El Ministro Anschober se porta como un hombre

El Ministro Anschober se porta como un hombre – el nuevo ministro va a trabajar en zapatillas de deporte– un tercio de los enfermos en UCI no sobrevivió al coronavirus.

13 de Abril.- Hoy, en Austria, han pasado muchas cosas fuera de lo acostumbrado y todas han tenido que ver con una de las personas de las que más he hablado en este blog en el último año: Rudolf Anschober.

EL MINISTRO ANSCHOBER SE PORTA COMO UN HOMBRE

Como ya sabrán a estas horas los lectores de Viena Directo hoy, a las nueve y media de la mañana, el Ministro Anschober ha hecho un Camilo Sesto y ha dicho que ya no podía más, que estaba harto de rodar como una noria y que su cuerpo, como ya sabíamos todos, había dicho basta.

En la rueda de prensa, Anschober se ha extendido en las causas de su retirada y, en un mundo, el de la política, en el que lo que se estila es el macho alfa, ha hecho la primera cosa desacostumbrada del día: admitir la vulnerabilidad de su cuerpo. Romper un tabú. Anschober ha dicho que su cargo, la enorme presión a la que ha estado sometido durante los últimos meses, le han pasado factura a su cuerpo. Ha dicho que de las enfermedades no hay que avergonzarse. Y esto, tan evidente, es sin embargo una cosa bastante desacostumbrada, en la política austriaca, en la política mundial y, en general.

Uno tiene la teoría de que esta manera de ser de Anschober, que ha impregnado también la manera en la que ha ejercido su cargo, ha sido también decisiva en su éxito y en su popularidad como ministro.

Para ver hasta qué punto Rudolf Anschober ha sido heroico en la defensa de su propia humanidad, no hay más que acudir a ejemplos que han hecho de esa estúpida defensa de la propia invulnerabilidad física, hasta extremos ridículos, una bandera de su política. Como por ejemplo Bolsonaro, como por ejemplo, Trump.

Ojalá fueran muchos los que siguieran el ejemplo del ministro saliente y se comportasen de verdad como hombres, y no como imbéciles remedos de John Wayne. El mundo ganaría mucho.

Uno de los indicios de que Rudolf Anschober ha roto un tabú (o quizá de las durísimas presiones que se han ejercido sobre él para que no lo rompiese) han sido las apresuradas y algo desconcertadas gracias que le ha dedicado Sebastian Kurz. A uno le ha dado la sensación que han sido esas gracias que uno da solo después de darse cuenta de que, si no se apresura, llegará tarde a darlas. No sé si me explico.

Al escuchar las azoradas palabras de Sebastian Kurz (el cual, quizá, también se lamente de que el puesto de canciller no permita recambios) uno no podía dejar de pensar que el ministro y el canciller pertenecían a mundos emocionales absolutamente diferentes. Quizá porque a la edad de Kur (y, sobre todo, con la limitada experiencia vital de Kurz) uno piensa todavía que no le puede pasar nada grave en la vida.

Otra cosa desacostumbrada, relacionada con la rueda de prensa de Anschober y relacionada también con la rueda de prensa en la que se ha designado a su sucesor, del que hablaremos más tarde, ha sido que varias veces tanto Anschober como Werner Kogler, el vicecanciller, han tenido que parar de hablar porque les ha podido la emoción.

En un país, como es Austria, en donde la exteriorización de las emociones suele considerarse poco profesional, tanto Rudolf Anschober como Werner Kogler nos han dado a todos un ejemplo, comportándose, de nuevo lo repito, como auténticos hombres.

Anschober ha agradecido a su pareja, a su equipo y a las personas anónimas que le han apoyado, la ayuda que le han prestado durante todos estos meses en el cargo, pero también ha hecho referencia al odio que, desgraciadamente, ha tenido que experimentar. Desde amenazas de muerte, que le han obligado a llevar escolta policial (!Ay, los negacionistas, qué majetes son!) a amenazas a sus seres queridos.

El aún Ministro (su sucesor no lo será de derecho hasta el lunes, después de jurar su cargo ante el Presidente de la República) ha declarado su intención de escribir una novela política.

