado, ha sugerido a la ONU que evalúe los estándares de aplicación de los derechos humanos de los refugiados en los otros 27 países de la Unión.

Verá así, según Kurz, que al Gobierno austriaco no se le puede poner un pero.

Con todos los respetos al canciller, y sin dudar ni un punto de su ardor patriótico, habría que decir que, si el informe de las Naciones Unidas es cierto, está claro que Austria tiene mucho que mejorar.

En particular, se critica en el informe al organismo encargado de gestionar las solicitudes de asilo, el BFA (Bundesamts für Fremdenwesen und Asyl) en donde la toma de declaraciones a los solicitantes de asilo se llevarían con frecuencia en un clima policial, en donde la asistencia de traductores no sería la correcta (a un hablante de urdu le tradujo un hablante de farsi y luego le obligaron a firmar una declaración que, por lógica, no podía estar bien traducida y que el aspirante a refugiado tampoco había podido entender correctamente). En el informe también se habla de personas retenidas durante meses sin que se les tome declaración, medidas de detención mucho más estrictas de lo posible tomadas conscientemente y sin ninguna razón, o de graves fallos en la « repatriación » de aquellos migrantes a quienes se les deniega la solicitud de asilo.

Según el informe de la ONU las solicitudes de asilo se denegarían en demasiadas ocasiones basándose en estereotipos « racistas » y en « opiniones personales » de los funcionarios (esto trae a la memoria el caso de un funcionario que denegó el asilo a una persona por no creerse que fuera homosexual)

Por lo visto, según la Sra. Bachelet y su equipo, la relación de la República austriaca con los llamados MENAs (MEnores No Acompañados) es manifiestamente mejorable, así como la relación con los solicitantes de asilo con discapacidad, traumas debidos a la tortura o a la guerra, madres con hijos lactantes y personas pertenecientes al colectivo LGTBI.

En fin : como dicen por aquí « und,und,und ».

Naturalmente, del Ministro del Interior, Sr. Kickl, no se puede esperar que haga nada para mejorar la situación, dado su fondo de armario ideológico y del uso que, en el pasado, ha hecho de la palabra „concentración » y del verbo « concentrar ». Las esperanzas de las personas decentes (que siempre son, además, demasiado optimistas) se centran en el canciller Kurz. Pero cuando se empieza por poner el (supuesto) patriotismo por delante, es muy de temer que las cosas vayan de culo, contra el viento y sin motor, como se decía cuando yo era chico (y no sé si aún se dirá).


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Una respuesta a «La madre guapa»

  1. Avatar de Anselmo
    Anselmo

    Creo que el estatuto de refugiado politico no debe concederse a inmigrantes cuya vida no este amenazada por razones ideológicas o culturales en su pais, y conviene proteger esta institucion evitando su uso indebido.

    Cuestión aparte es que la ONU sea partidaria de que los paises occidentales prescindan de sus barreras migratorias, y de que haya países que no lo sean.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.