A pesar de estar en España, la actualidad vienes nos reclama. Hacemos un repaso de las novedades.
16 de Octubre.- aunque ahora estoy en España dándole al jamoncete y a los langostinos, y subiéndome el colesterol a brazo partido (el que uso para llevar el embutido ibérico del plato a la boca), aunque lleve más horas de las que quiero escuchando en la misma frase las palabras „Asunta“, „Semen“, „Camiseta“ y „Orfidal“ o haya sabido hoy que un reo de una cárcel sevillana entretiene sus ocios tras las rejas aprendiendo a hacer „divisiones de dos cifras“ (sic) no quiero que Viena Directo pierda su objetivo primordial, que es el de servir de pretexto para que sus lectores se empapen del la actualidad vienesa.
El alcalde de Viena juega al póker
El día 11 de Octubre hubo elecciones en Viena.
Es bien sabido que ganó el partido socialista pero la ultraderecha obtuvo también unos resultados muy potables (a nivel nacional, por cierto, las encuestas de intención de voto ponen los pelos de gallina, pero bueno).
El alcalde electo que, a la vez, es el presidente de la „Comunidad Autónoma de Viena“ utilizando la terminología española, lleva toda la semana haciendo su ronda de contactos con los responsables de los otros partidos y deshojando la margarita de con quién se va a coaligar.
En este póker, solo hay una combinación imposible: la que agruparía a los dos partidos que obtuvieron más votos (SPÖ y FPÖ); los socialistas dicen que con la ultraderecha no irán ni a la puerta de la calle y todo indica, en estos momentos, que los tiros (en sentido metafórico, naturalmente) irán hacia una reedición de la coalición Socialistas-Verdes.
A pesar de todo lo cual, el nuevo reparto de las cartas, que propiciará el juego de esta nueva legislatura en el Parlamento Vienés, va a tener consecuencias.
De momento, la más llamativa es que el FPÖ, como segunda fuerza política, obtendrá algo más de cuarenta millones de euros para sufragar gastos de personal y otras cosas.
Además, la ley vienesa fija que la segunda fuerza política más votada tiene derecho a elegir a un „vicealcalde“. Naturalmente, en otros tiempos de más relajo, el vicealcalde o era socialista o era popular (dependiendo de quien ganase) y, normalmente, los socialistas y los populares se coaligaban y se alternaban en el poder.
Y „sin encambio“…
„Sinencambio“, como dijo el clásico, el Partido Popular austriaco, en Viena, está reducido a un papel de chiqui-chiqui-partido y los socialistas han buscado otros amores que les hagan vibrar, con lo cual el puesto de vicealcalde va al FPÖ pero sin que ese puesto conlleve ninguna función.
El vicealcalde va a ser el ultraderechista Johann Gudenus y cobrará 9441 euros netos al mes por ir cada mañana a su despacho, sentarse, crujirse los nudillos (crascrás) y dedicarse, hacendoso, a rellenar sudokus o a ver fotos de walkirias (convenientemente rubias, eso sí) en la pantalla de su portátil .
Durante años, las fuerzas políticas minoritarias han intentado abolir esto que no puede calificarse sino de anacronismo, sin embargo, las fuerzas políticas que estaban amorradas con más fuerza a la teta de la vaca…Digoooo aquellas que tenían más éxito entre los votantes, dejaron siempre morir la propuesta.
Hoy, Gudenus se queja (el pobre) de que siempre aparecen críticas a estas vicealcaldías vacías de contenido cuando es un miembro del FPÖ el que sienta sus posaderas en el suave cuero de una poltrona. O sea, y como decía Yihad, el amigo de Manolito Gafotas:
-La „sita“ me tiene manía.
Gudenus, merced a la visión que tiene de lo que es la vida en Viena (esto es, que en vez de una apacible, próspera y algo adormecida capital, es un sitio en donde las pobres viejecitas no pueden salir a la calle) está decidido sin embargo a rellenar su cargo de algún contenido (muy loable intención, por cierto).
Piensa Gudenus que sería muy conveniente atajar la enorme inseguridad que aqueja a los vieneses (!!!) mediante la creación de un observatorio y, asimismo, él está dispuesto a convertirse en un portavoz de los ciudadanos en la alcaldía vienesa.
A ver si le dejan (al angelico) con lo que nos va a costar…
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