Los austriacos ya no le tienen miedo al virus (y hacen mal)

Viena. Bandera de la Unión Europea en la presidencia del Gobierno austriacoEl Parlamento Europeo se posiciona en favor de la libertad y los derechos humanos – los austriacos ya no le tienen miedo a la pandemia (y hacen mal) – detectada una nueva variante (menos peligrosa que la británica).

11 de Marzo.- La Unión Europea se encuentra sujeta a tensiones que transparentan lo que ha sido su historia.

Una mujer con un paraguas de color arcoiris

EL PARLAMENTO EUROPEO SE POSICIONA EN FAVOR DE LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS HUMANOS

Los países antaño pertenecientes al bloque comunista cambiaron a principios de los noventa del siglo pasado la religión estatal del comunismo por una versión fundamentalista de la religión ortodoxa, cuyos valores se superpusieron a la rígida y, en cierto modo, no tan distinta, moral del comunismo. Especialmente en lo tocante a la sexualidad.

Eran (son) sociedades poco acostumbradas a la tolerancia que, en general, reina en la parte occidental de Europa y también de cultura democrática bastante deficiente, lo cual se refleja en grandes desigualdades sociales y altísimas tasas de corrupción. El colectivo LGTBI no lo tiene fácil en esos países, en donde tiene que luchar contra una feroz propaganda jaleada por el clero calcada de aquellas leyes homófobas de la Rusia de Putin (una versión todavía más bestia de los pines parentales que defiende, por ejemplo, la ultraderecha española). En este sentido, recordarán los lectores quizá la historia de cien municipios polacos que se declararon « zonas libres de personas LGTBI » (sobran, creo, los comentarios).

Hoy, el Parlamento Europeo ha reaccionado contra esa declaración y, con los votos de la mayoría de la cámara y las excepciones que el lector se puede suponer, ha declarado la Unión Europea espacio de libertad para el colectivo LGTBI.

Las objeciones han venido de las facciones más conservadoras del Parlamento europeo (derecha nacionalista y extrema derecha) que han acusado a las otras fracciones de hacer propaganda ideológica.

Ayer por la tarde, antes de la votación, la comisaria de igualdad de la fracción Verde del Parlamento, declaró que la Unión debe ser un espacio de libertad para todos, sin excepción. Y la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Layen declaró lo que resulta evidente o sea, que ser uno mismo no es ninguna ideología, sino que es la propia identidad « que no se le puede arrebatar a nadie ».

La moción ha salido adelante con, entre otros, los votos de los socialistas austriacos y de los Neos. La presidenta de la asociación europea de personas LGTBI, Rainbow Rose, la austriaca Camila Garfias, se ha mostrado muy satisfecha de que la Unión se declare decididamente por la defensa de la libertad y los derechos humanos (del colectivo LGTBI y de todas las demás personas).

El presidente de SoHo, que es la agrupación socialdemócrata austriaca de personas LGTBI ha criticado al Gobierno de Viena, diciendo que, mientras la Unión Europea pasa a la acción, el ejecutivo austriaco cierra los ojos para no ver la deriva de la situación en Hungría y Polonia.

(Por cierto, es una agradable novedad escribir sobre algo que no sea coronavirus).

De todas maneras, terminado el paréntesis, el deber nos llama :

LOS AUSTRIACOS YA NO LE TIENEN MIEDO A LA COVID (Y HACEN MAL)

Queridos lectores: aquí, entre nosotros, ahora que no nos oye nadie, tengo que confesaros una cosilla. Cuando yo era un crío, mi abuela María hablaba mucho de la guerra. De la civil, de la nuestra. También hablaba del año del hambre, que fue ese momento en el que se terminó la guerra civil y todo, en vez de mejorar, empeoró todavía más, debido a la incompetencia económica de los ganadores.

La guerra duró tres años entre pitos y flautas y el hambre duró mucho tiempo más (se conoce que la incompetencia se prolongó). Conforme lo contaba mi abuela María, tanto la guerra como el hambre y la miseria adquirían esa eternidad intemporal que también tienen los cuentos pero lo que estaba claro es que, en cualquier caso, aquellas desgracias duraron mucho. O sea, lo suficiente para que la gente se acostumbrase a ellas.

Desde que empezó la pandemia (hoy hace exactamente un año que la Organización Mundial de la Salud cayó en la cuenta de que esto era serio) yo pienso mucho en estas historias de la guerra que me contaba mi abuela y me pregunto cuándo llegó el punto en el que para la gente aquella situación horrorosa perdió, como si dijéramos, la novedad y se convirtió en una costumbre.

