14 de Diciembre.- Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que las especiales condiciones orográficas del país, la dureza de los tiempos (la posguerra) y el papel omnipresente de la Iglesia Católica, favorecieron en Austria la existencia de unos establecimientos peculiares que hoy, afortunadamente, han caido en el desuso: los internados para chicos.
Adios, muchachos
por
Etiquetas:
Comentarios
6 respuestas a «Adios, muchachos»
-
Mano dura, mucha mano dura es la que funcionaba por entonces y mucha doblegación. Cuestión de supervivencia. Un fuerte abrazo.
-
No he conocido a nadie en un internado así por lo que no puedo opinar pero me imagino que era fruto de la educación que se estilaba.
De todas formas Paco, estarás de acuerdo conmigo que entre correr y parar hay un término medio porque lo que cuentas, efectivamente era inhumano y lo de ahora es de vergüenza, nos pasamos o no llegamos.
Un abrazo
-
HOla!
Gracias por vuestros comentarios:
A Emejota: supongo que eran tiempos duros también y que la educación se correspondía a unos valores que entonces parecían importantes para sobrevivir y que hoy, directamente, nos parecen marcianos. Abrazos
A Chus: tienes razón en que tiene que haber un punto medio. También te digo que, como en el caso de la mili, seguramente hubo muchos miles de chicos que salieron de estos internados y que, ni más ni menos traumatizados de lo que estamos todos, llevaron una vida normal y no se les ocurrió que el sistema fuera atroz. Para estas cosas siempre se cogen los casos más espectaculares.
Yo creo que lo que sucede hoy en día es más un problema de los padres, en tanto que se ha perdido la idea de educación como factor de progreso, que de los hijos que, al fin y al cabo, hacen lo que ven.
Sería tema para un post.
Saludetes 🙂
-
Pues no te creas que es tan raro… En el Opus todavía tienen un sistema parecido. Por suerte, no pueden con “Física o Química”, que es la serie más horrorosa de la historia, pero sirve como contrapeso para estas cosas.
-
[…] útil posteriormente, en su etapa como escritor-. Como le sucedió a muchos niños de su época, Herr Haas estudió en un internado privado (y muy católico). Suponemos que esto le costó a sus padres un buen dinero pero que decidieron hacerlo por ofrecerle […]
-
[…] útil posteriormente, en su etapa como escritor-. Como le sucedió a muchos niños de su época, Herr Haas estudió en un internado privado (y muy católico). Suponemos que esto le costó a sus padres un buen dinero pero que decidieron hacerlo por ofrecerle […]
Responder a emejota Cancelar la respuesta