Viena seguirá vacunando a partir del 6 de Enero

Viena empezará a vacunar antes que los otros Bundesländer – se anuncia la llegada de la vacuna de Moderna – graves obstáculos a la estrategia del Gobierno para los tests masivos

2 de Enero.- Cuando todo esto empezó, el año pasado (parece el siglo pasado, de tantas cosas como han cambiado) una de las frases más repetidas era aquello de „estamos todos en el mismo barco“, „al virus lo paramos entre todos y otras cosas que nos ayudaron a sentirnos menos solos en aquellos tiempos de zozobra.

Es cierto que algunas cosas han funcionado sorprendentemente bien. Por ejemplo, a nivel de la Unión Europea. La respuesta coordinada y decidida de la Unión, por ejemplo a la hora de construir un mecanismo financiero que empiece a funcionar al día siguiente del fin de la crisis, ha sorprendido a propios y extraños; lo mismo que los gigantescos contratos de precompra de vacunas con los que nos ha sorprendido el Gobierno de Bruselas. Y sin embargo, a nivel de política nacional las disputas son cada vez más agrias.

Para muestra, el caso austriaco.

Sebastian Kurz

¿TENDRÁ ÉXITO EL GOBIERNO AUSTRIACO CON SU ESTRATEGIA?

Como recordarán los lectores de Viena Directo, el Gobierno anunció el confinamiento estricto actual anunciando que sería el último cueste lo que cueste (básicamente, y perdón por el retruécano, porque cuesta mucho dinero a las arcas públicas en forma de ayudas a la economía).

La narrativa oficial era (y es) que el confinamiento terminará para los que se hagan tests a partir del día 17 de enero y los que no tendrán que esperar una semana más para disfrutar de la libertad que (se supone) se tendrá de entrar a restaurantes y otros lugares públicos como, por ejemplo, la parca oferta cultural que pueda cumplir las reglas de seguridad.

Los tests, siempre según la versión del Gobierno, ayudarán a mantener los contagios a un nivel bajo y, repetidos con la necesaria frecuencia (sobre todo entre determinados grupos profesionales especialmente expuestos) serán un instrumento adecuando para detectar precozmente focos infecciosos peligrosos.

Este relato tan redondo del Gobierno tiene unas cuantas pegas:

En primer lugar que, para poder ser llevado a término, se necesita una modificación legal de la ley de epidemias para que aquellas personas que puedan presentar un test negativo o que ya hayan pasado el coronavirus (y lo puedan acreditar) queden exentas de las limitaciones que, con la legislación tal y como está, valen hoy en día para todos.

En segundo lugar, el instrumento de control. Y es fácil de entender: vale, yo me dejo testar, me llega a mi móvil -suponiendo que elija ese método- el correspondiente resultado negativo. Voy a un restaurante y…Pues a partir de estos puntos suspensivos no hay respuesta, porque los empresarios hosteleros (y los teatrales) dicen que ellos no son quiénes para controlar que el sistema inmunológico de los clientes o de los espectadores esté en estado de revista. El ayuntamiento de Viena, por ejemplo, ha pedido que esta labor la haga la policía. Pero no está nada claro que vaya a ser así.

En tercer lugar, la resistencia de una parte de la población a testarse. Una resistencia que están aprovechando los negacionistas o los „confusionistas“ para montar toda una narrativa de la dictadura y de la imposición y bloblobló que está calando en esa parte de la población que, por falta de conocimientos científicos, por „ay que me da pereza llevar mascarilla“ o por otras razones no quiere afrontar la alternativa ofrecida por el Gobierno (o sea, si usted no se hace tests, tendrá que trabajar con una mascarilla FFP2 puesta).

Es en este grupo de población en donde la ultraderecha (básicamente, aunque no solo, como ahora veremos) lleva intentando puntuar desde que empezó la pandemia.

En cuarto lugar hay otro grupo de población que es reacio a hacerse los tests que propone el Gobierno. No pertenecen a ese grupo de negacionistas, indocumentados o „confusionistas“ de los que hablaba en el párrafo anterior, sino precisamente todo lo contrario. Son aquellas personas que piensan que sí, que hay que hacerse tests, pero que los que el Gobierno ofrece, los de antígenos o tests rápidos, no son los mejores. Que sería mucho más práctico hacerle a la gente tests serológicos, que son más caros, que son algo más lentos, pero que tienen la ventaja de que son, primero, más exactos y que detectan si la gente ha pasado ya la CoVid (recordemos que hay un número de infectados asintomáticos muy importante).