O sea cuándo llegó ese momento de :

-Ha caido una bomba de « los otros » en una residencia de ancianos y han muerto cincuenta. Ahí los estaban sacando cuando yo he pasado.

Y, en vez de horrorizarse, alguien decía:

-Hay que ver qué caros se han puesto los garbanzos, como no se acabe pronto esta guerra, nos arruinamos.

Esa sensación de que, a pesar de la desgracia, la vida sigue. O que, a pesar de la desgracia o precisamente por causa de ella, empezó a darle igual a todo el mundo ocho que ochocientos.

Está claro que, en relación con el coronavirus, ese momento ha llegado a Austria.

Hoy, exactamente un año después de que alguien, en las oficinas de la OMS dijera :

-Oye, que parece que vamos a tener que sacar la mascarilla de invierno, que esto parece que va para largo.

Se han publicado las conclusiones de un estudio en el que se dice que los austriacos son demasiado poco cuidadosos en relación al virus malandrín y que la pandemia ya no asusta tanto como al principio. Con lo que eso conlleva, claro. O sea, que la gente ya no toma precauciones (se ha visto hoy en el  número de contagios, por ejemplo).

Así lo creen nada más y nada menos que tres cuartos de las 1000 personas humanas que han sido encuestadas por una agencia de Linz.

-Pero oiga, que se han muerto dos millones y medio de personas en el mundo.

-!Ay, qué joroña con los muertos ! !Cualquiera sabe de qué se ha muerto esa gente ! Qué pasa, ¿Que antes no se moría gente o qué ? Yo sé de buena tinta, por el amigo de un vecino del primo de un amigo mío que está prohibido hacer autopsias. Eso es que no quieren que nos enteremos de que en realidad la gente se ha muerto de escorbuto, o de baile de San Vito, o de vitíligo o de herpes Zorster.

-Eso es un bulo.

-A todo lo que no sale en los medios tradicionales le llaman ustedes bulo!Despierte ! Busque, infórmese. Y ya verá.

-¿Le sujeto el gorro de papel de plata o el cubata?

-No se burle, que yo no soy un negacionista. Solo soy una persona que piensa diferente. Luego usted vendrá a censurarme por decir la verdad.

-Esto es una encuesta.

-Pues por lo mismo. Apunte usted bien lo que digo. Todos los aprendices de periodistas son ustedes iguales !Si hasta dirá usted que echarse a pecho la lejía Conejo no vale para nada !

-Creo que será mejor dejarlo.

Volivendo a nuestro estudio, solo un nueve por ciento de los encuestados cree que sus conciudadanos se preocupan de las consecuencias que pueda tener la pandemia para su propia salud o la de otros.

Un cincuenta por ciento de los ciudadanos encuestados piensa que, con el paso de los meses, la pandemia simplemente ha perdido su mordiente terrorífica. O sea, que ya escuchamos el goteo de los contagios y los muertos como quien oye llover. Como razones para esta pachorr…Digoooo tranquilidad con la que los austriacos se enfrentan al fenómeno del coronavirus se aducen, por ejemplo, el no conocer a personas en su círculo cercano que hayan fallecido o bien el conocer a contagiados que solo han tenido cursos leves de la enfermedad.

-¿Ve usted ? Si de eso no se muere nadie. El coronavirus ese es una gripe y ya.

-Pero ¿No me había dicho usted que no existía?

-Cállese !Que lo que quiere es usted liarme! A este paso va a tratar de convencerme de lo del cambio climático, como la Greta esa.

Asimismo, los austriacos depositan grandes esperanzas en las vacunas puestas en el mercado y en la capacidad detectora de los tests.

-Amén.

DETECTADA UNA NUEVA VARIANTE DEL CORONAVIRUS.

Por primera vez, se ha detectado en Carintia la presencia de una nueva variante del coronavirus. Se trata de la que lleva como nombre cientäifico B.1.525 pero que también es conocida como variante nigeriana.

La buena noticia es que, coincidiendo con el carácter pacífico del alma nigeriana (país africano en donde se dice que nacen las personas más hermosas del mundo) la variante B.1.525 es menos peligrosa que las variantes sudafricana y británica. La mutación nigeriana fue detectada en una paciente que, por suerte, ya está sana.

La mujer había vuelto de un viaje a África. Los rastreadores no detectaron en su entorno cercano a otras personas contagiadas.


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