El primer ministro del Gobierno con coronavirus

Emoción, intriga y dolor de barriga. El primer miembro del Gobierno austriaco con coronavirus ¿Quién habrá sido?

17 de Octubre.- Hace unos días, comentaba yo en este mismo espacio la fiesta de pijamas que había habido en la cancillería de Austria. Involuntaria, claro. Uno de los trabajadores que está en estrecho contacto tanto con Kurz como, es de suponer, con otros ministros, se había sentido pachucho, le habían hecho pruebas y !Pimba! Positivo por coronavirus.

Ipsofactamente, se armó el zafarrancho de combate. Se le hicieron pruebas a los miembros del Gobierno, se repartieron bolsas de aseo y, entre estate quieta y ponte bien, salieron los resultados de los tests y todos se quedaron tranquilos: nadie tenía nada.

Pero como los virus son chiquitillos y vagan por el ambiente, nadie está a salvo y el Ministro de Exteriores austriaco, Sr. Alexander Schallenberg, se ha contagiado. Vaya por Dios. De momento, según parece, no tiene ningún síntoma.

Naturalmente, el Sr. Schallenberg había participado en el consejo semanal de ministros que se celebra los miércoles y en el pleno del Parlamento, de manera que quedaba la sospecha, como la otra vez, que los demás miembros del Ejecutivo austriaco pudieran estar también tocados por el virus malandrín. Todo esto a pesar de que, según se ha explicado a la agencia APA, todos los Ministros llevan mascarilla cuando se juntan y, por supuestísimo, gente proba, seria y eficacísima como son, ni se besuquean ni bailan lo del cachete con cachete, pechito con pechito y ombligo con ombligo unos con otros (aunque bueno, tampoco se puede saber porque los consejos de Ministros son, como es bien sabido, a puerta cerrada, y sus deliberaciones son secretas).

En fin: por lo que pudiera pasar, los funcionarios de sanidad han calificado a los compañeros de Schallenberg como „Expuestos de Bajo Riesgo“ y les han hecho las pruebas pertinentes.

Ya pueden los lectores de Viena Directo quedarse tranquilos porque al único que le ha tocado la china ha sido al Ministro de Exteriores. El resto de los ministros están, en estos momentos, en perfectas condiciones físicas y con ganas de comerse el mundo.

¿Y cómo se ha contagiado el Ministro? ¿Ha estado, por ventura, en alguna fiestuqui ilegal, dándole al calimocho y bebiendo a morro de botellas que otros hubieran rechupeteado? No, por cierto. Según parece, el Ministro hubiera podido contagiarse en Luxemburgo, este lunes pasado, durante una cumbre de Ministros de Exteriores de la Unión. Hoy se ha sabido que la Ministra belga, Sra. Sophie Wilmes, también había dado positivo.

Su homóloga sueca, Ann Linde, al saber estas noticias, se ha puesto ella misma en quarentena en su casa, a pesar de no tener síntomas ni padecer otras molestias. Sin embargo, mientras no salgan los resultados de los tests que se ha hecho, va a hacer „jom ofis“.

El Superministro de Exteriores de la Unión, el español Josep Borrell (que ya tiene una edad y, por lo tanto, es persona de riesgo) se ha hecho también tests y ha anunciado que había dado negativo. Ha sido su segundo test esta semana, porque ya había estado antes con un infectado (qué trajín de tests lleva el pobre señor).

De todas maneras,y por lo que uno lee por aquí, la cumbre de Ministros de Exteriores ha debido de estar de bote en bote. Solo la delegación austriaca eran nueve personas. Multiplique el lector por veintisiete países de la Unión y le saldrán una cifra que es la más adecuada para que Luxemburgo haya sido un segundo Ischgl.

El Ministro Schallenberg tenía el mismo plan para la semana que viene que los baúles de Concha Piquer. Viajes programados para el Reino Unido, Dinamarca, Grecia y Chipre, pero claro, todos los encuentros tendrán que ser por videoconferencia.

Mejor para la salud de todos y mejor, claro, para el medio ambiente, porque vaya jodienda, con perdón, con tanto vuelo aéreo.

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