Parlamento austriaco

¿Podría el Constitucional derogar las nuevas leyes?

Parlamento austriaco¿Podría el Constitucional austriaco derogar la normativa que entra en vigor mañana? Los juristas ven algunos agujeros en ella. Echemos un vistazo.

2 de Noviembre.- Cuando empiezo a escribir este artículo faltan diez minutos para que el Presidente Van der Bellen se dirija a la Nación austriaca, previsiblemente para pedir paciencia y para tratar de hacer más agradable un trámite, este del confinamiento, que no va a serlo.

Ayer domingo, el Parlamento austriaco aprobó el paquete de medidas del Gobierno para intentar atajar la crisis del coronavirus.

Sin embargo, y a diferencia de lo que sucedió en primavera, esta luz verde se dio solamente con los votos de los partidos en el Gobierno y, a diferencia también de lo que sucedió la primera vez, también cada vez son más las voces autorizadas (de juristas) que presagian que, tal como está formulada, esta legislación no tardará en ser tumbada por el Tribunal Constitucional austriaco.

Entre estas voces autorizadas están, por cierto, las de los juristas a los que el mismo Gobierno Kurz consultó para elaborar la ley. Estos juristas, aparte de resaltar lo ambíguo de la letra de la ley en muchas de sus partes, se quejan de que el texto que ellos sugirieron ha sido cambiado de camino al Parlamento. Por ejemplo, en el primer borrador de la ley no estaba incluido el cierre de los museos. Sin embargo, en la ley definitiva, sí que se han incluido ¿Por qué? No hay un criterio científico definido sobre la materia pero la teoría más extendida es que se ha decidido cerrar los museos para evitar que otros espacios de ocio pudieran argumentar diferencia de trato o discriminación.

Otro punto que sin duda será conflictivo serán los intentos de la ley de regular parcelas que, sin duda, implicarán controles de la policía en el espacio privado de las personas. Por ejemplo, la prohibición de reunirse de más de seis personas en las casas o la prohibición de utilizar garajes y otras edificaciones auxiliares para reuniones.

Como sucedió en el primer confinamiento, los juristas auguran que, a las primeras sanciones, seguirán las demandas al tribunal constitucional y con ellas, el previsible ridi del ejecutivo.

¿ESTÁN ARGUMENTADAS LAS MEDIDAS?

El Constitucional austriaco ha venido a decir que para que las medidas sean constitucionales no basta una rueda de prensa, sino que, si se quiere entrar en los derechos y las libertades de las personas, estas invasiones tienen que estar argumentadas de manera contundente.

Por su parte, el Gobierno ha intentado atajar las críticas produciendo un tsunami de papel para intentar convencer al Parlamento (principalmente a los partidos de la oposición) de que un segundo confinamiento y, sobre todo, un segundo confinamiento en los términos planteados por el Gobierno, era tan inevitable como que mañana, si Dios quiere, salga el sol por la mañana.

Los partidos de la oposición, por su parte, se quejan de que el Gobierno les dio la documentación (entre ella un informe de 16 páginas producido por el Ministerio de Sanidad) sin apenas tiempo de estudiarla.

¿Es suficiente este informe de dieciséis páginas suficiente como para fundamentar el confinamiento?

En declaraciones al diario Der Standard, el constitucionalista Peter Bussjäger piensa que sí. El Gobierno parece haber aprendido.

La mayoría de las derogaciones de la última vez vinieron por la incapacidad del Gobierno (las prisas) de argumentar concluyentemente las medidas. Esta vez no ha sido así, y Anschober ha puesto en las manos de sus señorías un aparato de cifras y previsiones que hablan del colapso del sistema sanitario a mediados de este mes (si no se hace nada).

Conviene recordar que la legislación actual solo permitía tomar medidas como las que entran en vigor mañana en el caso de que el sistema sanitario estuviera a punto del colapso.

CONFESIONES RELIGIOSAS

De todas maneras, los juristas han encontrado también llamativo que haya que cerrar los teatros y los cines pero que el Gobierno haya concedido una considerable autonomía a las confesiones religiosas (sobre todo considerando que, en el último confinamiento, muchos focos infecciosos se originaron durante las prácticas religiosas.

Las confesiones religiosas se defienden aduciendo que, antes de que las medidas hayan entrado en vigor, ya habían ellos por su cuenta agravado las medidas. En iglesias y sinagogas hay ocupados una fila de bancos sí y una no, y los fieles deben guardar una distancia de 1,5 metros; lo cual también se ha puesto en práctica en las iglesias evangélicas. También se han suprimido los cánticos y en las sinagogas se ha puesto en práctica un sistema de tests.

ESPACIOS CULTURALES Y MUSEOS

Incluso dentro del Gobierno -la secretaria de Estado de Cultura ha ocultado a duras penas su sorpresa- ha surgido el descontento y la incomprensión por el cierre de teatros, cines y otros lugares de cultura. El sector cultural argumenta que no se ha podido demostrar ningún foco infeccioso que se haya producido en un teatro, cines, etc. Pero el argumento del Gobierno es que el aumento de los casos y el consiguiente fracaso en la trazabilidad de los contactos hace imposible probar este extremo.

El mismo argumento se utiliza para argumentar el cierre de la gastronomía.


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