Los casos vuelven a subir en Austria. Hoy, seiscientos nuevos de una tacada ¿Cuál es el retrato robot de los nuevos infectados? Echemos un vistazo.
7 de Agosto.- Como sin duda recordarán los memoriosos lectores de Viena Directo, en Austria se estableció un semáforo para el coronavirus, que permitía ver de un vistazo el estado de la pandemia en Austria.
La comisión, tripartita, formada por expertos, por miembros del Gobierno central de Viena y por representantes de los Länder confederados, se reunía (se sigue reuniendo) todos los jueves, al objeto de ir evaluando semanalmente la evolución del virus malandrín.
En los últimos tiempos, merced al desembarco en Esta Pequeña República de la variante Delta del coronavirus, los casos han vuelto a subir. Como informaba esta mañana, han sido más de seiscientos (607) de los cuales solo un 0,5 por ciento (o sea, tres) corresponden a personas con la pauta completa.
(!Si me queréis, vacunarse!).
Ahora bien
¿De dónde vienen estos casos y cuáles son sus características?
La famosa comisión del semáforo ha hecho públicos los datos que maneja el Gobierno y que resultan muy ilustrativos.
Para empezar, la edad de los afectados. Como saben los lectores de Viena Directo, en estos momentos los segmentos de edad más altos de la pirámide de población ya están vacunados. Esto se puede ver perfectamente en la media de edad de los casos. Los afectados son, por abrumadora mayoría, jóvenes.
Casi tres cuartas partes de los pachuchos son menores de cuarenta años (sí, esos que dicen que vacunarse, pa qué, que ellos toman mucha vitamina C y son jóvenes y tienen un sistema inmunológico de hierro). Entre los cuarenta y los 64, solo hay un 21% de afectados (estos son los tontos que, por razón de su edad, han tenido tiempo de perfeccionarse con el uso) y por último, solo un 5% de los afectados son ancianos.
El tramo de edad que más ha subido ha sido el de aquellos que soplan más de 19 velitas y menos de 40.
En junio, eran un 34 % de todos los infectados, en tanto que en Agosto ya son el 52%.
El grupo de edad entre los 15 y los 24 años tiene la incidencia más alta: de 147 casos por cada cienmil habitantes (de nuevo !Si me queréis, si os queréis, si nos queréis, vacunarse!) y aquellos entre 25 y 34 años andan por una incidencia de 70 casos por cada cienmil.
En el primer caso es más de cuatro veces la incidencia media en Austria (anda ahora en 32) y en el segundo caso más del doble.
Dado que los jóvenes son el grupo de edad más afectado, en la mayoría de los casos también resulta difícil encontrar el origen de las infecciones. Se consigue solo en dos terceras partes de los casos.
¿Dónde pilla la gente lo que no es suyo?
Los cuatro orígenes más frecuentes son:
-Personas que han estado fuera de Austria en los 14 días anteriores a la infección.
–Contagios masivos asociados a viajes (por ejemplo, el foco de contagio de unos inconscientes que se fueron a Croacia a un festival de música y se dejaron todos la mascarilla en casa: bueno, la mascarilla y la vacuna porque, de nuevo, pa qué).
-Casos de personas que han estado en contacto con otros afectados
-Casos detectados por controles de „Screening“.
La mayoría de los casos asociados a viajes, por cierto, tienen sabor a jamón serrano. En el último mes, 262 personas que han estado en la piel de toro se han contagiado. Ya se sabe, la noche, la sangría, el fuego carnal…Esas cosas.
La buena noticia es que las hospitalizaciones se mantienen a un nivel relativamente bajo.
En el momento de escribir este artículo hay 146 personas ingresadas (aunque es previsible que en una semana habrá sesenta personas de las de hoy que estarán pachuchos en los hospitales y seis de ellas que terminarán en cuidados intensivos) pero los números crecen desde julio. A finales del mes pasado, había 99.
En cualquier caso, a finales de mayo había más de mil, o sea diez veces más.
¿Cuál es el retrato robot del contagiado de CoVid en Agosto de 2021?
Pues es una persona entre 15 y 25 años, infectada con la variante Delta, sin vacunar, y que se ha contagiado en un viaje o en un evento masivo sin las medidas de seguridad necesarias.
Por cierto, en estos días se ha sabido que Austria está aprovechando el verano para equiparse con vistas a la tercera dosis de la vacuna, que se empezará a inyectar en cuanto la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud den la luz verde para ello. Esperemos que todos los inconscientes que aprendan durante el verano que la CoVid no es un juego y que se pasa mal, se convenzan, aunque tenga que ser de esa manera y vayan a vacunarse.
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