Un rey (y un Bundespresi) para ti

Hoy se ha producido en Madrid un encuentro planetario entre mis dos jefes de Estado favoritos. VD ha tenido acceso a los entresijos.

3 de Diciembre.- Madrid. Monte de El Pardo. Palacio de la Zarzuela. En el edificio, conocido en el argot de sus trabajadores (y de los periodistas de servicio) como « Cristales » se ha producido hoy un encuentro planetario. Nada menos que mis dos Jefes de Estado favoritos.

Representando a la parte celtíbera, el Rey Don Felipe uve palito y de la parte transalpina el Sr. Bundespresi, Herr « Vandergüebeln ».

Qué no hubiera dado yo por haber visto por un agujero esa llegada de ese Bundespresi tan salao, que intervino ayer en la cumbre del clima y se las arregló en los tres minutos que le había dado la organización para llevar un poco de glamour vienés a Madrid.

Mientras mostraba un peluche de un osito polar, dijo que un crío se lo habia dado mientras miraba « las arañas del Hofburg » (o sea las lámparas, no vaya nadie a pensar que en el Hofburg no se limpia). Inmediatamente, todos los jefes de Gobierno con un poco de cultura –no muchos, por cierto- debieron de tener una imagen instantánea de ese concierto de Año Nuevo, con esas bailarinas de la Ópera partiéndose el coxis –sonrientes, eso sí- debajo de las lámparas llenas de lágrimas de cristal de Bohemia.

Seguramente, « Vandergüebeln » habrá llegado a la Zarzuela en coche eléctrico –porque él, aunque neutral por su cargo, es verde de corazón-. Habrá saludado a la Reina (qué mujer tan lista tiene el rey a su lado) y quién sabe si a las chiquillas también. Lo mismo les habrá traido de Viena una bola de cristal de esas que tienen nieve por dentro (a juego con el oso polar). Un invento austriaco muy acorde con las circunstancias climáticas que vivimos.

Si este encuentro « Vandegüebeln »-Princesa de Asturias se ha producido, es probable que nuestra futura reina le haya hecho algunas preguntas pertinentes (no es de esperar otra cosa en una cría tan culta como lo es la heredera a la corona).

La reina igual habrá cortado un poco por lo sano, como hacen todas las madres :

-Nena, deja ya al señor « Vandergüebeln » que tiene que hablar con tu padre. A ver si entre los dos salvan el mundo.

-Pero mamá, este señor es muy majo pero Austria es un país muy chiquitillo, y nuestros súbditos son un poco inútiles. Si hasta nos han echado del Informe PISA –habrá protestado Leonor- si no fuera porque yo subo el nivel, que hablo inglés, francés, árabe y el chino lo chapurreo, menudo porvenir le esperaba a España.

-Deje a la chiquilla –habrá dicho VdB, sonriente y paternal, acariciando la cabeza de la heredera- echo mucho de menos poder hablar con alguien que sepa quién era Akira Kurosawa. En casa tengo a un canciller que lo sacas de Pokemon Go y ya lo tienes mohíno. Me da unas cenas de Estado…Me he tenido que informar con mis nietos, no le digo más.

– No sabe cómo le entiendo, la de bodrios que me he tenido yo que tragar -habrá dicho la reina, Doña Leti- esos salones, esa jet set, son un páramo. Esta realeza…Porque son primos de mis niñas, que si no yo le contaría y no pararía. Aunque claro, luego tiene usted a los fachas, que además fuman. Aquí hace ya mucho tiempo que no fuma nadie (ejem). Fumaba mi suegro, pero desde que ya no vive aquí, el aire se ha vuelto respirable (ejem) . Cuando viene le hacemos sacar la cabeza por la ventana (de la cocina).

-La familia, mejor dejarla, majestad, que vienen unas fechas…No me gustaría estar a mí en la piel de la prima política de ustedes en Güínsor Cásel. Se les va a atragantar el tía. Y hablando de gente rara, yo no quiero decir nada, pero a ustedes también les ha crecido un tumor fachil –habrá dicho Vandergüebeln en plan indirecta.

-Quite, quite –habrá contestado la Reina- con el predicamento que tenía mi santo en el mundo gayer, con esa barba que se había dejado, que yo era la mujer más envidiada al sur de los Pirineos. Y ahora ha llegado ese advenedizo y se lleva a los osos de calle.

-No será a los polares, que se van a extinguir, que ya lo dije yo ayer.

-Ay, Vander ¿Me deja que le llame Vander ? Qué ingenioso es usted –habrá dicho la reina, conciliadora, intentando desmentir ese bulo de que un carácter algo atravesadillo.

Luego, el rey y Herr Bundespresi se habrán retirado a ese despacho que los españoles conocemos tan bien porque ha servido de escenario a múltiples discursos de navidad (no se sabe si esto lo sabrá «Vandergüebeln » pero si lo sabe, qué duda cabe que habrá sabido apreciarlo, porque ya se sabe que la navidad es uno de los deportes nacionales austriacos).

Cuando se hayan quedado solos, se habrán relajado, indudablemente. El rey habla un inglés perfecto (da auténtica gloria escucharle) fruto de sus estudios en América –en donde tuvo tiempo, por cierto, de echar alguna que otra cana al aire- y VdB no le va a la zaga (en lo del inglés, claro).

Bajo la atenta mirada de Carlos III, antepasado al que el Rey tiene en especial estima, habrán los dos debatido sobre el Amazonas, sobre la subida del nivel de los mares, sobre la extinción de las especies…El Rey, hombre pacífico como es, noble, de hábitos morigerados (no como su padre que es un poquito calavera, siempre de Bárbara en Rey) quizá habrá aprovechado para informarse.

-Señor vandergüebeln, permitame que le haga una pregunta.

-Las que usted quiera, majestad.

-Verá, cómo le diría yo…Viene la muchacha esta, Greta. Y estoy un poco inquieto.

-No me sorprende nada. Dicen que es muy inteligente, pero también que tiene un carácter un poquito fuerte.

-Como mi santa precisamente –habrá confesado el rey, de hombre a hombre y de Jefe de Estado a Jefe de Estado, a Vandergüebeln- a eso voy. La reina es una mujer del siglo XXI que ha tenido que lidiar con una familia desestructurada, como es la mía. En cambio, mi heredera es muy inocente ¿Sabe ? Le haría el chiste ese de que no sabe todavía que los Reyes son los padres, pero la dignidad de mi cargo me lo impide. En fin. Con la excusa de que sea una heredera preparada la hemos apuntado a todas las extraescolares, además de a alguna que le hemos inventado para ella, como detención de golpes de Estado, discursos de navidad, waterpolo… La tenemos así de ocupada para que luego no nos salga tan Borbón como su prima Victoria Federica, que tiene un pavo…Que…Madre mía. Trae a su madre, mi augusta hermana, de cabeza. No hay forma de que esa chica madure. Usted, desde la experiencia que le da la vida y el haber sido docente de la docencia, cree que como padre debo dejar que mi heredera y Greta tengan un encuentro en la cumbre? A ver si me la va a malear…

A esta pregunta seguramente VdB habrá puesto los ojos en las arañas de la Zarzuela.