En junio se hizo en Reichenau un estudio que pretendía aclarar aspectos hasta ahora algo oscuros del coronavirus en Austria.
21 de Septiembre.- A partir del 20 de Junio pasado, tuvo lugar en Reichenau an der Rax (en la comarca de Neunkirchen) un estudio que pretendía iluminar más algunos pormenores oscuros del coronavirus.
Se conocen relativamente bien los síntomas de la infección, aunque no se sabe bien todavía por qué hay un cierto número de personas -relativamente pocas- que cuando la contraen se ponen muy enfermos y mueren. Asimismo, no se sabe demasiado bien por qué hay personas que contraen la infección y, sin embargo, no presentan apenas síntomas o presentan síntomas muy leves. Otra zona de conocimiento que no ha sido aún excesivamente transitada por los especialistas es qué pasa despues, o sea, cuando los pacientes se han curado. Por ejemplo, cuánto dura la inmunidad, si es que hay inmunidad; un dato que sería muy bueno saber, por ejemplo, a la hora de desarrollar las vacunas y calibrar su efectividad. O si las personas que han pasado ya la infección se pueden reinfectar y bajo qué circunstancias.
LOS CONTAGIADOS DE AYER AYUDAN A LOS CIENTÍFICOS HOY
Con la intención de saber todas estas cosas, que nos provocan a todos tanta curiosidad (y a los científicos más, que son más curiosones que nosotros por su trabajo) como decía más arriba se buscó una localidad, Reichenau, que durante el primer pico de la pandemia fue uno de los epicentros de la CoVid-19 en Austria. 61 personas se infectaron (y enfermaron), 260 personas tuvieron que guardar cuarentena y hubo un foco infeccioso grande, cuya pista se siguió hasta un ensayo del grupo de canto local. En el marco de este estudio se ofreció a la población censada en Reichenau que se hiciera tests de anticuerpos, porque se pensó que ofrecían unas buenas condiciones para una investigación completa.
Hoy se han publicado los resultados, según informa la prensa en lengua vernácula, y son bien interesantes.
Trataré de resumirlos.
La conclusión más epatante del estudio es que la mayoría de las personas jóvenes que han pasado la CoVid-19 (entre 15 y 40 primaveras) no presentan después del proceso de su enfermedad, ningunos anticuerpos. Los médicos piensan que esto es así porque la mayoría de las personas de esta edad tuvieron solo la versión leve de la enfermedad, y se piensa que cuando la enfermedad no cursa con síntomas graves, el cuerpo no produce anticuerpos (esta opinión ha sido expresada por Irmgard Lechner, que es la directora de sanidad regional de Baja Austria).
De una población total de 2637 candidatos potenciales, 1824 participaron en el estudio, lo que da más o menos un porcentaje de un setenta por ciento. Entre ellos estaban 49 de las 61 personas que dieron positivo en primavera. En un 71,4 % de los enfermos, los cuales representaban a su vez distintos grupos de edad, se encontraron anticuerpos. En total, un 6,5% de los habitantes de Reichenau dieron positivo a las pruebas serológicas (esto es, en su sangre había anticuerpos contra el coronavirus).
En cuanto a los síntomas, todos los positivos a la PCR tuvieron tos seca y perdieron en todo o en parte el sentido del gusto y del olfato, también experimentaron un fuerte cansancio y fiebre.
Los que no presentaban anticuerpos se quejaban sobre todo de un catarro, con lo cual los científicos piensan que en realidad no estaban enfermos de CoVid-19.
Para las autoridades regionales que han participado en la presentación del estudio, las conclusiones indican que la estrategia que ha seguido el gobierno de Baja Austria ha sido la mejor, ya que cuando se presentó la primera ola no se confinó de un golpe a todo el pueblo, sino que se hizo un rastreo de las relaciones de los infectados, cosa que aún hoy se hace.
De este estudio se ha desprendido también que la alrededor de un seis por ciento de la población ha pasado la infección.
Tras la parte sesuda, las autoridades han aprovechado la ocasión para la autopromo, como suele ser normal. Se ha puesto mucho énfasis en la capacidad que hay de hacer test (35 equipos de momento) y en que se va a poner en marcha un „drive in“ para que la gente se pueda testar desde su coche cómodamente. También se ha insistido (como insistí yo ayer en la transmisión en directo) en que no hay razones para el pánico, pero sí para la precaución y el sentido común. Amén.
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