26 de octubre.- Hoy, como muchos de mis lectores sabrán, ha sido la fiesta nacional austriaca, Nationalfeiertag en lengua vernácula, y día de la Austrianidad en este blog. Y ¿Qué mejor manera de conmemorar tan señalada fecha que haciendo algo intensamente austríaco? Así pues, me he personado junto mis aparatos de hacer fotos en la bonita localidad marco-incomparable-de-belleza-sin-igual, de Retz, en el Weinviertel.
En esta bonita e histórica villa se celebraba una fiesta consagrada a la cucurbitácea por excelencia. Con reina (princesa) de la calabaza, rey (príncipe) de la calabaza, coronas de acción de gracia por la cosecha recibida y tractores celebrando lo que los hombres llevamos celebrando desde el neolítico.
La cosa, de todas formas, era un poco rara, porque la fiesta de la calabaza, debido a la influencia yanki, se ha cruzado con Halloween y, en el desfile, al tiempo que procesionaban labradores recios, con cara de anuncio de la Central Lechera Asturiana, también salían vampiros, baronesas sedientas de sangre y fantasmas. De todo ello, podrán tener una idea gráfica mis lectores sin pinchan en este enlace, que les llevará a una galería de fotos del acontecimiento.
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