¿Se contagió el canciller austriaco por imprudencia?

¿Se contagió el canciller austriaco por imprudencia? Hay voces que lo afirman, él lo desmiente categóricamente. Veamos los argumentos.

8 de Enero.- Al canciller Nehammer los Reyes no le han traido carbón, sino una infección de coronavirus que le tiene en casa desde el viernes, en aislamiento. Su compañero de Gobierno, el Ministro de Sanidad, el Dr. Mückstein, está también en aislamiento, para evitar convertirse en un agente difusor del coronavirus.

De momento, el primer ministro austriaco está, según sus propias declaraciones “sano como una bombita” (pumperl gesund) y no tiene más síntomas, lo cual ha aprovechado para defender la vacuna en declaraciones a los medios.

Nehammer está vacunado tres veces y, gracias a ello, se ha librado de los fastidios más molestos de la CoVid.

Según su versión, el mandatario se ha contagiado porque uno de sus guardaespaldas le ha pegado el coronavirus (va de suyo: es trabajo de los guardaespaldas el estar siempre a la vera de aquellas personas a las que protegen).

La extrema derecha austriaca no cree esta versión y ha aprovechado la ocasión para vengarse de los comentarios que levantó el contagio de Herbert Kickl.

Recordará el lector que el jefe de la extrema derecha austriaca, conocido negacionista y defensor de los medios más insensatos para atajar la CoVid (por ejemplo, el famoso desparasitador caballar) se contagió y contagió a otros durante una serie de mítines en Baja Austria (esa especie de Mordor del negacionismo).

Se dijo incluso que sus discursos sin mascarilla y sin distancias (y presumiblemente con cervezotas de por medio y los correspondientes cánticos regionales) le costaron la vida a un tabernero, también antivacunas como él, el cual contagióse y murióse de forma bastante desagradable en la UCI de un hospital.

Asimismo, son ya varias las personas que han fallecido en Austria, al haberles recetado sus médicos desparasitador caballar siguiendo las sugerencias de Herbert Kickl, lo cual le ha valido al político con peor tránsito intestinal de Austria (no hay más que verle la cara) merecidas críticas y algún que otro ditirambo (“Herbert Kickl tiene las manos manchadas de sangre” y así, como si Herbert Kickl tuviera la culpa de que alguna gente tenga puré de patata en la cabeza en vez de cerebro).

Pues bien: el canciller Nehammer estuvo de vacaciones en estos días pasados y, como suele suceder, le hicieron una foto sentado a una mesa y rodeado de personas sonrientes, codo con codo.

Esta fotografía está siendo usada por la extrema derecha para achacar el contagio del canciller austriaco a una imprudencia.

Según estas voces, Nehammer se habría contagiado durante estas vacaciones de un modo parecido al de Kickl (ver capítulo cervezotas).

Personas cercanas al canciller e incluso el canciller mismo, desmienten esto rotundamente, diciendo que nadie incumplió las normas y que la reunión se desarrolló en el marco de la regla 2G (solo vacunados y curados comparecieron) pero la extrema derecha piensa haber encontrado en esa foto una prueba de una horrorosa imprudencia.

Hay una diferencia muy clara, sin embargo. Incluso si el canciller se hubiera contagiado durante sus vacaciones (que no está claro) el estar vacunado le autorizaba a hacer una vida más o menos normal, dentro de la precaución, sin tener mayor cargo de conciencia.

Entretanto, las cuarentamil personas de costumbre se han manifestado por el centro de Viena. Son los representantes de ese millón y medio de residentes en este país a los que, de momento, no se ha podido llegar utilizando los medios de una información científica veraz y que siguen enrocados en confusas teorías a propósito del coronavirus, mezcla de esoterismo, pensamiento mágico e infantil “ya pasará”. Eso, en el mejor de los casos.

En el peor, ya se sabe, y no vamos a abundar en lo ya dicho en otras ocasiones.

Mientras tanto, ajeno a los tiras y aflojas, el virus sigue propagándose en Austria: hoy 7405 nuevos positivos. 14 personas han fallecido entre ayer y hoy y, por suerte, solo 271 pacientes se encuentran en estado crítico, lo que supone un respiro negativo para los hospitales.


Publicado

en

,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.