Coronavirus: Relax

¿Cuándo fue la última vez que usted se relajó? Técnicas para atajar el estrés y la ansiedad producidos por el coronavirus.

15 de Marzo.- Buenas tardes, bienvenidos a la segunda edición de hoy de Viena Directo. Hace unos minutos el canciller Kurz se ha dirigido a la nación al objeto de recordarles que, a partir de mañana, entran en vigor las medidas del Gobierno para intentar atajar el contagio del coronavirus.

Esto es: limitación de movimientos: se pide a las personas que permanezcan en sus domicilios, salvo para ir a trabajar o para hacer sus compras. Que eviten las aglomeraciones (en cualquier caso, las evitará el Gobierno por sus medios, si es que se producen). Cierre de comercios y locales y, en general, reducción de los contactos sociales al mínimo.

Hoy ya se ha notado en las calles de las principales ciudades austriacas un descenso notabilísimo de la actividad. Austria se prepara para una larga cuarentena que puede durar hasta seis meses.

Este hecho, la obligatoriedad de permanecer en los domicilios y el constante goteo de noticias, así como la preocupación (muy constante en los inmigrantes) por la suerte de familiares que estén lejos puede producir en las personas efectos psicológicos. En particular situaciones de estrés y ansiedad.

Por eso, me he permitido dedicar esta segunda edición de Viena Directo de hoy a proponer una serie de técnicas y ejercicios para intentar combatir ese estrés y esa ansiedad.

Quiero aclarar que estas son las técnicas y los ejercicios que yo utilizo en situaciones de estrés de mi vida diaria y que a mí me funcionan. Naturalmente, hay una variedad enorme de técnicas de relajación. Animo a mis lectores a que, si conocen otras, las dejen en los comentarios o en los diferentes muros de Facebook en donde se publica este blog.

Todos conocemos que una de las manifestaciones del estrés es no poder dejar de pensar en el problema que nos tortura. Una manera de intentar evitarlo es el movimiento. Un simple cambio de postura ayuda muchísimo. Si uno está sentado, ponerse simplemente de pie, ir a otra habitación.

Una técnica muy sencilla pero muy eficaz (aunque parezca idiota) es moverse como si uno intentara sacudirse el problema, como si el problema estuviera pegado en los brazos y en las piernas y uno quisiera despegárselo moviendo piernas y brazos.

Como el pensamiento es difícil de controlar, hay que „trolear“ al cuerpo obligándole a concentrarse en otras cosas.

Por ejemplo: mantener el equilibrio. Póngase usted a la pata coja, apoyando el peso del cuerpo sobre un pie y trate de mantener el equilibrio.

Si usted es una persona que tiene un sentido del equilibrio fenomenal y este ejercicio no le cuesta trabajo, complíquelo. Por ejemplo, intente mantener el equilibrio, manteniendo el peso del cuerpo apoyado solo sobre un pie pero cerrando los ojos. Comprobará usted rapidamente que es muchísimo más difícil. Y también cómo el nivel de estrés se reduce, al haber roto la cadena de esa película que, en bucle, le proyectaba su cerebro.

Cualquier medida que traduzca el estrés en movimiento es efectiva, así que pierda la vergüenza y no se quede quieto. Teniendo cuidado de no dar demasiado por saco a los vecinos, puede usted ponerse música y bailar. Todos lo hemos hecho. Si no puede usted poner el equipo de música a toda pastilla, póngase unos auriculares. Las silent disco son tendencia, podrá usted tener la suya propia en su casa.

Aunque en determinadas situaciones sea difícil, no hay que renunciar nunca a la risa. Si puede, trate de reirse. Si no le sale reirse naturalmente, fuércelo. El cuerpo, en principio, no diferencia entre las carcajadas de verdad y las carcajadas falsas (las carcajadas de verdad son muchísimo mejores, naturalmente, pero a falta de pan, buenas son tortas). Reirse hace milagros, ya lo vera usted.

Otra técnica muy eficaz es concentrarse en la respiración. Magia pura. La técnica más sencilla es hacer una respiración profunda llenando la cavidad superior del pecho y luego, tras una pequeña pausa, dejar salir el aire poco a poco. Si tiene usted una vela en casa, póngase una vela encendida delante de la cara y trate de controlar el flujo de su expiración de manera que haga bailar la llama de la vela, pero sin apagarla.

Dejo para el final mi técnica de relajación favorita, que se puede practicar en cualquier parte. En casa, sentado en un vagón de metro, en un avión.

Se sienta usted, pone las manos encima de los muslos y cierra los ojos. Luego, va concentrando su atención en las diferentes articulaciones del cuerpo, desde abajo hacia arriba. Primero, tensándola y luego, relajándola. Dedos de los pies, tobillos, rodilla, caderas, dedos de las manos, codos, hombros, hasta llegar a la cabeza.

Se puede repetir tantas veces como se quiera y, lo mejor, cuanto más se repite, más eficaz es, porque se crea un reflejo condicionado que favorece la relajación.

¿Tienen los lectores de Viena Directo otras técnicas? ¿Se les ocurren otros ejercicios? !No lo duden! En Facebook o en los comentarios de este post, pueden compartir sus experiencias.

Hasta mañana a medio día, en donde seguiré informando sobre las últimas novedades de la crisis.

JUNTOS VAMOS A SALIR DE ESTO. LA SOLIDARIDAD ES LA MANERA DE VENCER AL VIRUS.


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