You give me fever

You give me fever (o no) – eso no se toca, nene – no hubo aglomeraciones – los alemanes están felices – los griegos se mueren de calor.

16 de Mayo.- Buenas tardes y bienvenidos a la segunda edición de Viena Directo, el blog que te cuenta las noticias que importan, desde 2006.

Antes de entrar en las cifras, quisiera llamar la atención de mis lectores sobre un hecho.

Si no hubiera habido pandemia, hoy se hubiera celebrado la edición 2020 del Festival de Eurovisión, ese evento que no solo nos hace más europeos, sino que nos hace mejores personas.

Como siempre, antes de entrar en las noticias le damos una vuelta a las cifras. Empecemos con las palabras mágicas:

Hoy, a las tres de la tarde, había en Esta Pequeña -pero adorable República- 16.146 positivos contabilizados. 14.524 personas ya se han curado, con lo cual han desarrollado unos anticuerpos que son más coriaceos que un representante balcánico en el festival de Eurovisión.

629 personas, lamentablemente, han fallecido.

En total, los positivos están sacados de 357.393 tests.

El gigantesco Raphael, haciendo que temblaran los cimientos del Hofburg. No ganó porque hubo la pérfida albión envió a Sandie Shaw, pero méritos no le faltaban

UN MITO SE NOS DERRUMBA: MEDIR LA TEMPERATURA ES UNA TONTERÍA

-Hoy nuestra primera parada es en Alemania. Y los alemanes nos han dado un chasco, los muy truhanes.

El Instituto Robert Koch (el que está dedicado al científico más „bacilón“) dice que el numerito este de medir la fiebre en los aeropuertos -o en cualquier otro sitio- para identificar a los pachuchos de coronavirus, es una tontería.

¿Y en qué se basan? Pues según los señores del Instituto Robert Koch, se basan en que este criterio de la fiebre es un coladero, porque más de la mitad de los infectados, en el momento en que les tomaron la temperatura o eran asintomáticos o no tenían fiebre.

Si esto es verdad, otro mito que se nos derrumba.

Por cierto, quizá se hayan preguntado mis lectores cómo se llaman estos termómetros para medir la fiebre que se ven en los aeropuertos. Pues se llaman Pirómetros y esta semana que viene, el jueves, nuestro sabio de cabecera, Jesús Carrete, nos va a contar cómo funcionan y otras muchas cosas relacionadas.

El programa de Eco Directo de esta semana nos ha quedado tan y tan chulo que me tengo que contener para no colgarlo ya.

Tendremos todos que tener paciencia.

Conchita -Bautista, no la otra- llevó este temazo a Eurovisión y vino con cero puntos por un contubernio judeomasónico, pero los Sirex versionaron la canción y es que se te van los pies

NO TOQUES EL CEDÉ DE DOLORES VARGAS

-Y si empezábamos derribando un mito, seguimos derribando otro. La Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en la lengua del imperio) dice ahora que no hay ningún tipo de evidencia de que el coronavirus se transmita por contacto con superficies. O sea, que si usted toca un picaporte, un teclado de un ordenador, una bolsa con un kilo de patatas nuevas, un „satisfayer“, un CD de Mónica Naranjo o de Dolores Vargas (la Terremoto), un billete de quinientos (euros) o cualquier otra cosa, puede ser que no se contagie.

!Sapristi! ¿Y por qué dice la OMS ahora esto? Pues según la Organización Mundial de la Salud, los estudios sobre la supervivencia del virus malandrín en superficies hay que tomarlos con cuidado porque se han hecho en las condiciones controladas de un laboratorio y en la vida real las condiciones son mucho más duras para los virus.

(Yo, por si acaso, procuraré desinfectar los CDs de Mónica Naranjo o de Dolores Vargas, the female earthquake antes de tocarlos).

El Roberto Chiquilicuatre austriaco se llama Alf Poier

LOS HOSTELEROS NO ESTÁN FELICES, PRECISAMENTE

Los lectores de Viena Directo tuvieron la oportunidad de expresar su opinión sobre la apertura de la hostelería.

Fueron opiniones tibias en general. Un poco „si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería“. Efectivamente, esta impresión se confirma con los datos reales aportados por los hosteleros austriacos. Después de dos meses de cierre no fue la cosa un despendole, precisamente. La frecuencia de clientes se mantuvo „por debajo de las expectativas“ según declaró el portavoz de la Cámara de Comercio austriaca, Sr. Peter Buchmüller.

Como en el teatro, gremio en donde siempre hay una excusa para explicar que el público pase de los intérpretes, Buchmüller achacó la falta de asistencia al tiempo (que ayer era, es verdad, bastante desapacible)

Tampoco ayuda la obligación de llevar mascarilla, la falta de turistas o la caida del poder adquisitivo debido al trompazo económico.

¿Lola? No la mandamos a Eurovisión (leider) pero Julio Iglesias participó con esta canción que Lola y El Pescadilla convirtieron en un rumbazo (¿E azí o no é?)

LOS ALEMANES ESTÁN FELICES

Los que se encuentran felices y ufanos cual perdices son los controladores de la frontera entre Austria y Alemania. Tras un día de controles aleatorios para ver si las personas que pasan de Austria al país de Cruella de Merkel tienen los papeles y los motivos en regla, la policía de fronteras germana está muy feliz. Ni un solo caso han pillado de gente que pase a Alemania sin un motivo válido. Ni un solo caso de gente que vaya a hacer senderismo o a comprar chucherías.

Recordemos que ninguna de estas dos actividades está permitida y que no lo estará hasta por lo menos el 15 de Junio.

Aquellos de mis lectores que quieran entrar a Alemania desde Austria deberán estar en estos supuestos:

-Ser alemanes.

-Tener residencia legal en Alemania

-Ser viajero profesional frecuente

-Tener razones familiares de fuerza mayor

PANATINAIKOS PISCINAS

Y mientras en Austria el frío le jugaba una mala pasada a los hosteleros, en Grecia los pajaritos se caían fritos de los árboles de Atenas y de otros lugares en donde se baila el sirtaki. Con temperaturas de cuarenta grados, el Gobierno griego ha dado autorización para abrir las 515 piscinas con las que cuenta el país de la reina Sofía. Bajo estrictas medidas de seguridad, eso sí. Solo 40 personas por cada mil metros cuadrados. La distancia entre las sombrillas debe ser de mínimo cuatro metros (¿Por si les da por escupirse los unos a los otros?). Debajo de cada sombrilla solo pueden estar tumbadas dos personas como máximo.

En los chiringuitos solo se podrá vender comida empaquetada y no se podrá servir alcohol (que ya se sabe que, cuando canta la chicharra luego la resaca es muy cabezona). La televisión pública griega (ERT) ha comunicado que estas condiciones se han guardado en casi todas partes. Y como para no guardarlas. A los infractores, se les casca una multa de hasta 20.000 eurazos.

Y con esto, queridos lectores, me despido de todos ustedes hasta mañana a la una, momento en el que volverá Viena Directo con un post especial (que será de alivio de confinamiento).

Un cordial saludo y hasta entonces.


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