12+1 con fecha de caducidad

El gabinete Bierlein ya es un hecho. La canciller ha sido investida y sus ministros con fecha de caducidad, también. Un agradable y soleado paréntesis.

3 de Junio.- Como si quisiera lanzar un mensaje de optimismo, la meteorología le ha sonreido (también) a la nueva canciller en el día de su investidura por parte del presidente Van der Bellen. Bueno, en el día de su investidura de ella y el de su equipo de ministros y ministras, la mayoría si no todos altos funcionarios del Estado austriaco desde finales del siglo pasado y aún desde antes, en algunos casos.

Leyendo los perfiles de las personalidades que, durante el tiempo que medie entre las nuevas elecciones y la formación del nuevo gobierno, uno no ha podido por menos que pensar que tienen en común que han sido ellos, y otros como ellos los que, a lo largo de la Historia reciente del país, han hecho el trabajo de verdad (no puedes pedirle a un protésico dental que, de pronto, aprenda lo que hay que saber para nadar por la frondosa maquinaria de la burocracia).

También ha sido inevitable pensar que quizá estas personas, poco acostumbradas a la atención pública o, por lo menos, a las cámaras, quizá tengan un poco de reparo para meterse en la jaula de los leones, particularmente si consideramos que, entre sus enemigos, se encuentra gente con tan mala xlstia como Herbert Kickl, el ex Ministro del Interior.

Cosas buenas del nuevo Gabinete de la canciller Bierlein es que es un gabinete perfectamente paritario (circunstancia por la que, por cierto, el Presidente VdB se ha felicitado, sin querer hacer grandes alharacas a prpósito de ello). Aparte de la canciller, las siguientes carteras serán ocupadas por mujeres  (seis de doce) : Elisabeth Udolf-Strobl (Economía y Digitalización), Brigitte Zarfl (Ministra de lo Social –aquí, entre paréntesis, no tendrá muy difícil hacerlo mejor que su predecesora o, por lo menos, con un poco más de simpatía-), Ines Stilling (Ministra de la Mujer), Iris Rauskala (Educación) y Maria Patek (Agricultura). Estas seis mujeres, incluyendo a la canciller representan otro récord en la política austriaca. Hasta ahora, el gabinete que más se había acercado a la paridad había sido el del canciller Gusembauer, en el cual trabajaron un cuarenta por ciento de mujeres, en comparación a un sesenta por ciento de sesudos caballeros.

Otro punto que, hasta ahora, ha tenido morbo, ha sido el nombre del nuevo Ministro del Interior, en sustitución del Kickl. El elegido ha sido Wolfgang Peschorn, hombre, como los otros miembros del Gabinete Cervecilla –con perdón- con el más puro pedigrí funcionarial y, a juzgar por su trayectoria, un caballero sufrido cual no hay dos, ya que entre los jefes que Dios y el mundo laboral le han puesto por encima ha estado Karl Heinz Grasser, otrora conocido como el Ministro de Economía con los abdominales más pétreos de la Unión –hoy « la magia de su melena » hubiera dado muchísimo, pero que muchísimo juego- ; Grasser, cuya vida es, desde que dejó la cosa pública un largo peregrinar de juzgado en juzgado y de pleito en pleito, se hizo famoso entre otras cosas por leer en directo –y delante de Armin Wolf, que tiene delito- cartas de sus supuestas fans en las que las damas venían a decirle que todas sus desgracias le pasaban por guapo, básicamente. Ya lo dice la voz del pueblo, que la suerte de la fea la guapa la desea.

Alexander Schallenberg, será el nuevo Ministro de Exteriores. Alto funcionario del cuerpo diplomático, fue uno de los artifices del acuerdo de coalición que unió a Sebastian Kurz y a Strache bajo el paraguas de la misma coalición. A la vista de los acontecimientos posteriores, confiamos en que Dios sabrá perdonárselo.

Eduard Müller (por fin un apellido normal) será el nuevo Ministro de Finanzas y Andreas Reichhardt, el único personaje del Gobierno actual inequívocamente adscrito a la ultraderecha (es Burschenschafter) será el encargado de hacerse con la cartera que antiguamente ocupaba Norbert Hofer. Como no podía ser de otra manera, Reichhardt también tiene un pasado de juegos de guerra con Strache.

Thomas Starlinger, antiguo trabajador de la presidencia del Gobierno, ocupará el cargo de Ministro de Defensa. Con el vicecanciller, Jabloner, son seis los hombres que velarán porque EPR funcione como un reloj suizo.

Por cierto, el gabinete Bierlein es más chiquitillo que el anterior, dos ministros menos, cuyas competencias han sido repartidas.


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