Este año, concierto fantasma en Schönbrunn

Tal vez llueva (es tradición) pero no sobre el público congregado en el palacio de Schönbrunn. Este año, debido al coronavirus, el conciertazo será a puerta cerrada.

6 de Agosto.- Los señores de la Filarmónica de Viena tienen todos los años un par de citas ineludibles. La primera, naturalmente, es el famoso concierto de año nuevo, con sus señoras en Kimono (invariables), su Julie Andrews, que viaja desde América para comentarlo, su marcha Radetzki, que todo el planeta sigue intentando que las palmas no le taladren los occipitales debido a la resaca provocada por la ingesta de la noche anterior.

También todos los años, a finales del verano, llega el Concierto para una Noche de Verano (o Sommernachtskonzert), durante el cual, generalmente, los señores filarmónicos intentan que no se les mojen los instrumentos (con perdón).

Es una pequeña tradición austriaca. Lo mismo que en Navidad no nieva nunca (bueno, por debajo de los dosmil quinientos metros) durante el Concierto de Verano famoso llueve casi todos los años (yo estuve en uno, durante el cual la Filarmónica le hizo un homenaje a la zarzuela y aquello parecía una representación de El Holandés Errante -por los churrascos tormentosos, digo-).

Todos los años, 100.000 personas toman los jardines del palacio de Schönbrunn para escuchar las suaves melodías de la orquesta. Este año (leider) no va a poder ser. Tocará la filarmónica, probablemente lloverá, pero no sobre el público congregado el cual, en esta ocasión, tendrá que seguir el concierto desde la comodidad de sus hogares.

La que probablemente sea la orquesta más famosa del mundo (mundial) tocará ante un auditorio vacío. Las puertas del parque permanecerán cerradas (para que a nadie se le ocurra la peregrina idea de penetrar al sancta sanctorum a escuchar en directo el conciertazo). Solo los propios músicos y el personal de la „Chispa Redonda Austriaca“ (o sea, la Österreichische Rundfunk, u ORF) estarán autorizados a estar en el parque en donde Sissí y su marido Sosó escuchaban el canto de las fuentes y contemplaban el verdor de las plantas.

Será, en cualquier caso, una velada hermosa, ya que dirigirá Valery Gergiev y cantará el tenor Jonas Kaufmann, uno de los mejores del momento.


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