La compraremos.

EL NUEVO MINISTRO ACUDE A TRABAJAR EN ZAPATILLAS DE DEPORTE

Un poco más de tres horas después de la rueda de prensa de Anschober, el nuevo protagonista de esta sitcom que llamamos Gobierno de Austria ha hecho su aparición. El nuevo personaje se llama Wolfgang Mückstein, es médico, y el día 5 de Julio cumplirá cuarenta y siete años.

Hasta este momento, Mückstein ha sido uno de esos personajes que se mueven en la sala de máquinas del barco del poder, que conocen los resortes, que los mueven (de hecho formó parte de la comisión que negoció los pactos que pusieron en pie la actual coalición) pero cuya cara no es familiar para el público.

Bueno, con algunas excepciones y es que, tras conocerse su nombramiento, un par de lectores de Viena Directo han dicho:

-!Anda, pero si es mi médico!

(Por cierto, pobres, que se van a tener que buscar uno nuevo)

Mückstein se ha presentado a la rueda de prensa vestido como un locutor de deportes de telediario. Ya saben mis lectores que, si bien lo que en el mundo anglosajón se llama „anchormen“ tienen que ir vestidos como en Mad Men (o sea, traje, corbata, zapatos negros de cordones) los locutores deportivos y los hombres del tiempo pueden permitirse ciertas libertades indumentarias.

El nuevo ministro ha elegido para su presentación un atuendo peculiar (muy centroeuropeo también). Americana, camisa blanca, tejanos y zapatillas de deporte. Él mismo ha venido a decir: „bueno, es que me llamaron ayer y no tenía otra cosa en el armario“.

De Mückstein, aparte de que es médico, se puede decir también que habla con una voz algo baja y monótona (no es muy telegénico) pero quizá esa falta de dominio de las mañas típicas del político, esas que domina un pit bull de la política, como Herbert Kickl, hacen que sea más creible lo que ha repetido varias veces o sea, que „le tiene mucho respeto a la tarea que va a emprender“.

Una persona como Kickl no sería capaz de hacer una declaración semejante. Y eso tranquiliza mucho, qué quieren mis lectores que les diga.

La segunda persona de la que más se ha hablado hoy en Austria ha lanzado un aviso a navegantes: ha dicho que está preparado para tomar medidas impopulares si cree que, médicamente, son necesarias. Y ha dicho que es partidario de los confinamientos.

En fin: a partir del lunes ya veremos.

UN TERCIO DE LOS INGRESADOS EN UCI NO SOBREVIVIÓ AL CORONAVIRUS

Hoy se ha publicado un estudio, realizado sobre los datos de los pacientes CoVid en cuidados intensivos en los hospitales austriacos, que arroja algunas conclusiones interesantes. Por ejemplo: que, de todos los infectados, aproximadamente un 1,68% termina en cuidados intensivos. Atención: desde Noviembre del año pasado, y al extenderse la variante británica del coronavirus, este porcentaje se ha doblado. Asimismo, de las conclusiones de este estudio se desprende que, de todos los pacientes ingresados en UCI un 35 por ciento ha fallecido.

Por cierto, la segunda ola del coronavirus ha sido más mortal en todos los grupos de edad de lo que lo fue la primera. La segunda ola ha golpeado especialmente a los pacientes entre 50 y 65 años. En este grupo de edad, la tasa de fallecidos es del 20%.

También ha habido muchos más hombres en UCI que mujeres (1699 vs 3095).

De los menores de 50 años, falleció un siete por ciento de los pacientes. Los mayores de 65 años fallecieron en un 45%.

Como media (y esto es importante para saber cuándo se va a relajar la presión sobre las UCIs, los pacientes estuvieron 10,9 días en cuidados intensivos.

No hay mejor cóctel entre noticias y entretenimiento a este lado del Danubio. Hoy, en LTeD, hemos contado un montón de curiosidades históricas a propósito del lado más germánico de la familia Windsor. Por supuesto, hemos hablado de vacunas e incluso nos hemos atrevido a hacer algunas predicciones sobre el fin de la pandemia.


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