Terror en Malorca (*)

La banda sonora de este artículo es la canción “E viva España” interpretada por la cantante (!Holandesa!) Inka Marina. Manolo Escobar hizo una versión de ella que, sin duda, el lector conoce.

(*) No es una errata, como se verá más adelante

31 de Julio.- Uno de los géneros que pirran a los aborígenes es la novela de detectives o Krimi.
En ningún lugar de la tierra como en Austria, se emocionan los telespectadores ante la perspectiva de ver un programa sobre una anciana cotilla pero dotada de olfato para el crimen. O sobre policías tirando a obesos con familias disfuncionales –pero saladas- los cuales, tras cuarenta y cinco minutos de preguntas, chistes para párvulos y ceños fruncidos, terminan invariablemente descubriendo que la asesina fue la suripanta de la hija adoptiva de la propietaria de la cuadra caballar.
Un subgénero en sí mismo lo forman las intrigas que se desarrollan en lugares vacacionales. Triunfan Venecia (Donna Leon) y, cómo no, Mallorca (pronúnciese “Malorca” si se habla con algún aborígen poco versado en la lengua de Cervantes).
Las intrigas “Malorquinas” están pobladas de inspectores de grueso mostacho negro que cultivan un futurible cáncer estomacal a base de consumir raciones generosas de patatas a la brava y/o calamares (“calamari”, en léngua vernácula). Servidores de la ley que desahogan su frustración con limpiabotas que se dirigen a sus clientes en un alemán pulquérrimo pero salpicado de vez en cuando de términos celtíberos (“senor”, particularmente, así, sin eñe) todo ello en fiestas en puertos náuticos bañados por la luz de la luna, en las que se come mucha paella (“paela”, exactamente) y se baila algo parecido al flamenco que toca un trío de guitarristas con un sospechoso parecido con Los Panchos.
Mallorca, en el imaginario colectivo de los germanoparlantes, es una versión de España adaptada a sus necesidades, lo mismo que las bañeras de las residencias de ancianos son versiones especialmente adaptadas de las bañeras convencionales. Es un lugar en donde puedes sentirte en medio del Mediterráneo pero comprar las salchichas en Müller o yogures sintéticos en el Lidl (un poner).
Sin embargo, últimamente el sueño “malorquín” está perdiendo brillo a ojos locales. Primero, fueron los millonarios austriacos que organizaban loterías de a cien jEur el boleto. Única manera de poder sufragar la hipoteca salvaje de su casoplón. Más recientemente, las fotos de chatis en bikini con la mascarilla sanitaria puesta, al objeto de combatir la perversa asechanza de la gripe cochina y, por si esto fuera poco, ayer la debacle cuando las autoridades (con muy buen criterio y muy poco éxito hasta el momento) convirtieron la isla en una ratonera para que los criminales que habían matado a dos guardias civiles no pudieran salir de ella.
En los periódicos austriacos de hoy se habla de “Caos” una palabra que las mentalidades germánicas temen más que una vara verde. Incluso el Österreich (no me canso de alabarlo) habla del trío infernal que suponen “la gripe cochina, las medusas y el terrorismo”. Vítor (que hubiera escrito Lázaro Carreter).
Colocar a los criminales etarras en la misma frase que las inocentes medusas no deja de ser una decisión un tanto arriesgada del redactor del suelto pero, en cualquier caso, muy acorde con el espíritu general de ese periódico que nunca deja que la verdad (y, sobre todo, la lógica) le estropee un buen titular.
En el cuerpo de la noticia se desarrolla el tema de las gelatinosas criaturas urticantes y, tres líneas más abajo, se trae a colación el autorizado testimonio de un superviviente de la gripe cochina que, con el aplomo que da el haber sido arrancado de las garras de la parca por manos médicas, asegura:
-Nunca más volvería a viajar a “Malorca”.
A todo esto, por cierto, escasa atención a los pobres muertos por el zarpazo del terror. Unos difuntos de los que, piensan los directores del Österreich, mañana no se acordará nadie (ya se sabe que el muerto al hoyo y el vivo a la playa cuajadita de medusas).
En fin. No somos nadie.


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Comentarios

2 respuestas a «Terror en Malorca (*)»

  1. Avatar de Javier Sáenz

    Y tu que lo digas, no somos nadie.

    Tu blog me encanta, y sólo con este post te mereces ganar el concurso de 20 Blogs!

  2. Avatar de Paco Bernal

    Hola Javier! (tocayo, yo también me llamo Javier de segundo 🙂
    Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te guste mi blog. No sé si ganaré el concurso (pinta que no)pero con tu comentario, casi como si lo hubiera ganado ya 🙂
    Un abrazo

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