En este grupo, por ejemplo, se encuentran un par de los médicos con los que yo me asesoro para escribir estos artículos.

No parece en principio que el Gobierno austriaco vaya a cambiar de estrategia.

Se espera que la enmienda que modifica la ley de epidemias vigente para poder hacer las excepciones de las que hablábamos en el punto primero pase al parlamento en estos días.

 

CRÍTICAS MUY VIOLENTAS DE LA OPOSICIÓN

Las críticas de la oposición, por distintas razones, no se han hecho esperar.

Las más acerbas vienen de la ultraderecha (!Chorprecha!). Naturalmente, cargando las tintas en el aspecto emocional del asunto. El tema de la imposición y de la dictadura del que hablaba más arriba.

Las críticas del resto de la oposición (Socialistas y Neos) se centran sobre todo en el hecho de que el Gobierno vaya a aprobar la enmienda a la ley lo más deprisa posible y sin dar tiempo a las otras fuerzas políticas de dar una valoración. Esta enmienda permitiría que la hostelería abriera el día 18 de Enero pero que hasta el día 24 solo se pudiera comer una pizza sentado en una mesa presentando (¿A quién?) un test negativo de CoVid.

¿Qué alternativas tiene la oposición? Pues si quieren, uniéndose pueden hacerle bastante pupita al Gobierno, porque tienen fuerza suficiente para retrasar la entrada en vigor de la enmienda a la ley de epidemias y pueden, por lo tanto, fastidiarle el plan a la coalición.

¿Parece probable? Pues no se sabe. La ultraderecha ya ha anunciado que va a luchar con todos sus gorros de papel de plata puestos para que sea así. De hecho, ha pedido un plazo de valoración prolongado hasta el 15 de enero para evitar el „ataque masivo a los derechos y las libertades de los austriacos“.

También, Herbert Kickl ha pedido que el presidente, Alexander van der Bellen, „apriete la tecla del stop“ a la deriva dictatorial del Gobierno.

No parece que vaya a hacerlo, en cualquier caso.

Los socialistas y los Neos, de momento, han dejado abierta la posibilidad de unirse a la ultraderecha para frenar los planes del Gobierno Kurz.

VIENA EMPEZARÁ LA VACUNACIÓN ANTES QUE LOS OTROS BUNDESLÄNDER

Naturalmente, de lo que se trata es de saber cómo vamos a aguantar hasta que nos llegue la vacuna.

De momento, durante este mes, Austria va a seguir recibiendo la de Pfizer-Biontech a razón de 60.000 dosis a la semana. Estas dosis, que parecen muchas, pero que son bien poquitas, porque dan solo para vacunar a 30.000 personas, se irán repartiendo por los diferentes Bundesländer.

El Gobierno Central ha decidido que, después del pistoletazo de salida simbólico del día 27 de Diciembre, la vacunación volverá a empezar el día 12 de este mes.

¿En todas partes? No. En Viena el Gobierno ha anunciado que se continuará inmunizando a la gente a partir del día de reyes (6 de Enero).

Las vacunas van a estar reservadas para los trabajadores y residentes de hogares para jubilados y personas discapacitadas, así como para los trabajadores de las uunidades de Covid de los hospitales

Hasta ayer viernes, 2040 personas han sido inmunizadas en Viena (con la primera dosis, claro, luego necesitan la segunda).

La Ciudad de Viena ha anunciado que, a partir de mediados de este mes todas aquellas personas que se quieran vacunar podrán solicitarlo activamente.

En este momento, se están perfilando los detalles prácticos de cómo se podrá hacer.

De momento, en toda Austria ya se han vacunado 6000 personas y según fuentes del Ministerio de Sanidad, la vacuna está siendo perfectamente tolerada por los pacientes en líneas generales. En cualquier caso, aquellos que sientan algún efecto adverso pueden notificarlo a la Agencia de Seguridad Alimentaria austriaca, AGES (por cierto, médicos y farmacéuticos están obligados a ello).

Por cierto, se espera que en algún punto alrededor del día 6 de Enero la Unión dé permiso para la comercialización de la vacuna de la farmacéutica americana Moderna. Si esto es así, Austria podría recibir en el primer trimestre de 2021 200.000 dosis adicionales que ayudarían a acelerar la inmunización de la población austriaca.


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