Cría cuervos (y tendrás cuervillos)

Las personas del siglo XX nos reconocemos (aún) porque todavía nos preocupamos por tener buena letra.

6 de Junio.- Heinz Christian Strache, ex vicecanciller, ex jefe de la ultraderecha austriaca (bueno, por lo menos de la ultraderecha que está en el parlamento) es un hombre del siglo XX.

Las personas del siglo XX, procedentes de un mundo que está desapareciendo rápidamente, nos reconocemos porque el sistema educativo que nos formó y nos deformó insistía mucho en que tuviéramos buena letra. Una letra no solo legible, sino bonita. Personalmente, como siempre me ha gustado escribir (el hecho físico de escribir), siempre he tenido una letra bien bonita (es una de las pocas cosas de las que me puedo enorgullecer legítimamente, si es que cabe orgullo en esto) pero mi hermano, el hombre, a pesar de ser mucho más inteligente que yo, como ha sido de ciencias desde chico, ha sufrido lo indecible con esto de tener una caligrafía clara. Incluso tuvo una maestra que lo traumatizó a base de crucificarle al pobre a hacer caligrafías y a repetir cuadernos, todo en el sagrado nombre de la causa de la buena letra. Una buena letra que a la mayoría de la gente, que se pasa la existencia laboral atada a un teclado, ni falta que le importa, como suele decirse.

(Habría aquí mucho que hablar de las barbaridades que estamos haciendo con los críos en el sistema educativo, enseñándoles a hacer cosas que ya son viejas hoy y que el día de mañana –otra expresión muy siglo XX- van a ser cosa del pleistoceno).

Sigamos :

Todos los que vivimos en Austria hemos podido comprobar la buena caligrafía que tenía Heinz Christian Strache en noviembre de 1990 debido a que ha llegado a manos de un semanario vienés (el Falter) una postal escrita y firmada por el exvicecanciller que venía acompañada de una foto en la que se ve a un Strache con acné (y esa piel un poco basta que distingue a los adolescentes que no se comen un rosco con el sexo opuesto) con otro colega de lo mismo, en lo que parece ser una reunión de su Burschenschaft (Nota del Autor : organización ultraconservadora y nacionalista –alemana- a la que Strache y otros miembros prominentes de la ultraderecha austriaca pertenecen y siguen perteneciendo). Detrás de Strache hay un mapa de Centroeuropa con un parecido muy sospechoso a la extensión máxima que alcanzó el tercer Reich alemán.

La postal tiene en el anverso la foto de un jerarca nazi (yo aún no me repongo de la sorpresa, quién hubiera podido pensarlo) y en el reverso, del puño y letra de Strache, un par de veces la palabra Heil, diversas runas de uso común durante el nazismo y, en el apartado del código postal D-Österreich (Traducible por Deutsch Österreich).Al pie, indubitable, la firma de Strache in person.

El medio, naturalmente, le ha preguntado al afectado por su opinión sobre lo que parece ser otra prueba más de que la pobre madre de Strache debe de haberlas pasado moradas a causa de los coleguis de su hijo (estos adolescentes…) y el político, el cual se encuentra, según las trazas, preparando su retorno a la política activa (si la carrera de Britney Spears ha sobrevivido a todo lo que ha sobrevivido, no hay que pensar que Strache no pueda conseguir lo mismo) ha dicho que el mapa de la foto no es de la Alemania nazi, sino que muestra las « islas lingüísticas » en las que se hablaba alemán en Europa de 1939 (cachis, qué mala es la gente).

Hasta aquí, otro caso más de vinculación entre Strache y la ultraderecha, nada nuevo. Una reposición en este cine.

Sin embargo, lo curioso de este caso es que parece ser que, en los propios medios ultraderechistas, por lo que sea, hay mucho interés en hundir a Strache (¿Venganza ? ¿Envidia ?) y todo indica que han podido ser los antiguos amigos de Strache en aquello del neonazismo los que han filtrado la postalita famosa y la foto.

Como dice el refrán : cría cuervos (y tendrás cuervillos).


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