Van der Bellen se dirige a nosotros

Últimas cifras – rectificación del Ministerio de Sanidad – Dificultades de Austria con el JPA -Maria está enferma (la pobre) – el escupidor- nuevo paquete de medidas del Parlamento- el Presidente se dirige a la Nación

2 de Abril.- Muy buenas tardes a todos y bienvenidos a la segunda edición de hoy de Viena Directo, con todas las noticias a propósito del coronavirus en español.

Hoy, un poquito más tarde, para recoger las palabras del Presidente de la República, Alexander van der Bellen, que se ha dirigido a la Nación hoy a las ocho de la tarde en el marco del Zeit im Bild, el telediario de máxima audiencia en Austria.

Como de costumbre empezamos con los numeros. Tanto los austriacos, como los que vivimos en Austria tenemos razones para estar bastante contentos. Las medidas para contenter el contagio de coronavirus parece que están dando resultado y, aunque estamos aún lejos del objetivo del Gobierno para garantizar la plena seguridad de todos los que enfermen, la verdad es que vamos muy bien.

Como decíamos, a día de hoy el número de nuevos positivos se dobla cada ocho días. Los expertos estiman que el objetivo debe ser que se doblen cada catorce, así que es probable que nos queden todavía algunas semanas de aislamiento.

A las tres de la tarde de hoy el Ministerio de Sanidad daba una cifra de 10.967 casos (si no recuerdo mal, algo más de 450 más que ayer a las mismas horas). 227 personas en cuidados intensivos (esa cifra lleva más o menos igual durante los últimos tres días, cosa que también está muy bien).

La camarera no era suiza (Archivo VD)

-Hace muy pocos minutos, por cierto, las autoridades sanitarias austriacas se han desdecido. En la anterior entrada repetíamos nosotros lo que había dicho el Ministro Anschober, o sea, que la paciente cero había sido una camarera suiza que había trabajado en Ischgl y que ese primer caso había sido el 5 de Febrero.

Pues parece ser que no. El Ministerio de Sanidad austriaco ha rectificado hace muy pocos momentos y ha dicho que la paciente cero en Austria había sido, de hecho, una austriaca y que había enfermado en fecha tan temprana como el ocho de febrero (tres días más tarde). El Ministerio le ha echado la culpa al organismo de control de epidemias. Parece ser que cuando la señora suiza se comunicó con ellos para comunicarles que estaba mala, el funcionario que introdujo sus datos en el sistema se equivocó de mes (qué cabeza la suya) y en vez de poner el cinco de marzo, puso el cinco de febrero.

La que tiene boca (o dedo) se equivoca (de tecla).

Por otro lado, el Ministro Anschober se ha quejado de que lleva muchos días luchando (Kämpfen, ha sido el verbo que ha utilizado) para obtener de la Unión Europea el equipamiento que Austria lleva pidiendo insistentemente.

Anschober ha declarado que hace días que la República Austriaca lleva poniéndose en contacto con el JPA (Joint Procurement Agreement to Procure medical countermesures) que es el mecanismo anunciado por Ursula Van der Leyen por el cual -supuestamente- la Unión Europea compraría equipamiento como unidad en los mercados internacionales para así poder obtener mejores condiciones y precios.

(Hasta ahora, por lo que parece, los mercados internacionales de equipo médico los cuales, por lo que parece, están infestados por un hatajo de piratas, lo único que le han hecho a la Unión Europea -y a muchos países por separado también- es sacarles la lengua y hacerles pedorretas).

Anschober ha manifestado haberse dirigido reiteradamente al JPA para preguntarle „qué hay de lo suyo“ y el JPA o bien le ha hecho el ignorito o bien no sabe no contesta.

Qué tiempos aciagos estos en los que vivimos.

-La diputada del Partido Popular austriaco Maria Grossbauer, a la que quizá mis lectores más atentos recuerden como (más bien inodora, incolora e insípida) organizadora de los bailes de la Ópera, ha caido enferma con el coronavirus (la pobre muchacha). Grossbauer, de treinta y nueve años, es la segunda diputada del Partido Popular austriaco que enferma de coronavirus. Recordarán mis lectores que, como decíamos en el colegio el „prime de su clase y prime de su mesa“ fue otro diputado conservador miembro de su grupo.

De cualquier manera, según parece, la señora Grossbauer está bien „dadas las circunstancias“.

-Esta noche pasada un mangurrián, que tenía antecedentes por pequeños delitos, y que estaba contagiado de coronavirus ha escupido a unos vigilantes de seguridad en un hospital. Denunciado por los receptores de los esputos, ha sido puesto a buen recaudo por las fuerzas del orden y será acusado de poner en peligro a las personas mediante enfermedades infecciosas, por lo que le pueden caer 3 años de cárcel.

