PUerta del Alte Hofburg de Viena

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida

PUerta del Alte Hofburg de VienaEl nuevo Bundescanciller y el nuevo Bundesministro de Exteriores juran sus cargos. Van der Bellen les alecciona sobre cómo encarar sus nuevas tareas.

11 de Octubre.- Tal y como estaba previsto, Alexander Schallenberg (53), el nuevo Bundescanciller, ha bundesjurado su cargo frente al Sr. Bundespresidente, Alexander van der Bellen.

Cumplido este trámite previsto en la Constitución y que le convierte en el segundo hombre más importante de Austria, el nuevo Bundescanciller, antiguo Bundesministro de Exteriores y, más antiguamente aún, diplomátco, ha comparecido ante los medios.

Como las mises cuando les ponen la coronita de cristales falsos y la banda, Alexander Schallenberg ha dicho que “la Bundescancillería es un honor que él no hubiera esperado nunca recibir y que nunca había deseado ». Ha anunciado también que va a trabajar en estrecho contacto con el Bundescanciller saliente, porque otra cosa sería absurda «democráticamente ».

Schallenberg ha aclarado también en este, su primer discurso, que cree que las acusaciones que pesan sobre el que ha sido su jefe son falsas y que va a hacer todo lo posible por rellenar el foso que (se conoce) le separa ahora (en lo político) del vicecanciller Werner Kogler.

Poco antes, Sebastian Kurz había emitido un comunicado en el que negaba ir a ser un « canciller en la sombra » (y, por lo tanto, dejaba implícito que no iba a querer gobernar a través de Alexander Schallenberg).

Precisamente es esto lo que todos le echan en cara al nuevo Bundescanciller y lo que es previsible que le reproche la oposición en la sesión especial del Parlamento que tendrá lugar este martes y en la que, decíamos ayer, está previsto que la oposición interponga

Alexander, qué hay de lo mío? (las sospechas recaen, antes de haber empezado, sobre el nuevo canciller)

Van der Bellen da buenos consejos (a ver si esta vez no le devuelven disgustos)

Durante el acto de investidura, el Bundespresidente, Alexander van der Bellen, habló de la gran responsabilidad del nuevo canciller y, no lo olvidemos, del nuevo ministro de Asuntos Exteriores y repitió que la confianza en la política debe ser restaurada mediante trabajo « duro, concentrado y constructivo » y ha dicho que los austriacos esperan que el Gobierno sea laborioso y saque adelante muchos proyectos.

Van der Bellen, que es tan optimista como pueda serlo cualquier profesor (trabajo que realizaba cuando no era Bundespresi) ha apelado a la capacidad de los diplomáticos para encontrar soluciones y acercar posturas y les ha pedido que forjen una « base estable » que fortalezca la confianza.

Los dos políticos que hoy han jurado sus cargos tienen ante ellos no pocos retos : la pandemia, la economía, el mercado de trabajo, la educación y la ciencia. También el aspecto social está precisando « una atención total » y sobre todo el reto supremo de salvar el clima.

« Y, naturalmente, ha dicho van der Bellen, necesitamos un presupuesto »

« Los retos que tienen ante ustedes no permiten dilaciones ».

Van der Bellen se ha hecho cargo de que, para Linhart, la situación debe de ser como poco sorpredente « Ayer en París, hoy jurando su cargo en el Hofburg ».

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida (Ay, Dios).


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