El semáforo se pone en rojo – Nuevas medidas en Tirol, Salzburgo y Vorarlberg – Kurz pide medidas más drásticas
15 de Octubre.- Una creciente inquietud se está extendiendo por los centros de decisión de Austria. Inquietud que, curiosamente, no llega (o llega mal) a una cierta parte de la población, que no se acaba de creer que la situación se está haciendo más seria según pasan los días.
Hoy, se ha vuelto a superar un récord de nuevos contagios.
Naturalmente, el contraargumento es que se están haciendo cada vez más tests, pero lo que también es cierto es que, si las infecciones no bajan (y no: no bajan), un porcentaje de esas personas cuya infección se detecta, se pondrán gravemente enfermos y ocuparán las camas de los hospitales y, en los casos peores, las camas de las unidades de cuidados intensivos.
Además, suele olvidarse una cosa: la gente se sigue poniendo enferma de otras cosas y puede llegar un momento en que, como pasa en otros países, los enfermos de otros males que no sean la CoVid pueden no tener sitio para que los médicos los traten.
Tras saberse que la cifra de nuevos infectados había subido de nuevo, el Bundescanciller ha pedido a los Bundespresidentes de los Bundesländer, en una palabra, que se pongan las pilas. Lo ha hecho por escrito y le ha mandado una copia a la agencia de noticias APA. En su escrito, el Bundescanciller ha dicho que ha llegado la hora de tomarse la situación en serio (es seria) y ha pedido también pensar en „medidas más drásticas“.
También ha hecho un llamamiento al Bundespueblo a que „se tomen en serio la situación y tomen medidas“ porque si no „llegará un momento en que los funcionarios no darán abasto ni para hacer tests ni para para trazar los contactos“
Y entonces, añado yo, la habremos cagado, con perdón por usar esta expresión tan gráfica.
EL SEMÁFORO SE PONE EN ROJO
Como sucede todos los jueves, hoy se ha reunido la famosa comisión del semáforo. Con una novedad: por primera vez, hemos visto el color rojo.
Dos distritos en Tirol, uno de Salzburgo y uno de Alta Austria han tenido el dudoso honor de inaugurar la lista de lugares austriacos de máximo riesgo por coronavirus.
Se trata de Innsbruck (ciudad y Land), Hallein y la ciudad de Wels, respectivamente. Mañana por la mañana el Ministro Anschober saldrá a explicarlo todo (!Como si hiciera falta!) pero ya se ha sabido hoy.
También aumentará el naranja en el mapa de Austria (en el cual cada vez quedan menos distritos en verde).
Aquellos lectores de Viena Directo que quieran saber cómo va la cosa en los distritos en donde viven pueden, como siempre, entrar en www.corona-ampel.gv.at.
LA NUEVA NORMALIDAD SE PONE PICANTONA
En alemán, cuando se habla de agravar las medidas (por ejemplo contra el coronavirus) se utiliza el verbo Verschärfen.
Mi amigo Luis Tercero (entre los historiadores, famoso en el mundo entero) y yo, nos divertimos con la semejanza entre este bonito verbo y el adjetivo Scharf, picante. Y la verdad es que, si nos atenemos a lo que hoy hemos sabido, la nueva normalidad se está poniendo más picantona que un chiste de Jaimito (yo no sé si las nuevas generaciones seguirán entendiendo este uso del adjetivo „picante“; me consta que „verde“ para decir lo mismo, ya no lo entiende casi nadie).
En fin: como decía más arriba, el Bundescanciller ha pedido a los Bundesländer „Verschärfungen“ y a mi amigo Luis y a mí nos ha hecho mucha gracia el pensar que Kurz, un caballero cristiano que, sin duda, lee a Chertoston, haya pedido a los gobernantes regionales de sus Länder que…Bueno, que se pongan picantones.
El caso es que, nada más recibir la cartita de Kurz de la que hablábamos más arriba, los presidentes regionales de Austria se han puesto a hacer de sus respectivas zonas de jurisdicción templos del picante.
EN TIROL, por ejemplo, en aquellos distritos que estén en rojo y naranja en el semáforo del corona se ha instaurado el toque de queda a partir de las diez de la noche y a partir de noveno curso, la enseñanza será a distancia.
En una rueda de prensa anunciada con urgencia, el presidente de Tirol, Günther Platter ha anunciado que, aparte de las medidas que mencionaba antes, se va a implantar en los locales de Tirol la obligación de registrarse (como ya hacemos en Viena).
También se va a ampliar la obligación de las clases a distancia en las Fachhochschule y en las Universidades. Los eventos solo podrán celebrarse ahora con sitios asignados y con un máximo de 250 asistentes. Estará prohibido que se sirvan bebidas.
La asistencia a los entierros estará restringida a 100 personas como máximo y se limitará a su esencia („eigentlichen Vereinszweck“). O sea, que los equipos de fútbol solo jugarán al fútbol y no podrán tener por ejemplo una cantina abierta.
En lugares sensibles como las residencias de ancianos, hospitales, y hogares para gente con minusvalías, solo podrá haber dos visitantes al día. Al mismo tiempo se van a elevar las medidas de higiene.
Todo lo anterior entrará en vigor a partir del viernes. El registro de los clientes en los restaurantes y locales y las reglas de las escuelas, a partir del lunes.
En el resto de los Bundesländer occidentales de Austria (Salzburgo y Tirol) la medida de toque de queda a partir de las diez hubiera caducado mañana. Sin embargo, Salzburgo y Vorarlberg han anunciado que prolongarán esta medida por tiempo indefinido. Las autoridades han explicado que las cifras de nuevos infectados no permiten relajar las medidas y que, por lo tanto, estos dos Länder permanecerán picantones.
El objetivo es bajar la incidencia del coronavirus al cincuenta por ciento, de manera que Alemania y otros países levanten las advertencias de viaje al oeste de Austria
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