No ha sido, por cierto, el único caso de escupidores en Viena (si no recuerdo mal, ya habíamos dado noticia de algunos).

Sin „escupitinajo“ también ha habido otra gente que puede aprender bien pronto lo que vale un peine. Son los llamados practicantes del „corona challenge“ o „reto del coronavirus“ el cual consiste en dejar residuos biológicos de uno mismo en la vía pública (por ejemplo sonándose los mocos en un periódico gratuito) y grabarse en video para difundirlo por ahí.

Dudosa prueba tanto de la valentía como (peor) de la inteligencia de quien lo hace. Pero bueno.

Parlamento austriaco

-Si todo va bien, que todo indica que irá, mañana se reunirá el Parlamento (todos los diputados separaditos unos de otros, como es de razón) y aprobará el tercer paquete de medidas para intentar atajar un poco el destrozo económico que el coronavirus, con su carga de encerramiento y parálisis empresarial, está produciendo en Austria.

Se van a aprobar ayudas económicas para personas que tengan pocos ingresos y también para medios de comunicación que estén pasando apuros (todos los medios están sufriendo enormes pérdidas porque las empresas han cerrado el grifo de la publicidad). El „Pendlerpauschale“ o sea, el dinero que recibimos los trabajadores que debemos desplazarnos a nuestro centro de trabajo con frecuencia, sigue, aunque hagamos „jom ofis“ o sea, teletrabajo. También se va a modificar la ley para que el seguro de accidentes que protege a todos los trabajadores mientras están bajo el techo de su empresa, también sea válido cuando estén trabajando desde su domicilio o tacita de plata.

Se van a prohibir temporalmente los desahucios. También se van a modificar las competencias de las escuelas y los centros educativos para que puedan disponer lo necesario para adaptar la enseñanza a estos tiempos de crisis.

-Como decía más arriba, el Presidente Van der Bellen se ha dirigido maternalmente a la Nación austriaca, con unas emotivas palabras, para pedirles perseverancia a sus conciudadanos. Van der Bellen ha hablado con el famoso tapizado color púrpura del palacio que es su sede oficial, del que colgaba un retrato, en plena majestad, de la emperatriz Maria Teresa (a la que solo se le veían los bajos de las orondas faldas) y, a su derecha, con las banderas austriacas y de la Unión Europea.

En la Ballhausplatz, lugar de Viena en donde se encuentran las sedes de la Cancillería y de la Presidencia de la República, existe el temor de que, con las festividades que se aproximan, los austriacos y las austriacas vayan a visitar a sus familiares (en Austria, como dice un amigo mío, la tradición es religión) y que, por esta amabilidad, se estropee el esfuerzo que llevamos tantos días realizando y que ya está empezando a dar resultado.

Van der Bellen ha agradecido a todas las personas que están manteniendo en marcha al país, sin olvidarse de nadie, como suele ser habitual en él. Varias veces ha invocado a la paciencia de „los austriacos, de las austriacas y de quienes viven aquí“ (dan ganas, lo digo en serio, de hacerse austriaco solamente por tener un presidente como él).

Van der Bellen ha apelado a la conciencia de sus conciudadanos de que lo que estamos haciendo todos es lo correcto y no solo lo correcto, sino también lo decente, porque ayuda a proteger a las personas a que los valores, según él ha dicho, tengan contenido y no sean solo palabras.

También ha hecho un llamamiento a los mayores que son, paradójicamente, los que menos parecen estar tomándose en serio toda esta cuestión. Les ha pedido, les ha rogado, que se dejen ayudar. Y también ha recordado a aquellos que han perdido a sus familiares o allegados en esta crisis.

Ha recordado también que esta dura crisis va a cambiar nuestra convivencia y nuestro modo de estar en el mundo, que estos días van a dejar huella y que quizá uno de los cambios más perceptibles va a ser que no todos vamos a tener las respuestas siempre a mano o que quizá las respuestas a los desafíos que se nos están planteando, vayan a ir cambiando poco a poco.

Por último, ha terminado con una frase que voy a poner primero en alemán y luego traduciré, porque me parece que reproduce mucho el espíritu de estos días.

Irgendwann werden wir dann zurückblicken auf diesen seltsamen, schmerzvollen, unwirklichen Frühling 2020. Und wir werden feststellen: Es ist vorbeigegangen.“

Algún día miraremos atrás a esta rara, dolorosa, irreal primavera de 2020 y podremos afirmar: ya ha pasado todo.

Amén, que Dios le oiga, Señor Presidente.

 


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